lunes, 31 de agosto de 2009

Roxy Music: Virginia Plain

Otro grupo mítico del glam inglés de los 70. Siempre que se habla de Roxy Music se destacan sus portadas con chicas ligeras de ropa y la figura del siempre elegante Bryan Ferry. Pero yo prefiero el otro Brian, Eno. El genial productor Brian Eno empezó su carrera como teclista y manipulador de sonidos en Roxy Music. Pero los demás miembros pronto se cansaron de sus experimentos sonoros y lo echaron por raro. Luego produjo discos para David Bowie (Heroes, Low, Outside), U2 (The Joshua tree, Achtung Baby, Zooropa, No line on the horizon) o Coldplay (Viva la vida). Phil Manzanera era el guitarrista y también acabó produciendo a grupos como Héroes del Silencio.







Letra:
Make me a deal and make it straight



All signed and sealed, I’ll take it



To Robert E. Lee



I’ll show itI hope and pray he don’t blow it ’cause



We’ve been around a long time just try try try tryin’ to



Make the big time…



Take me on a roller coaster



Take me for an airplane ride



Take me for a six days wonder but don’t you



Don’t you throw my pride aside besides



What’s real and make believeBaby Jane’s in Acapulco



We are flyin’ down to RioThrow me a line I’m sinking fast



Clutching at straws can’t make it



Havana sound we’re trying hard edge the hipster jiving



Last picture shows down the drive-in



You’re so sheer you’re so chicTeenage rebel of the week



Flavours of the mountain steamline



Midnight blue casino floorsDance the cha-cha through till sunrise



Open up exclusive doors oh wow!



Just like flamingos look the same



So me and you, just we two got to search for something new



Far beyond the pale horizon



Some place near the desert strand



Where my Studebaker takes me



That’s where I’ll make my stand but wait



Can’t you see that Holzer mane’



What’s her name



Virginia Plain







viernes, 28 de agosto de 2009

CARRETERA PERDIDA (Lost highway, 1997)


Desde que vi Terciopelo azul con 10 años soy fan del mundo insano de David Lynch . Lynch es pintor antes que director, así que sus films plasman impresiones o sensaciones antes que acciones de los personajes. Ya sé que es un director maldito pero tiene verdaderas maravillas en su filmografía, a la ya citada Blue Velvet , habría que añadir la serie Twin Peaks , y las películas El hombre elefante, Corazón salvaje y Una historia verdadera . Quizás su última gran obra sea Lost highway (Carretera perdida), para mí es su mejor película técnica y artísticamente hablando.

Cuenta David Lynch que un día alguien llamó a su portero automático y dijo “Dick Laurent está muerto”. Parece ser que ese alguien se equivocó de timbre ya que Lynch no conocía al tal Dick Laurent, partiendo de esta anécdota (falsa o no, quien sabe) escribió con el novelista Barry Gifford el guión de Lost Highway .

Ya vale de tanto rollo, ¿de qué demonios va la peli? Fred (Bill Pullman) es un saxofonista de Jazz casado con Renée (Patricia Arquette, actriz que quizás ahora sea más conocida por la serie Medium, en su mejor momento físico y artístico) de quien sospecha que le es infiel. Misteriosamente empiezan a aparecer en la puerta de su casa unas cintas de video. Alguien les está filmando desde fuera de su casa, cada vez más cerca, incluso dentro de la casa. En la última cinta Fred se ve a sí mismo junto al cuerpo mutilado de su mujer.


La película podría considerarse como un ensayo sobre la dualidad , quien somos y quien nos hubiera gustado ser. Si fuéramos esa otra persona, cometeríamos los mismos errores?. Si nos dieran una segunda oportunidad, volveríamos a tropezar en la misma piedra? Al protagonista le dan una segunda oportunidad (o quizás sólo sea un sueño ) como una persona más joven y sin culpa, Pete .
Las cosas parecen irle bien en su nueva vida a nuestro protagonista, pero se le empezarán a torcer debido a la aparición de Patricia Arquette convertida esta vez en la rubia Alice . Ella será ese objeto de deseo irresistible y fatal, la mujer-trampa. Al igual que Kim Novak en Vertigo , representa dos papeles totalmente opuestos (rubia y morena) aunque al final sean la misma persona.
Poco a poco Fred/Pete se irá dando cuenta que está repitiendo los mismos errores del pasado, intentará huir de su destino y se verá envuelto en una espiral sin salida, una carretera perdida. Las dos vidas paralelas se fundirán en una pesadilla de la que quizás nunca consiga salir.

