viernes, 7 de octubre de 2011

A todo gas 5 (Fast & Furious 5)




Reconozco que un día tonto lo tiene cualquiera y más si es un día de vacaciones. Uno de estos días en los que te dices: voy a desconectar el cerebro, pongo a tope el 5.1 y me lo voy a pasar en grande con una peli chorras de acción. No todo va a ser cine de Terrence Malick.


Me habían recomendado esta peli, así pues, me dispuse recientemente a ver A todo gas 5 sin haber visto ninguna de las anteriores entregas a excepción de la primera. No soy un gran aficionado a la velocidad ni a las carreras de coches, ni siquiera veo la Formula 1, pero me lo pasé en grande con esta peli. Vale que el guión es de lo más simplón que te puedas imaginar y que es una mera excusa para mostrar chicos y chicas guapos e intercalar carreras de coches, esto ya lo sabíamos todos. Pero te hace pasar un rato entretenido debido a su descarado afán de mostrar chicas en bikini y chavales cachitas sin venir a cuento. Esta saga da al público aficionado al tunning todo aquello que puede desear ver, ni más ni menos. Yo ni siquiera llevo una pegatina en mi coche, pero la peli me ha entretenido.

Analizar esta peli desde un punto de vista adulto nos obligaría a relatar las innumerables incoherencias del guión y algunas escenas realmente ridículas que me sonrío sólo de pensar en ellas. Venga, os cuento una escena que me dio grima de lo forzada que queda: esa primera escena entre Vin Diesel (¿el tipo más duro del universo tras Chuck Norris?) y Elsa Pataky (o la cirugía creó a la mujer) es para incluirla en la antología del bochorno cinematográfico. Ese Vin Diesel ultra duro (o cool que dicen ahora los pedantes) resulta especialmente risible durante todo el film. Pero la escena en el apartamento de ella tiene el diálogo más ridículo que recuerdo. Desde luego, la historia de amor entre estos dos grandes actores queda totalmente irreal y no hay quien se la crea, pero sólo un poquito más que el resto del film.

Hay que destacar que otra gran mole del cine de acción se incorpora a esta saga interpretando (jejejeje, es broma) a un duro poli, me refiero a Dwayne Johnson alias The rock, otra masa de músculos parlante que nunca debió salir del gimnasio. Su personaje es otra buena fuente de diversión involuntaria, su pelea con Vin Diesel demuestra que estos dos tipos dan lo mejor de sí cuando no tienen que hablar. Que no, que de la Pataky no pienso hablar, que no es culpa suya que su papel resulte tan desastroso. Ocurre que su personaje de dura policía súper motivada que se cambia de bando sólo por cruzar cuatro palabras con Vin Diesel no sería creíble ni aunque lo interpretara Cate Blanchett.
Pero, a pesar de lo comentado hasta aquí, no penséis que no me gustó. Hay que reconocer que las escenas de acción y persecuciones están rodadas de coña. Están llenas de adrenalina y destrucción. Me gustó mucho la escena del robo en el tren, me dejó con la boca abierta, no me duelen prendas en reconocerlo. No puedo evitar comentar ese robo de la caja fuerte, simplemente hilarante, tan contrario a las leyes de la física que hasta un pollo hasta las cejas de crack notaría que es imposible arrastrar así un objeto tan pesado por toda la maldita ciudad. Un despropósito total que logra su objetivo de hacerte pasar un buen rato (aunque sólo sea riéndote de las gilipolleces del guión). Por cierto, aunque no hayas visto el resto de las entregas, no pasa nada, casi mejor, eso que te ahorras. El film se entiende perfectamente, la verdad, ni siquiera se han debido de preocupar de dar una mínima cohesión entre las entregas. Con rescatar personajes de las anteriores pelis ya está conseguida toda la coherencia necesaria.

Ideal si te apetece ver coches, vaciladas, chicas jamonas y bíceps súper desarrollados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ole, ole y ole con un par!!! admitiendo que un cinéfilo de pro se lo puede pasar en grande con pelis de este tipo, muy bien. Hay mucho gafapasta intelectualoide que nunca lo reconocería.