miércoles, 24 de agosto de 2011

El ángel exterminador (1962)



Un grupo de burgueses asiste a una cena en la lujosa mansión. Cuando llega el momento de irse a casa, ninguno de ellos es capaz de marcharse, algo les retiene en la habitación.



El cine de Luis Buñuel se puede interpretar de muchas formas y probablemente ninguna se acerque a lo que reamente Buñuel quería expresar. Yo opino que muchas veces incluía elementos disonantes (o surrealistas) en las tramas de sus películas sólo para sorprender y fastidiar al espectador, sin ningún otro motivo que tomarle el pelo. Esta película puede ser un claro ejemplo de ello.

Ya desde el título podemos adivinar que Buñuel intentaba salirse por la tangente. Buñuel tenía escrito el guión para esta película que se iba a llamar Los náufragos de la calle Providencia, en clara alusión al cuadro La balsa de la Medusa de Gericault. Su idea era representar el naufragio moral y ético de la burguesía más adinerada. Pero descubrió que su amigo el dramaturgo José Bergamín pensaba escribir una obra con el título El ángel exterminador. A Buñuel le fascinó el título, pensó que la gente iría en masa a las salas de cine para ver una película con ese título y se lo pidió prestado a su amigo, quien no tuvo reparo en cedérselo, no era un título original suyo sino que es un personaje de El apocalipsis. Realmente en la película el ángel exterminador no aparece por ningún sitio ni tiene nada que ver con la trama. Otra elaborada broma de Buñuel.

El fin último de la película es ridiculizar a las clases altas de la sociedad. Buñuel los muestra inicialmente en su esplendor, tras asistir a una ópera, engalanados en sus mejores trajes y encorsetados por unas normas sociales muy estrictas. En el montaje original de Buñuel hay escenas repetidas. La entrada de los invitados a la casa es mostrada dos veces, una vez en picado y otra en contrapicado. Igualmente el brindis del anfitrión y cuando se esconden las criadas son escenas repetidas. Buñuel se burla del montaje tradicional, mostrando dos veces el mismo hecho, sorprendiendo y desconcertando al espectador.
En su propia estupidez, los señores van a caer en el mayor de los absurdos, son incapaces de salir de una habitación y ni siquiera saben el motivo. Al principio ponen excusas para no abandonar la estancia y evitan hablar de ello. Pero finalmente deben admitir que algo está sucediendo. Poco a poco, los invitados irán perdiendo todo su barniz de lujo y distinción. Se van convirtiendo en gente desesperada que lucha por sobrevivir, como lo harían las clases más desfavorecidas. Incluso lo más sagrado se torna mundano. Realmente no hay tanta diferencia entre los señores y sus sirvientes. Toda la educación y todo el protocolo no sirven de nada y desaparecen conforme avanza la trama. Los protagonistas se ven obligados a vivir hacinados y habilitar improvisados retretes. Previamente una invitada había dicho que el pueblo llano sufre menos que los ricos, tal es la superioridad que creen tener sobre la plebe. Pero tal superioridad se disipará ante esta extraña situación límite.

Por otro lado, la mirada que Buñuel dirige hacia los sirvientes tampoco es muy benévola. Por algo se le ha llamado a veces "el director más cruel del mundo". Los sirvientes ponen excusas y se van de la casa. Parece que intuyen que algo va a pasar y se ausentan antes de que empiece la cena. Podría interpretarse que Buñuel ejerce una feroz crítica hacia los obreros que trabajan para las clases dominantes mostrándolos como cobardes y mezquinos. Pero no todos huyen, el jefe de camareros permanece junto a sus amos y dice no poder abandonar tampoco la habitación. ¿Es su miedo real o sólo lo hace para aparentar formar parte de una clase social superior? ¿Está dispuesto a morir sólo por estar junto a sus amos? ¿Tal es su grado de servilismo?
Se podría encuadrar esta película dentro del subgénero de personas atrapadas en un espacio reducido debido a una amenaza, como en films recientes como La niebla o La trampa del mal. Aunque en este caso no es una amenaza física exterior (léase un monstruo o una catástrofe) sino psíquica. Lo que les impide salir es un miedo irracional, su propia hipocresía se torna en un ilógico miedo colectivo. ¿Miedo a qué? ¿A nada en concreto y a todo? ¿al exterior de la habitación? ¿a vivir sin sus criados? ¿a mostrarse como son?. Con este argumento el film podría haber sido una película de terror o de ciencia ficción pero Buñuel tiñe la trama de elementos surrealistas y huye caer en un género concreto.
A la mencionada repetición de escenas hemos de sumarle elementos tan desconcertantes como la escena de la mano o la aparición de el oso y el rebaño de ovejas. ¿Qué quiso decirnos Buñuel con estos animales? Yo opino que el oso puede simbolizar el lado más salvaje del ser humano, ese lado que los invitados creen que no poseen o intentan ocultar a los demás. Es su lado salvaje que poco a poco va aflorando, dejando en evidencia su pretendida superioridad. También hay quien ve al oso como al comunismo que amenaza a las clases privilegiadas del mundo capitalista. El rebaño sería un símbolo del instinto gregario del ser humano, un instinto que los burgueses creen haber superado pero que finalmente les atrapa. Los mismos corderos que simbolizan a la sociedad son sacrificados para alimentar a estos pocos burgueses en apuros, otra interesante metáfora.