Lost highway es toda una experiencia audiovisual por muchos motivos, voy a citar algunos:

- Los impactantes títulos de crédito iniciales, con esos faros alumbrando la carretera a toda velocidad sin rumbo aparente mientras David Bowie canta “I’m deranged” (Estoy transtornado). Toda una metáfora de nuestras vidas y de la de Fred, intentamos ver lo que nos depara el destino pero sólo alcanzamos a iluminar brevemente el camino ante nosotros.

- La perfecta combinación de imagen y sonido. Una banda sonora maravillosa llena de ruidos y canciones de todo tipo (del rock industrial de Nine inch nails o Rammstein al Jazz de Barry Adamson pasando por la habitual música de Angelo Badalamenti ) que se fusionan con las imágenes creando un espectáculo inolvidable .

- Lost Highway es una combinación de estilos: thriller, terror, misterio, hay bastantes homenajes al cine negro y a la estética de los 50 (los coches, Renée lleva el mismo peinado que la pin-up Bettie Page).

- Fue una de las primeras películas en las que aparatos cotidianos como los porteros automáticos, los teléfonos y las cámaras de vídeo asustan y desconciertan al espectador. Más que servir para comunicarnos, nos aislan y aterrorizan. 

- Un montaje meticuloso y genial en el que nada está puesto al azar. Todo tiene un sentido: cada mirada y cada oscuro pasillo tienen su significado. Ya sabemos cómo de las gasta la mente del señor Lynch.

- Las influencias que ha generado: desde una ópera (no es broma) o el film Caché de Michael Haneke o un disco de Bon Jovi (llamado Lost Highway y con una portada muy similar).


En definitiva, un film tan perturbador como fascinante.
10

lunes, 24 de agosto de 2009

Exorcismo en Connecticut (The Haunting in Connecticut)


Una familia se traslada a una casa en Connecticut debido a los problemas de salud de uno de sus hijos. Pero no saben que su nueva casa guarda un secreto.

Si hay un género que está en clara decadencia desde hace varias décadas, ése es el género de terror. Hace años que no se innova casi nada y los que abordan dicho género suelen dedicarse al remake o la mala copia. Hay excepciones, por supuesto (Déjame entrar, Rec), pero por lo general el género ha caído en una profunda crisis creativa que no parece tener salida.

Exorcismo en Connecticut (no sé a qué viene ese título, no hay ningún exorcismo en el film) es otra peli más de casas encantadas y fantasmas que acechan a una familia. Nada que no hayamos visto ya en films como Poltergeist o Amityville. La novedad no radica en que dice basarse en hechos reales (algo que casi nunca suele ser cierto) sino en que la familia protagonista pasa por un auténtico y terrorífico drama antes de que empiece lo sobrenatural . La enfermedad parece haberse cebado en el hijo mayor y toda la familia está pasando un muy mal momento. Si encima te metes en una casa maldita llena de desagradables sorpresas… lo vas a pasar francamente mal.

Al menos no son la típica familia feliz ni los típicos jóvenes estúpidos que estás deseando que vayan cayendo uno a uno. Un punto de partida original siempre es de agradecer.

El film logra inquietar a base de sustos bastante logrados (alguna aparición) y crea una atmósfera insana durante la primera mitad del film que es muy de agradecer en este tipo de películas. La trama está bien llevada, el debutante Peter Cornwell consigue crear la tensión justa. Yo me pegué un par de sustos e incluso quise apartar la mirada en algún momento.

Luego el film va avanzando y conforme vamos averiguando el origen de los fenómenos extraños el misterio se va diluyendo y el terror desaparece. Suele pasar. Acaba cayendo en los tópicos de este tipo de pelis (la escena del cuarto baño, la fruta, los portazos, las luces, etc).

Los actores están bien, yo destacaría a Elias Koteas (Crash), Virginia Madsen (intentando dejar atrás su pasado como chica mona) y el joven Kyle Gallner en su atípico personaje de adolescente con problemas. Amanda Crew (Sex Drive) también aparece en un papel algo innecesario.

