viernes, 26 de febrero de 2010

Tiana y el sapo (The princess and the frog)




Disney parece volver a sus orígenes narrando una historia
sobre princesas, incluso el dibujo es mucho más clásico de lo que venía siendo habitual en las últimas décadas (ciertos personajes parecen salidos de El libro de la selva o Peter Pan).

Pero la revolución parece haber venido del hecho de que la protagonista sea una chica de color y de clase humilde. Ya era hora, tras 80 años haciendo cine de animación, al fin la compañía Disney se ha dignado a dar el protagonismo a una afroamericana pobre. Nunca es tarde si la dicha es buena. Ni siquiera en los años sesenta y setenta con el black power y la blaxplotation Disney dio protagonismo a un personaje afroamericano. Quizás en la era de Obama y de las portadas de Beyoncé en Vogue han pensado que ya era hora.También han incluido alguna leve crítica social (la niña blanca mimada por su papi rico, los banqueros) que nunca está de más. Algo es algo, no todo van a ser aburridas princesitas en castillos de ensueño.

A parte de ciertas deudas históricas, la película está bastante bien. Disney sigue con sus típicas odas a la familia y a la amistad (nada que objetar) y con las canciones algo ñoñas. Al menos esta vez son de Randy Newman (habitual de Pixar), algunas son realmente brillantes y no producen excesivo parón narrativo. Los temas musicales llenos de blues y jazz propios de principios de siglo XX son todo un acierto. La ciudad de Nueva Orleans, su música, su vudú y sus pantanosos alrededores son casi personajes de la trama.

Poco más puedo contar: los personajes secundarios entrañables de siempre, un villano malísimo (muy parecido a Prince y Little Richard), bonitos números musicales y mucha superación personal.

No es una maravilla pero sí una buena película para toda la familia.

6

miércoles, 24 de febrero de 2010

Sita Sings the Blues

Los tiempos están cambiando, la distribución tradicional de contenidos culturales ya no sirve. La animadora Nina Paley ha realizado este interesante corto y ha decidido colgarlo gratis en su web. La idea es recaudar dinero a base de donaciones voluntarias, aunque parezca increíble ya lleva unos 55.000 dolares.
Paley es una convencida defensora del intercambio libre de contenidos y activista por la supresión del copyright. Si te gusta su trabajo, le pagas, si no te gusta, no le pagas. Quizás sea el futuro. Que no se entere la SGAE.


martes, 23 de febrero de 2010

Al límite (Edge of Darkness)



Tras ocho años sin actuar delante de una cámara, Mel Gibson ha vuelto a interpretar en una peli ajena. Tampoco es que Gibson haya sido nunca un gran actor, pero daba el pego como héroe de acción en las ya lejanas sagas de Mad Max o Arma Letal. La verdad, para mí es mejor director que actor, su pasión o su Apocalypto me gustaron bastante.

Supongo que a Mel Gibson con su edad ya no le darán papeles de joven héroe pero creo que podría haber elegido mejor su regreso a las pantallas.

Edge of darkness es una película bastante floja, tiene momentos aceptables pero no atrapa al espectador en ningún momento ni consigue ser un thriller aceptable. Creo que el problema es de un guión poco esmerado, lleno de lagunas y de una trama de lo más simple. Enseguida sabes lo que ha pasado y quienes son los malos (bastante típicos, por cierto). Lo de las empresas armamentísticas y sus influencias en política no es nada nuevo.

También tiene culpa Martin Campbell (Casino Royale) quien dirige aquí un remake de la serie de televisión que ya dirigió en 1985 para la BBC. La dirección de Campbell es bastante anodina, la peli parece dirigida por el piloto automático, sin nada destacable ni que sobresalga de una vulgaridad propia de la serie B. Esta película la podría haber interpretado (por decir algo) Steven Seagal y el resultado no hubiera sido muy distinto. De temática parecida me quedo con la reciente Taken que al menos era bastante más divertida.

Otro fallo importante no es propiamente del film sino de la distribuidora, te venden la peli como si de un thriller de acción se tratara pero acción hay bastante poca y con una justificación bastante discutible. Sólo al final hay algo de acción pero es una violencia bastante gratuita que aboga por el ojo por ojo de forma bastante reaccionaria.

Una lástima.