Aun cuando consiguen salir de la habitación, la pesadilla no ha acabado. En la escena final, los burgueses celebran una misa para agradecer que han conseguido salir. Dentro de la catedral sienten otra vez ese miedo insuperable que les impide salir. Una vez más, un rebaño entra en escena. Para Buñuel (que era ateo, gracias a Dios) tanto las clases pudientes como el resto de la sociedad (simbolizados en el rebaño) han caído en las redes de la religión. Es como si Buñuel pensara que la religión paraliza a las masas y evita la evolución de las sociedades. O simplemente, todos estos elementos no significan nada, está ahí por puro capricho o casualidad.

En cuanto al rodaje, Buñuel siempre se quejó de que no pudo rodar la película con el presupuesto adecuado. Debería haberla rodado en Francia o en otro país más desarrollado con un presupuesto más holgado que le hubiera permitido reflejar todo el lujo que rodea a las clases más pudientes, pero no fue posible. Tuvo que contentarse con rodarla en México con un presupuesto muy escaso. Como ejemplo, no consiguió un juego de servilletas decente y sólo pudo mostrar una que era propiedad de una maquilladora. Como anécdota se puede señalar que Marilyn Monroe visitó el set de rodaje y se fotografió con el reparto.

En la versión francesa del film, Buñuel añadió este esclarecedor mensaje previo a la película:
"Si el filme que van a ver les parece enigmático e incoherente, también la vida lo es. Es repetitivo como la vida y, como la vida, sujeto a múltiples interpretaciones. El autor declara no haber querido jugar con los símbolos, al menos conscientemente. Quizá la explicación de El ángel exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna".

Amén.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿no existe foto de MArilyn con buñuel?

Calanda dijo...

En la versión en video para el mundo hispanohablante está capada la entrada repetida a la mansión por que el productor Alatriste no la entendía ni la aceptaba. Lamentable. La versión original del autor esté en Criterion, menos mal.

Anónimo dijo...

La verdad es que 50 años después esta película sigue siendo tan enigmática y simbólica como lo fue en su día. Muchos otros han bebido de la irreverencia de Buñuel, desde Lynch a Von Trier.

Anónimo dijo...

Recuerdas la repetida escena del vitral?

la escena del niño que sale detras del globo?

la del sitio de la casa por parte de la policia?

no solo no se podia salir, tampoco se podia entrar, es el simbolismo del alma que yace encerrada en el cuerpo, junto con los multiples demonios del pensamiento.

El angel decide darles una oportunidad pero no es aprovechada y vuelve a capturarlos en la iglesia.

Es un angel, no tiene que ser vicible, mas su influencia cerraba los caminos de los ocupantes de la casa, los sirvientes salieron a tiempo y el que se quedó era igual a los demás ocupantes de la habitación.

Realmente tiene una connotación critica a las clases sociales pero si algo deja en claro es el poder mortal del angel y como todo ser divino tambien su compacion.

Anónimo dijo...

Hay críticos que señalan que la película de Buñuel, al igual que la mayoría de su filmografía, está exenta de simbología, y que los protagonistas son burgueses únicamente para realzar la brutal transición de sus delicadas educación y formas a la brutalidad y el salvajismo que muestran después, pero que bien podían haber sido clases más bajas las representadas.

Posiblemente lo más interesante sean las múltiples interpretaciones a las que se presta tan extraña y enigmática película.

venew dijo...

Tendrás referencias??