Yo la recomendaría si te gustan los sustos y pasar un mal trago aunque luego el film se desinfle bastante.

4,5


The Cure: Disintegration


Con el LP Disintegration, The Cure llegaron a su cima creativa en 1989. Hay que ver cómo pasa el tiempo. Tras una década en la que pasaron del post-punk al movimiento siniestro para saltar al  pop, Robert Smith entregó un disco de 71 minutos con 11 canciones muy poco radiables en las radiofórmulas. Era un disco tranquilo, ideal para escuchar mientras cae la lluvia.

El sonido del disco era bastante denso, acuoso, totalmente melancólico, triste, perfecto para hundirte en una depresión. Las guitarras suenan como oídas a través de la lluvia, mientras los teclados y las bases rítmicas te arrastran hacia la desesperación. La voz de Smith suena deprimente, cansada, susurrante mientras va desgranando unos versos que hablan de desamor, hastío y pérdida de toda esperanza. El inexorable paso del tiempo lo va desintegrando todo a su paso, los amores y las amistades incluidos.

Bellas canciones como Lovesong, Pictures of you, Prayers for rain o The same deep water as you son la tristeza personificada. El disco es una radiografía de la desintegración de una pareja, un grupo amigos o una banda de música, da igual. Todo se ha ido al carajo y ya sólo queda lamentarse y recordar lo bonito que fue mientras duró. Un halo de profunda tristeza se apodera del oyente desde el primer sonido. 

 La grabación del disco que representaba una vuelta al sonido oscuro de primeros de los ochenta estuvo llena de incidentes. Se produjo un incendio en la habitación en la que Smith guardaba las letras de las canciones y tuvo que jugarse la vida para recuperarlas de entre las llamas. Buena parte de las páginas se habían quemado por lo que Smith se aisló deliberadamente del grupo para completarlas rápidamente. También fue la primera vez que Smith llevó al estudio sus partes de guitarra grabadas previamente en su casa. El aislamiento de Smith era cada vez mayor.  Parecía que el final del grupo estaba cerca, sentimiento afianzado por la expulsión de Lol Tolhurst (único miembro fundador que restaba en la banda junto con Smith) al terminar la grabación debido a sus problemas con la bebida. La tensión en el seno del grupo era evidente. Quizás por todo ello el disco tiene ese carácter tan melancólico.

 La compañía de discos se echó las manos a la cabeza al oír lo que el grupo de Robert Smith había grabado, no había singles potenciales!! todas las canciones eran demasiado largas y lentas. The Cure estaban en la cima de su popularidad y un disco así podía acabar con su estado de banda de culto pero a la vez superventas que había adquirido con los discos The head on the door (1985) y Kiss me, kiss me kiss me (1987). Finalmente lograron que Smith permitiera la inclusión de Lullaby, destinada inicialmente a ser una cara b ya que no encajaba con la temática del resto del álbum, y acertaron: fue su mayor éxito a nivel mundial. El vídeo de Lullaby fue dirigido por Tim Pope (su director habitual) y es de los que hicieron época, las imágenes de Robert Smith en la cama, cubierto de telas de araña o siendo tragado por una vagina peluda son imborrables de nuestra memoria.
A pesar de lo prometido, Smith volvió a reunir al grupo en 1992 con el disco Wish (otra joya por motivos bien distintos) y con energías renovadas. Pero a partir de ahí su carrera ha sido bastante irregular (por no decir en caída libre). Smith sigue anclado en su imagen de los años 80 y  cada cierto tiempo amenaza con la definitiva desintegración del grupo. Al menos siguen haciendo conciertos memorables en los que nunca faltan al menos 4 ó 5 canciones de este disco que nos ocupa.

Siempre nos quedará Disintegration para los días de lluvia. No sé si se habrá notado que adoro a este grupo y a este disco en particular.

jueves, 20 de agosto de 2009

Trailer de AVATAR, lo nuevo de James Cameron


Por fin ha llegado el trailer de la nueva película de James Cameron, responsable de hacernos pasar muy buenos ratos en una sala de cine con films como Terminator (1 y 2), Aliens, Abyss o Titanic. La cosa tiene buena pinta, promete aventuras y escenas espectaculares. Cameron se ha pegado casi una década elaborando los efectos visuales en 3D. Sólo espero que en el guión hayan dedicado al menos un fin de semana.


miércoles, 19 de agosto de 2009

Resacón en las Vegas (The hangover)


Cuatro amigos viajan a Las Vegas para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos. Pero a la mañana siguiente ninguno recuerda nada de lo sucedido y el novio no aparece por ningún sitio.