4


jueves, 18 de febrero de 2010

La dama y la muerte


Aquí os dejo el estupendo corto de animación de Javier Recio Gracia, ganador del Goya y nominado al Oscar. Realmente delicioso, todo un prodigio de imaginación, ritmo y humor negro.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Animal Collective: My Girls

Adorados por unos y odiados por otros, Animal Collective no dejan indiferente a nadie. Yo los he descubierto hace poco y creo que sus temas tienen cierto encanto a base de repetir frases y loops como si de mantras se trataran. Juzgad vosotros mismos.

lunes, 15 de febrero de 2010

NINE


Me gustan los musicales, algunas de mis películas favoritas (El fantasma del paraíso, All the jazz, Cabaret, Cotton Club, Bailar en la oscuridad) son musicales. Me parece un género muy delicado en el que el equilibrio es esencial, siendo muy fácil caer en el ridículo o en el aburrimiento.

Rob Marshall triunfó hace unos años con Chicago, un musical muy sobrevalorado que no era gran cosa pero tenía un par de canciones memorables. Sin embargo, en Nine Marshall no logra ni un par de números musicales decentes. Los actores, la fotografía, los decorados y la dirección artística son espectaculares pero los números musicales hacen naufragar todo el conjunto.


La historia está bien (sin dejar de ser una adaptación de una adaptación de la peli 8 y medio de Fellini), pero Marshall no consigue darle el ritmo necesario a la historia ni consigue hacernos disfrutar con las canciones. En un musical, se supone que en los números musicales el espectador debe quedarse con la boca abierta, maravillado de unas letras ingeniosas, unos bailes espectacualeres y una puesta en escena fasciante. Nada de esto ocurre en Nine. Los números musicales son bastante insulsos. Les falta garra.

Para un musical no basta con una cuidada fotografía y una buena coreografía, las canciones y la forma de rodarlas son fundamentales. A mí las canciones de Maury Yeston no me gustaron y no conecté con ellas en casi ningún momento. Sólo los números de Fergie (Be italian) y los de Marion Cotillard me parecen destacables. Penélope Cruz está muy sexy y lo que quieras pero su canción no es nada del otro mundo. El de Kate Hudson no deja de ser un mal videoclip de Paulina Rubio. Para ver videos musicales me pongo la Mtv o el youtube. Un musical debe ser otra cosa.
Es una pena que estupendos actores como Daniel Day-lewis (Pozos de ambición), Marion Cotillard (La vida en rosa, Enemigos públicos) o Judi Dench (Casino Royale) no consigan levantar esta película por muy bien que estén. En concreto, Day-Lewis compone un complejo personaje lleno de contradicciones y pasiones encontradas. Lamentablemente el resto del film no está a su altura.
Lo peor del lujoso reparto creo que son Nicole Kidman (Australia), Sofia Loren y Fergie, entre las tres suman casi tantas operaciones de estética como Cher, lo que les resta mucha expresividad y credibilidad a sus interpretaciones, sobre todo si pensamos que el film está ambientado en 1956.


Una lástima.

4

domingo, 14 de febrero de 2010

Invictus



1995, Nelson Mandela acaba de asumir el gobierno de Sudáfrica tras estar 27 años encarcelado. El Apartheid es historia pero aún queda mucho por hacer.

La nueva peli de Clint Eastwood es una buena peli, no podría ser de otra forma, pero menos de lo que venía siendo habitual. La historia es interesante y está bien rodada pero no engancha como otras veces. En conjunto, Invictus no pasa de ser un film entretenido, sin más. Cosa nada despreciable, pero del viejo Clint nos esperábamos más, nos tiene mal acostumbrados y le pedimos algo mejor que una edulcorada historia que ya todos sabemos. Una historia sin moraleja ni lado oscuro, demasiado simplificada.
Creo que el problema es más de guión que de la siempre solvente dirección de Eastwood. El guión consigue que nos involucremos en la lucha de Nelson Mandela por unir a un país separado durante mucho tiempo por el odio, pero al final vemos que hay poco tratamiento de personajes y mucho deporte. Tiene momentos de buen cine, pero al intentar plasmar un cambio producido en todo un país a través de ingenuas metáforas (los guardaespaldas, el niño negro y los policías) se pierde algo de profundidad. Son buenas metáforas pero quedan algo simples y edulcoradas, demasiado obvias.
La peli está bien, que conste, se sigue con atención pero poco más. La historia no da para las más de dos horas que dura el film. Al final se hace algo pesado tanto partido de rugby. Yo eché de menos un tratamiento de personajes más detallado. Apenas se cuenta nada de la vida anterior de Mandela y ni siquiera se nombra a su ex mujer.
En cuanto a los actores, Matt Damon no está muy creíble (se ve que pasó mucho más tiempo en el gimnasio que leyendo el guión) y Morgan Freeman está como siempre, eficiente. Da igual que haga de vaquero, boxeador, ladrón, presidente de los Estados Unidos o presidente de Sudáfrica, el tipo siempre responde.
Clint demuestra una vez más su innegable buen hacer y su experiencia, pero no va más allá. Se limita a entregarnos un film bientintencionado que peca algo de ingenuo. Un trabajo menor.
6

