lunes, 14 de julio de 2014

Santa sangre (1989)


 Como siempre que nos acercamos a un film del chileno Alejandro Jodorowsky, debemos hacerlo con las debidas precauciones. No estamos ante un film convencional ni apto para todo tipo de sensibilidades.

 Una vez puestos sobre aviso, Santa sangre tiene más de giallo (subgénero de terror italiano que triunfó especialmente en los años 70 y cuyo mayor exponente fue el director Darío Argento) que de surrealista ejercicio de agitación de conciencias.  Jodorosky filma el guión de Claudio Argento, hermano de Darío Argento y productor del film. La puesta en escena de algunos crímenes y los litros de sangre falsa la acercan al giallo. Aunque el guión no era suyo, Jodorowsky afirma que Santa sangre es una de sus películas favoritas ya que pudo dirigir a todos sus hijos (Adan, Teo y Axel) y ni siquiera se reservó un pequeño papel para sí mismo venciendo así su narcisismo (¿?).  Jodorowsky se las arregló para transformar esta historia ajena en algo propio. En Santa sangre sigue habiendo elementos que parecen sacados de su surrealista y catártica manera de entender el cine: amputados, enfermos mentales, enanos y cruedad extrema. Tampoco podemos obviar la influencia de films de Todd Browning como La parada de los monstruos (Freaks) o Garras humanas (The unknown).

 Fénix (nombre de ave mitológica con la capacidad de renacer de sus cenizas) es un joven que vive en un psiquiátrico viviendo como si fuera un pájaro. Vive encaramado a un árbol y se niega a comer comida cocinada, por el contrario prefiere comer un pez crudo. Fénix fantasea con ser un pájaro que sobrevuela la ciudad de México hasta llegar al circo en el que se crió y en que se originó todo el trauma que lo marcó de por vida.
 Fénix es el hijo de Orgo, un norteamericano lanzador de cuchillos que regenta un circo llamado Gringo y lleva un águila tatuada en el pecho. No pueden ser más obvias las referencias a la cultura yanqui. Por su parte, la madre (Concha) es la líder de una secta (La santa sangre) que venera a la santa Lirio, una joven colegiala que fue brutalmente violada y mutilada. Su templo se ubica en el lugar del martirio de la santa donde brotó un lago de sangre. Cuando el representante de la autoridad eclesiástica va al lugar de los hechos para comprobar in situ el culto, descubre que todo es falso. Este hecho nos rebela el tiránico carácter de la madre y su capacidad de influir en otras personas. Fénix ama a su madre pero debe aceptar que no está en su sano juicio y que su influencia no es positiva. Lo mismo se podría decir de su narcisista padre y su tendencia hacia las relaciones extra matrimoniales.

Fénix sufre la trágica experiencia en la que su madre (Concha) castra a su padre (Orgo), tras lo cual él la mutila salvajemente con sus cuchillos para acabar suicidándose. Por si fuera poco, Fénix también debe soportar la pérdida de Alma, su amor platónico, una niña sordo muda que parece ser la única que le comprende. Normal que tales experiencias marquen para siempre la psique del muchacho.

  Fénix se sobrepone a su trauma proyectando sus deseos y frustraciones, lo que le lleva a crear una realidad a su medida. Las múltiples interpretaciones de las relaciones paterno filiales son evidentes: un padre irresponsable y adúltero que tatúa a su hijo su mismo tatuaje en el pecho para convertirlo en un hombre a su imagen y semejanza (por cierto, se dice que Jodorwsky tatuó realmente a su hijo ese tatuaje en el pecho). Por otro lado Fénix se viste en un momento dado como su padre y también lanza cuchillos como él, aceptando esa parte de sí mismo.

 Sin embargo, quien domina en su mente es la madre, una madre castradora (nunca mejor dicho) y brutal que obliga a su hijo a eliminar todo atisbo de deseo sexual eliminando los objetos de deseo. Para ella, el sexo es un catalizador de tragedias. Tras el trauma su madre le necesita y juntos se complementan (otra constante del cine de Jodorowsky), juntos forman una persona completa bajo el control de su madre.

 La madre es la representación de todo la malo (odio, ira, egoísmo, dominación), mientras Alma es la representación de todo lo bueno (bondad, amor, vida). Esas representaciones de lo bueno y lo malo se proyecta sobre las mujeres, por lo que Fénix parece tener una ambigua relación con ellas. Por un lado le atraen, pero por otro lado su madre le obliga a matarlas con sus manos ya que ella no puede hacerlo. El padre (Orgo) acaba triunfando finalmente al lograr que su hijo se transforme en él (incluso se viste como él en una escena). Sólo al final, en la mente de Fénix se volverá a restablecer un equilibrio cuando acepte la influencia de Alma (lo positivo) eliminando para siempre de su mente la figura de su madre.

 Si os ha parecido una trama bizarra y truculenta, no puedo culparos. Ya os he dicho que no es una cinta para todo tipo de estómagos. Lamentablemente, el ritmo decae bastante cuando el film se convierte en una mera sucesión de asesinatos. Llegados a ese punto, sabemos lo que va a acabar pasando con los personajes, por suerte, la cosa retoma el interés hacia el final con algún giro realmente notable y una puesta en escena simple pero efectiva.

 Como hemos apuntado otras veces, Jodorowsky es un director interesante por la simbología de sus películas pero técnicamente muy pobre. Se le nota poco versado en el ritmo cinematográfico y el estilo narrativo. Su cine adolece de esa falta de calidad tras la cámara (él mismo reconoce que no es buen director ) y sus nulas nociones sobre el montaje. Si bien no ha aportado nada notable técnicamente hablando al cine, su influencia ha sido decisiva en directores posteriores como Nicolas Winding Refn y su Sólo Dios perdona ( film que bebe directamente de Santa sangre en más de un aspecto). También se puede ver cierta influencia en Enemy, en todas estas películas la figura de la madre es representada como un elemento represor de la psique del hijo.

Por cierto, me gustó mucho la banda sonora de Simon Boswell, una bizarra combinación de folclore y música de film de terror.
 Resumiendo, Santa sangre es un inclasificable cruce entre pelicula de terror psicológico y pesadilla surrealista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bizarra es poco, siendo lo más digerible de su autor, es muy desagradable, no me gustó.

Anónimo dijo...

el cine de este tipo es raro raro raro pero aquí es además desagradable y barato, mucha simbología que no lleva a ningún sitio