Pues debe ser por el verano, las vacaciones o lo que sea que me he decidido a ver un par de pelis de estas que se suponen que son comedias sin ninguna pretensión y que te garantizan pasar un buen rato sin más.

Decidí empezar mi periplo por las comedias veraniegas con Resacón en las Vegas. Su director Todd Phillips no es ningún genio pero su Viaje de pirados me hizo reír un par de veces en su día cuando la vi, del resto de su filmografía no he visto nada, no me llama la atención.

Al lío, Resacón en las Vegas es una comedia (palabra muy desprestigiada hoy en día: a cuatro chistes soeces y cuatro señoras ligeras de ropa se le llama comedia) sin mayor pretensión que hacerte pasar un buen rato.

El guión no es muy original, la verdad, es la evolución de las comedias de adolescentes en busca de sexo pero con protagonistas treintañeros. Tiene algún golpe divertido (casi siempre a costa del mismo personaje) y en general se ve sin problemas y no aburre (que es de lo que se trata en una comedia). Por supuesto, está el típico coche prestado al que le va a pasar de todo. El guión está lleno de incongruencias pero este tipo de pelis no son para pensar ni para buscarles el sentido. Son para dejarte llevar un ratillo y olvidarte del calor.

Los personajes son los típicos de toda comedia de juergas y drogas americana: el pardillo, el listo, el pirao y el normal. Por supuesto habrá chicas monas (una desaprovechada Heather Graham), situaciones embarazosas y malentendidos con personajes peligrosos (Mike Tyson incluido).

Por otro lado parece que el film es un publirreportaje de Las Vegas, panacea del sueño americano. Todo es posible en Las Vegas y lo que pasa allí se queda allí. Pues muy bien. Como si no se lo pudiera pasar uno bien en cualquier otro sitio.

Como los personajes no se acuerdan de lo acontecido en la noche de autos y el espectador no lo ha visto, todos asistimos con cierto asombro a las pistas y revelaciones que se van sucediendo a lo largo del film sobre qué demonios pasó la noche en cuestión. Lo de no mostrar la acción principal no es nuevo, ya lo hizo Kubrick en Atraco perfecto o el mismo Tarantino en Reservoir dogs, pero sigue siendo un recurso que funciona.

En cuanto a los actores, pues Ed Helms (el pardillo), Zach Galifianakis (el pirao) y Bradley Cooper (el listo) me parecieron que pueden dar cierto juego en este tipo de pelis, no es que sean grandes actores pero los dos primeros tienen la cara de chiste ideal para estas comedias y el otro es guapete.

Por cierto, los títulos de crédito finales son lo más alocado y divertido del film. Una buena manera de acabar un film sin ninguna pretensión.

5

lunes, 17 de agosto de 2009

David Bowie: Moonage daydream

1972. Bowie estaba en la cima del mundo con su alter ego Ziggy Stardust y sus canciones sobre extraterrestes y jóvenes confusos sexualmente. Era el apogeo del Glam. Tremenda puesta en escena y tremendo solo de guitarra de Mick Ronson.

domingo, 16 de agosto de 2009

RÉQUIEM POR UN SUEÑO (Requiem for a dream, 2000)


Todos estamos enganchados a algo, admitámoslo. Ya sean las pastillas, el móvil, el café, las tragaperras, el tabaco, la consola, el chocolate, el carajillo, el cine o los reality shows.

 Todos dependemos de algo. También todos tenemos sueños. Unos queremos perder peso, otros queremos más dinero, otros ansiamos un amor o salir en un concurso de la tele. La sociedad que nos muestra Darren Aronofsky (The Wrestler) está llena de gente infeliz que busca conseguir sus sueños. Lástima que los medios elegidos no sean los más acertados. El ser humano es un ser débil, demasiado débil.

Siguiendo en la línea de recomendar grandes películas poco conocidas, hoy le toca el turno a la difícil Requiem por un sueño. Una peli realmente arriesgada y dura, de las que peor cuerpo me han dejado tras verla (empata con Bailar en la oscuridad).