viernes, 12 de febrero de 2010

The Verve: Bitter Sweet Symphony

Hoy es el primer cumpleaños de Sara. Su mamá adora esta canción así que permitidme que se la dedique a las dos.
¡¡¡Feliz cumpleaños!!!

jueves, 11 de febrero de 2010

La carretera (The road)


En un futuro cercano ha habido un cataclismo y lo seres humanos vagan por el planeta en busca de alimentos.


Me gustan las pelis apocalípticas. Cuanto más pesimistas sean, mejor, más me gustan. Prefiero la versión de Soy leyenda (El último hombre vivo) de Charlton Heston antes que esa tontada con Will Smith.

Si este tipo de pelis apocalípticas tienen pocos personajes, mejor. Cuando la trama se centra en los conflictos internos de los personajes olvidándose de efectos especiales y zombies, es cuando más me aterran. Unos ejemplos claros y recientes serían films como La niebla, A ciegas o Infectados. Films muy distintos entre sí que nos presentan a unos personajes intentando sobrevivir en un mundo terrible. Pelis en la que nos aterra más el ser humano y sus acciones que la amenaza exterior. Dicha amenaza saca lo peor del ser humano demostrando que la verdadera amenaza somos nosotros mismos.

The road es la adaptación de la novela homónima de Cormac McCarthy (autor también de No es país para viejos) por la que ganó el Premio Pulitzer. The road me ha parecido un buen film, duro y desesperante como pocos. La lucha de un padre y un hijo por sobrevivir en un mundo sin esperanza me parece muy bien llevada. La idea de la familia y del sacrificio por los hijos creo que está bien llevada. Para nada hace uso del concepto religioso de dichos términos (la fe parece haber sido arrasada en el cataclismo), sino que parecen propios de la condición humana, aunque entren en conflicto con el instinto de supervivencia. No todos los supervivientes están dispuestos a lo que sea por sobrevivir.

El trabajo de dirección de John Hillcoat me parece muy correcto. Sabe sacarle el jugo a la novela, transmitiendo una continua sensación de peligro y logrando que nos identifiquemos rápidamente con los personajes. Personajes con los que padecemos y casi deseamos que el film acabe pronto para no verlos sufrir más. Hillcoat usa hábilmente los pocos recursos que el film le permite, el flash-back y la voz en off, sin llegar nunca a saturar. Además logra momentos realmente tensos como el de la despensa o el primer encuentro con humanos. Es cierto que al final la peli se desinfla un poco y pierde algo de garra, pero en conjunto vale la pena sobradamente.

Hay que citar la estupenda fotografía de Javier Aguirresarobe que dota al film de una terrible poesía visual. Igualmente la dirección artística es fantasmagórica: los bosques arrasados, los coches abandonados, las autopistas, los postes de teléfono, todo forma parte de un mundo espectral. Un mundo frío y gris. Un mundo en el que los humanos se debaten entre la locura y la desesperación.

No era yo fan de Viggo Mortensen, ha estado la mayoría de su carrera combinando papeles de chico guapo en pelis muy malas (Pánico en el túnel, Teniente O’Neill) con papeles arriesgados en películas que se alejan del blockbuster palomitero (Good, Una historia de violencia, Promesas del este, The road). Me parece genial que un actor que podría dedicarse a hacer siempre de galán se la juegue con este tipo de personajes que precisan un gran esfuerzo.

Casi lo mismo se puede decir de Charlize Theron, quien se aleja aquí aún más de su papel de chica mona, no sale mucho pero da el pego. Por su parte Kodi Smit-McPhee se perfila como una joven promesa (ya ha rodado el remake de Dejame entrar). Tambien aparecen unos Guy Pearce y Robert Duvall casi irreconocibles entre tanto harapo.

En resumen, un film duro, no apto para todo tipo de públicos, pero recomendable.