Darren Aronofsky se estrenó con la rarísima “Pi” y ha triunfado con The Wrestler pero su segunda película dio un paso de gigante hacia el olimpo de los directores de culto. Réquiem por un sueño es una historia sobre yonquis, amas de casa y atajos hacia la felicidad que acaban en el infierno. Todo ello narrado, rodado y montado magistralmente con un ritmo que va acelerando hasta acabar en los 20 últimos minutos más duros y vertiginosos que recuerdo. La música de Kronox Cuartet es genial y acompaña perfectamente las escenas. Recuerdo momentos de agobio inolvidables como la escena del frigorífico, nunca pensé que un electrodoméstico me pudiera asustar tanto, o momentos simple y llanamente repulsivos hasta la náusea.

Los actores están realmente bien, Jennifer Connely demuestra que es mucho más que una cara bonita y Jared Leto (Fight Club) da el pego. Pero la triunfadora es Ellen Burstyn que está simplemente brutal. Su personaje de la ama de casa que desea perder uno kilos es de los más conmovedores que he visto en mi vida.

Una película muy dura que yo obligaría a ver en todos los institutos. Seguro que es mucho más efectiva que todas las campañas antidroga gubernamentales.

Quizás el sueño americano haya muerto y esta película sea su réquiem.

8

miércoles, 12 de agosto de 2009

Enemigos públicos (Public enemies)

Chicago, 1933, John Dillinger (Johnny Depp) es el atracador de bancos que trae de cabeza a las fuerzas del FBI con su fundador J. Egdar Hoover al frente. El agente Purvis (Christian Bale)será el encargado de darle caza.




Michael Mann
ya triunfó en la tele de los ochenta con la serie Corrupción en Miami (Miami vice). Ya entonces estaban claras las constantes de su futuro cine: polis, malos, tiroteos, planos a cámara lenta y fotografía y música muy cuidadas.
Cuando se pasó a dirigir películas realizó films bastante logrados como Heat, Ali o Collateral pero nunca llegó a hacer una gran película que lo encumbrara. En cine hay que sumarle un par de constantes más: la cámara al hombro y el exceso de metraje.

Ahora tampoco parece que logre colocarse en la cima con Enemigos públicos. En su nuevo film están sus constantes de siempre pero trasladadas a los años 30. Y sinceramente creo que su particular estilo televisivo no se ajusta bien a la época de la gran depresión. Las cámaras digitales de alta definición dan una tensión especial a las escenas y Mann ya las ha usado en tiroteos (el atraco de Heat me parece memorable) pero aquí no acaba de encajar ni aporta nada nuevo.


Técnicamente la película está bien y tiene buenas escenas (el hotel, la fuga, la comisaría, el cine). Pero Mann sigue sin saber desarrollar personajes ni darles el interés necesario. Los personajes de esta peli son demasiado planos y nunca se nos hacen atractivos o interesantes. mann se preocupa más por la forma que por el fondo, da espectáculo pero no emociona ni retrata a los personajes de forma eficiente.


Supongo que las hieráticas interpretaciones de Johnny Depp (que suele dar el pego bajo kilos de maquillaje en los films de Tim Burton pero que a cara descubierta evidencia sus límites) y Christian Bale (con su misma cara de siempre) tampoco ayudan mucho. Me gustó mucho más Marion Cotillard (La vida en rosa) como la novia de Dillinger.

Los secundarios apenas tienen profundidad, no se nos cuenta nada sobre ellos, no sabemos de dónde han salido ni cuáles son sus motivaciones. Muchos van desapareciendo sin tiempo para que el espectador se aprenda sus nombres o se encariñe con ellos.

Mann ha realizado un buen intento pero no ha logrado hacer la gran película sobre ladrones de bancos en la gran depresión que él quería. Para eso ya tenemos la inolvidable Bonnie and Clyde.

6

David Byrne - Ausencia

Temazo. El original de Goran Bregovic aparece cantado por Cesarea Évora en la imprescindible banda sonora del film de Emir Kusturica, Underground. Pero aquí pongo la interesante versión con toques caribeños del siempre genial David Byrne (ex Talking heads).


lunes, 10 de agosto de 2009

BRÜNO

Brüno es un presentador gay de la televisión austríaca que cae en desgracia y decide intentar convertirse en una estrella de Hollywood.


Hay que reconocerle a Sacha Baron Cohen (Ali G, Borat) su mérito, aparte de ser un buen cómico que lleva a sus personajes hasta las últimas consecuencias es un tipo valiente. O igual es que es idiota perdido o un inconsciente de cuidado, pero me inclino más por la primera posibilidad. Sea como sea, sus pelis son un cúmulo de performances incómodas y chistes de mal gusto. Pero son divertidas y no temen meter el dedo en la llaga de la puritana sociedad norteamericana.

Creo que a parte que criticar al superficial mundo de la moda, la televisión y el famoseo, Brüno se cachondea de los prejuicios que aún existen hacia los homosexuales. Es cierto que lo hace de forma bastante escatológica y que muchas veces rebasa la línea del mal gusto pero… su humor es así. Un humor muy MTV, de trazo grueso, una especie de Jackass pero con cámara oculta.

Al igual que en Borat, la excusa de la cámara oculta y un personaje extranjero con costumbres extrañas le sirve a Sacha Baron Cohen para ridiculizar a algunos de los colectivos más reaccionarios del planeta. Desde los fundamentalistas judíos o palestinos, pasando por los párrocos cristianos que creen que la homosexualidad es una enfermedad, hasta los neandertales que alardean de su masculinidad, todos ellos son puestos en evidencia por la inocente perversión de Brüno. Quizás tras toda la parafernalia de Brüno resida una inteligente sátira que saca a flote las miserias de la sociedad o simplemente haya un marketing vacío. Quien sabe.
Lo que es cierto es que la peli tiene escenas tan soeces y a la vez tan divertidas (la del vidente, la depilación, la cabecera de su programa, el amante pigmeo o el mando a distancia) que provocan la hilaridad de forma irremediable (siempre que no seas muy sensible). La peli tiene muy poca calidad cinematográfica, la verdad, casi tan poca como mucha mala leche y ganas de tocar las narices, algo es algo.

Pues eso, es una chorrada de peli llena de humor soez... pero me reí mucho.
5

sábado, 8 de agosto de 2009

UP


Carl Fredricksen es un vendedor de globos retirado que siempre soñó con viajar con su esposa a las Cataratas Paraíso en Sudamérica. Debe entrar en una residencia para ancianos pero aún le queda ese sueño por cumplir y alguna aventura por vivir.



Sigo pensando que Pixar llegó con Wall-e a un nivel técnico y narrativo prácticamente insuperable. No sólo sus films son una maravilla visual sino que a veces conmueven de forma irremediable. No creo Pixar se supere con su nueva película pero mantiene el tipo sobradamente. En Up nos propone a un protagonista realmente peculiar, no es un héroe al uso (ya sabes: joven, guapo y dispuesto a todo por salvar al mundo y a la chica). El protagonista de Up es un señor mayor (muy parecido a Spencer Tracy), lleno de achaques y malhumorado. Además en la aventura se le pega como una lapa Russell, un niño explorador de lo más tenaz. La pareja debe soportarse y ambos aprenderán algo de el otro al más puro estilo Gran Torino.

Up es un gran film de aventuras apto para todos los públicos, con las dosis justas de humor y emoción. Pero además consigue conmovernos como pocas veces con unas escenas llenas de ternura, reconozco que a mí alguna lágrima se me escapó dentro de las gafas 3D.

La música de Michael Giacchino combina con las imágenes de forma impecable logrando una fuerza tremenda. Hay elipsis narrativas realmente antológicas y en una sola canción te cuentan toda una vida con sus momentos felices y los amargos. El ritmo es perfecto como un reloj suizo y la acción no decae nunca. Los secundarios son realmente divertidos y no dejan de sorprender. La hora y media se te pasa volando (nunca mejor dicho) entre golpes de humor, aventuras y (en mi caso) alguna lágrima.
Vamos, que Pixar nos entrega una vez más un film soberbio, lleno de referencias cinéfilas (Postergeist, La isla del doctor Moreau, Fritzcaraldo) y lleno de buenos sentimientos y sin caer en el sentimentalismo facilón propio de Disney. El tratamiento de temas tan peliagudos como la soledad (infantil o de los ancianos) o la pérdida de los seres queridos es muy correcto y se integra perfectamente en la aventura.