7

martes, 9 de febrero de 2010

Up in the air



La nueva peli de Jason Reitman (autor de la imprescindible Gracias por fumar y de Juno) nos lleva al mundo Ryan Bingham (George Clooney) un tipo que viaja constantemente a través de Estados Unidos despidiendo a gente. Bingham es un enamorado de su trabajo: comunicar a los empleados que han sido despedidos cuando sus superiores no se atreven a hacerlo. Se podría decir que es un despedidor profesional.



En un mundo sin piedad (y todavía menos en periodos de crisis) no hay sitio para sentimentalismos ni remordimientos. Bingham es un superviviente en un mundo de tiburones. Un capullo encantador que despide gente de forma fría e impersonal y además se cree capaz de dar charlas sobre motivación. Un tipo cuya única ilusión es ir acumulando kilómetros de vuelo y que huye de las relaciones serias. Se ha auto convencido de que su vida es mucho mejor que la de las personas a las que despide, seres emotivos y apegados a sus familias y a cosas materiales, él está por encima de todo esas tonterías. O eso cree. El viajar constantemente y no estar atado a nada le da una increíble sensación de libertad que quizás esconda un terrible vacío.


Cuando su empresa afronte nuevas técnicas para ahorrar gastos y deba enseñar sus técnicas a una nueva y ambiciosa directiva se dará cuenta aun más de lo superior que es respecto a esta inexperta jovencita con muchos humos pero poco bagaje vital. Además la boda de una hermana con la que no tiene apenas contacto le recordará la existencia de la familia y las pesadas obligaciones familiares.


Reitman ejerce aquí un notable trabajo de narración y una muy buena dirección de actores. Consigue narrar un drama de forma que parezca una comedia (música desenfadada, montaje rápido, diálogos ingeniosos), pero poco a poco la verdad irá aflorando. El mensaje de la peli parece que va a ser la alabanza del acelerado mundo moderno, con sus viajes continuos y sus facilidades, pero acaba siendo algo muy distinto. Bajo un envoltorio de superficialidad, Reitman nos ofrece un desolador elogio de la familia. Especialmente reveladora me pareció la escena en la que el protagonista debe convencer a su futuro cuñado de algo en lo que él mismo no cree. Todos los estereotipos sobre la convivencia en común y la familia son sintetizados en este descarnado diálogo. Un diálogo muy inteligente en el que el propio protagonista se da cuenta de lo vacía que es su existencia.


Todo en la peli es más que correcto, tiene escenas muy interesantes como la conferencia de la mochila y otras tan duras como las de los despidos. Igualmente el montaje es muy notable. Pero supongo que por el estilo narrativo desenfadado (acorde con el protagonista) puede que no llegue al espectador de la forma que uno se espera. La peli puede dejarte algo frío, nunca llegas a identificarte realmente con ninguno de los personajes ni sientes demasiada empatía por ellos. Los personajes que más empatizan son los empleados despedidos. Reitman no habla sobre héroes y villanos ni sobre encontrar el amor y la felicidad eternos, habla de una realidad que puede que no te guste.


Yo me quedo con el trabajo de los tres actores protagonistas, Clooney (Quemar después de leer) es ideal para este tipo de papeles canallescos, Vera Farmiga (La huérfana, El niño con el pijama a rayas) esta muy bien (por cierto, en alguna escena creo que han usado una doble de cuerpo). Pero la que se lleva el gato al agua es Anna Kendrick (Crepúsculo) quien se revela como una gran actriz capaz de salir airosa de un papel bastante complejo que nos provoca sentimientos encontrados, entre el odio y la pena.

Por cierto, los títulos de crédito con esos preciosos planos aéreos y la canción de Sharon Jones me parecen de los mejores de los últimos años.

A mí la peli me ha gustado, te hace reflexionar y me dejó un pensamiento rondando por la cabeza durante días: En los momentos más felices de tu vida siempre has estado acompañado.

7,5

sábado, 6 de febrero de 2010

Trailer de TRON Legacy


Otro remake ochentero que nos va a caer próximamente. Esta vez se trata de TRON aquella peli de 1982 que nos encantó de críos pero que que vista hoy deja mucho que desear. Sus efectos especiales fueron toda una revolución en su día y todos flipamos con las carreras de motos y los decorados futuristas, pero hoy la peli se ha quedado bastante anticuada Parece que los efectos se han mejorado mucho en esta nueva versión y la van a proyectar en 3D, veremos a ver que tal se han currado el guion.
En la peli aparecen Olivia Wilde (la 13 de House), Jeff Bridges y Bruce Boxleitner (quienes ya aparecian en la original) y la banda sonora correrá a cargo del dúo francés Daft punk.