Por buscarles tres pies al gato se podría decir que el guión podría haber estado algo más trabajado (quizás llegan demasiado pronto a su destino) y que los villanos son un poco obvios, muy rollo James Bond (el típico rico excéntrico con cachivaches caros y fieles sicarios no muy listos).

Por cierto, que grandes momentos nos han dado los dirigibles en el cine: Hindenburg, Domingo negro, Indiana Jones y la última cruzada o incluso Panorama para matar. A la lista hay que añadir Up pues la escena final es simplemente antológica.

Una joya que no debes perderte.

8'5



jueves, 6 de agosto de 2009

Florence + The Machine 'Rabbit Heart (Raise It Up)'


Temazo que no consigo quitarme de la cabeza de Florence + the machine perteneciente a su primer disco "Lungs". Un disco totalmente recomendable lleno de extrañas y hermosas melodías y armonías vocales cercanas a Kate Bush.


miércoles, 5 de agosto de 2009

Cadillac Records


La historia de la mítica discográfica Chess Records bien merece ser contada en una película. Creo que es una historia interesante que todo amante a la buena música debe conocer. Porque el rock no salió de la nada, siempre hay un inventor y algún otro que se lleva la fama y el dinero.


Nada más empezar la película se dice una frase muy cierta, cuando esta música la toca un negro la llaman blues, cuando la tocó un blanco la llamaron rock.



La historia de la música no hubiera sido la misma sin las geniales aportaciones de gente como Muddy waters, Little Walter, Chuck Berry o Etta James. Gente como los Rolling Stones, Beach boys, Elvis o Led Zeppelin (ahí es nada) le deben bastante a estos pioneros salidos de Chess records.

La película se inicia en los años 40 en los campos de algodón del los estados del Sur donde nació el blues en las voces de los trabajadores negros. Desde allí Muddy Waters se irá a Chicago en busca del éxito, su forma de tocar la guitarra era una bendición demasiado preciosa como para ignorarla o malgastarla recogiendo algodón. Allí conocerá a Leonard Chess y juntos harán historia.


Por el film veremos cómo personas de color (ciudadanos de segunda en aquella época) acaban convertidas en estrellas, algo que no siempre es fácil de asimilar y que puede ser muy peligroso. Las adicciones y las juergas suelen pasar factura. El éxito puede ser efímero y siempre hay facturas que pagar. Si unimos al cóctel la segregación racial imperante en la llamada tierra de la Libertad tenemos un film bastante interesante. Me gustó especialmente la forma de plasmar cómo la música puede romper las cadenas que separaban a blancos y a negros.

La debutante Darnell Martin (directora de episodios de Urgencias, Life on mars o Anatomía de Grey) realiza un trabajo correcto, sin ningún gran momento que perdure en la memoria pero rueda de forma más que eficiente e imprime a la historia un ritmo ágil.

Yo disfruté mucho sobre todo con las fantásticas canciones, clásicos que nunca viene mal volver a escuchar. Quizás uno eche de menos un mayor tratamiento de los personajes, detenerse un poco en alguno para entender mejor sus motivaciones. Algunos personajes quedan poco definidos (Howling Wolf, Chuck Berry) pero quizás eso le hubiera restado ritmo al film.

Los actores están correctos, Adrien Brody y Jeffrey Wright (W, Quantum of solace) están bastante creíbles. Yo destacaría a Mos Def (Rebobine por favor) como Chuck Berry y a Beyoncé Knowles como Etta James (mucho más guapa que la original, por cierto).


6,5

lunes, 3 de agosto de 2009

INTO THE WILD (Hacia rutas salvajes)


Al amigo Sean Penn no le basta con ser uno de los mejores actores de su generación y enemigo declarado del nefasto ex-presidente George W. Bush, encima es buen director. No es que haga muchas películas, sólo tiene 4 y la anterior (La promesa) databa de 2001, pero son siempre interesantes y recomendables.



En Into the wild, Penn más que narrar simplemente nos muestra bellas imágenes fusionadas con música. No es que la historia real de Christopher McCandless (o Alex Supertramp) y su periplo vital no fueran de por sí interesantes, sino que Penn nos las muestra de una forma poética: voces en off, música, reflexiones, miradas, flashbacks, música, reflexiones, paisajes, flashbacks, más voces en off, más música y así hasta las dos horas y pico.