La cinta blanca (Des weisse Band)



Dentro de una pequeña villa protestante alemana a principios del siglo XX se suceden unos extraños acontecimientos cuya transcendencia será mucho mayor de lo que se podría imaginar.




Ya he dicho alguna vez que
Michael Haneke (Funny games, Cache) no me gusta, me parece un tipo pretencioso y aburrido como pocos. Es cierto que tiene siempre unas ganas locas por provocar y tocar la fibra del espectador, pero a mí suele aburrirme soberanamente. Eso mismo me ha pasado con La cinta blanca, he necesitado mucha fuerza de voluntad para verla entera sin dormirme, así que avisados estáis.


Pero…una vez vista La cinta blanca no paro de darle vueltas a lo que he visto, buena señal. Si Haneke intenta hacernos reflexionar sobre lo que hemos visto, el tipo lo ha logrado. Apoyado por una estupenda fotografía en blanco y negro Haneke ha realizado una meticulosa disección de la sociedad alemana de principios del siglo XX. Enclaustrados por una estricta moral y unas rígidas costumbres viven unos personajes aparentemente normales. Bajo una aparente tranquilidad corre un creciente río de odio.


Al igual que los hermanos Coen con Un tipo serio, Haneke parece que no nos cuenta nada en su película, ocurren cosas pero es el espectador quien debe unir todas las piezas del puzzle que el director ha ido diseminando. Dentro de una anodina cotidianeidad van pasando cosas que no captan especialmente la atención del espectador (no hay invasiones marcianas ni robots gigantes, ni grandes misterios, ni siquiera hay efectos especiales en 3D) pero que van dejando un poso perverso en el ambiente.

Haneke opta por un ritmo pausado (casi solemne, ceremonioso), quizás demasiado lento para muchos (yo mismo), usa una tediosa voz en off y prescinde de música, por lo que el film se hace un tanto duro. El ambiente opresivo y las desigualdades sociales provocan una terrible sensación de agobio en el espectador. Un agobio no cesa cuando la película termina, sino que continua mientras seguimos dándole vueltas en nuestra cabeza a todo lo que acabamos de ver. Nada mas verla he ido uniendo acciones, gestos, miradas y frases del film, montando una teoría de lo que acababa de ver y de lo que no me han mostrado. Supongo que cada espectador sacará sus propias conclusiones sobre la educación y su importancia para el futuro de un país. Verdadero mensaje de la peli, a mi entender.


Haneke (como siempre) no da respuestas ni propone soluciones a los problemas que plantea, sólo los expone de forma más o menos sutil. Tampoco presenta a los personajes de forma atractiva, todos son mezquinos, cobardes o crueles. No hay héroes ni empatía posible con ninguno de ellos. Es por ello que su cine es tan perturbador y no suele agradar, no hay una moraleja clara ni el bien triunfa artificiosamente sobre el mal. El hombre es su peor enemigo. La función del cine de Haneke no es divertir ni entretener sino lanzarnos las miserias de la sociedad a la cara.

Ni que decir tiene que todo el reparto está impresionante, con esos padres brutales y esos niños que consiguen inquietarte desde el principio. Haneke es experto en retratar a personajes repulsivos. En cuanto a escenas, hay muchas muy bien rodadas y fotografiadas, pero yo destaco la dura escena entre el doctor y el ama de llaves, de las más terribles que he visto en años. Un diálogo atroz que sólo Haneke se atrevería a rodar. También me dejó impresionado el plano final en el que todo el pueblo se reúne en la iglesia mientras el espectador les observa, juzgándolos desde el púlpito justo antes de un fundido en negro desolador.


Por una vez, Haneke me ha convencido con su terrible discurso.


7,5

martes, 2 de febrero de 2010

Music for One Apartment and Six Drummers


Ya me disculpareis, estoy con fiebre y no razono muy bien, pero me ha fascinado este video que he encontrado en la siempre interesante web de Refroriff: Music for One Apartment and Six Drummers. Se trata de un corto sobre seis percusionistas suecos que se cuelan en casa del vecino para usar sus objetos domésticos como improvisados instrumentos. Muy curioso.