¿Somos realmente libres dentro de la familia y la sociedad actuales? Esta pregunta, que muchos no se atreven a plantearse, transformó la vida del protagonista y le hizo buscar la libertad. Penn no intenta que compartas las ideas de su protagonista, pero sí que al menos le comprendas.

Por momentos se te puede hacer bastante cuesta arriba, el rollo contemplativo se puede hacer muy duro, un recorte en el metraje quizás no le hubiera venido mal. Muchos detalles no quedan explicados, Penn sólo muestra las cosas, no las explica. Es tarea del espectador decidir si quiere entrar en el juego de comprender a Alex Supertramp o ver el partido de fútbol de ese día.

Si entras en el juego, te encotrarás un film hermoso, sensible, pausado, con un buen guión, con momentos de gran belleza y mucha más carga filosófica de lo que aparenta a primera vista.

Los actores están muy bien, yo destacaría al protagonista Emile Hirsch (Speed Racer, Mi nombre es Harvey Milk) y al veterano Hal Holbrook que hacen unos papelones tremendos. La fotografía y la música están unidas perfectamente, destacando las maravillosas canciones de Eddie Vedder (Pearl jam).

Quizás sea un hueso demasiado duro de roer para la mayoría de los espectadores, pero vale la pena intentarlo.

7,5

domingo, 2 de agosto de 2009

La última noche (The 25th hour, 2002)

¿Cómo te sentirías si mañana fueras a entrar en prisión? ¿Qué harías en tu última noche de libertad de los próximos siete años?

¿Como te sentirías si pensaras que fuiste un completo idiota que ha arruinado su vida por ser demasiado avaricioso? ¿Y si pensaras que tu novia te ha vendido a la poli? ¿Y si encima pensaras que tus amigos están esperando a que entres en chirona para liarse con tu novia? Pero... ¿Qué amigos tienes? Traficantes y mafiosos, no, me refiero a los amigos de verdad, los de la infancia: un broker que te mira por encima del hombro y un profesor con peligrosos sentimientos hacia una alumna adolescente. Vaya panorama.


Que tal un día dentro de la vida de un tipo que lo ha perdido todo. Un tipo al que sólo le quedan la pataleta y la rabia. Todo esto es lo que nos propone Spike Lee en este interesante film del 2002. Un film valiente e inteligente que demuestra que Spike Lee es un director a tener en cuenta, no sólo la joven promesa que fue hace años. Es un gran director, uno de los grandes del momento. La escena del monólogo frente al espejo del baño es toda una maravilla de cómo un hombre vomita su odio hacia la sociedad y hacia sí mismo. Brutal.

Spike Lee parte de un guión inteligente y dirige el film con pulso firme. Si bien al pricipio marea algo al espectador con unos saltos temporales (haciendo que nos cueste identificar en qué momento de la historia estamos) y quizás le sobren algunos minutos, son fallos que no consiguen hacer naufragar a un sólido guion.
Lee logra su objetivo y asistimos con verdadera angustia a las últimas horas de libertad del protagonista. Las conversaciones con su padre (genial Brian Cox), la rabia, los remordimientos, el miedo, las despedidas de los amigos y las dudas hacia su novia están plasmados magistramente configurando un film muy notable. Además, todo un aire de tristeza parece inundar a la ciudad de Nueva york tras el 11-S, la acción se sitúa tan sólo unos meses después y la ciudad aparece aún conmocionada y con rabia. Nada volverá a ser igual.
El film se beneficia de las geniales interpretaciones de Edward Norton (Fight club, American history X, El increíble Hulk), en uno de sus personajes más complejos y logrados. El genial Philip Seymour Hoffman (La duda, Antes que el diablo sepa que has muerto, La familia Savage) nos vuelve a dar todo un recital interpretativo en su papel de reprimido profesor a punto de echar su carrera por el retrete.

Igualmente Rosario Dawson (7 almas) está impagable cono la novia del protagonista, una chica en entredicho, su ambiguo personaje no está exento de interés. También es ambiguo el personaje del siempre irritable Barry Pepper (La milla verde, Salvar al soldado Ryan), un amigo al que aún le falta por probar su lealtad con un último favor.

7,5