sábado, 31 de julio de 2010

Las vidas posibles de Mr. Nobody


Es más fácil hablar de una película que no te ha gustado que de una que sí lo ha hecho. Al menos en mi caso, es así. Es más fácil elaborar una lista de las idioteces o incongruencias que un tipo ha rodado que enumerar las veces que un film te ha emocionado y explicar los motivos.

Al lío, que me enrollo mucho. Esta película es una de esas peculiares obras de autor que rebosan imaginación pero que a unos espectadores les encantan y a otros les parecen ininteligibles. Si eres del primer grupo (vamos, si te gustan Terry Gilliam, David Lynch o Médem) tengo un mensaje para ti: No dejes de ver y disfrutar de esta interesante película.
El motivo, es una estupenda historia en la que fantasía y realidad se mezclan de forma magistral. Una película arriesgada y preciosa que intenta poner orden a algo tan caótico que no puede ser ordenado ni entendido, la vida.
Una vida llena de decisiones y todas las posibles consecuencias de cada una de ellas. Una vida real que engloba todas las posibilidades, una encrucijada tras otra que nos lleva a un lugar que nunca sospechamos. Todo ello de la mano de un personaje que sólo busca el amor (de sus padres o de su amada) pero que sus mencionadas decisiones le llevarán por derroteros muy distintos.

Por supuesto, Jaco Van Dormael bebe de otras películas como 2001 o Donnie Darko, pero sabe aportar suficientes elementos novedosos y tiene un particular estilo visual como para dar entidad propia a su film. También las estimables actuaciones de Jared Leto (Réquiem por un sueño, Fight club), Diane Krueger o Sarah Polley ayudan bastante a levantar este bello castillo de naipes.

Un film con un guión muy inteligente, una fotografía preciosa, buena música y sobretodo con una sensibilidad muy especial. Momentos como el de la estación de tren o el de los pelos que se erizan son de esos momentos mágicos para los que el cine se ha creado. No basta con mostrar unos hechos o narrar una historia, hay que emocionar para lograr arte. Y esta estimulante película lo consigue varias veces.

7,5

lunes, 26 de julio de 2010

TOY STORY 3



Cuando era pequeño mis abuelos me regalaron unos muñecos de Mazinger Z, no eran gran cosa (nada de luces y sonido como los de ahora) pero para mí eran unos compañeros de juegos ideales. Con los años los fui arrinconando e incluso estuvieron alguna vez dentro del cubo de la basura (del que los salvé en el último momento). Al final uno ha acabado en mi trastero (está bastante desmejorado) y el otro (el que mejor estaba) lo subí a casa para venderlo por e-bay. Pero me fue imposible, no tuve valor.

Me di cuenta de que esos y otros juguetes forman parte de mí, les tengo un cariño enorme y no puedo desprenderme de ellos. Sé que sólo son trozos de plástico inerte pero mi infancia y mi vida están ineludiblemente unidas a ellos. Quizás no quiero perder esos recuerdos o soy demasiado débil como para madurar, quien sabe.

Toda esta (innecesaria) disertación viene a cuento para intentar describir lo que sentí el otro día viendo Toy Story 3. Una vez más los de Pixar se han superado y nos han entregado una película maravillosa. Un film lleno de aventuras, humor y sentimiento, mucho sentimiento. Igual es que la peli me tocó la fibra sensible o que me dejé las gafas en casa o se me metió arena en los ojos pero acabé con los ojos abrasados y sin palabras. Al acabar la proyección los niños pasaban junto a mí tan felices pero yo estaba tan emocionado que no podía ni hablar. Mi sobrina salió riendo de la sala pero yo salí secándome las lágrimas.


Si te gustaron las dos anteriores entregas, disfrutarás también con esta tercera. Sigue habiendo homenajes: a Star wars, al cine de evasiones, al estudio Ghigli de Miyazaki (incluso aparece Totoro). Aunque el mayor atractivo son esos personajes tan divertidos y entrañables como siempre (grandes risas a costa de Buzz Lightyear y la familia Potato). También han sabido incorporar algún otro juguete (Ken) que resulta bastante refrescante.
Los personajes son básicamente los de siempre pero algo ha cambiado, esta vez se enfrentan a un enemigo imbatible: el paso del tiempo. Andy ya no es un niño, ha crecido y ya no juega con ellos. Toda una tragedia existencial (¿de qué sirve un juguete con el que ya no juega nadie?) que el film aborda de forma muy inteligente y emotiva.

Aunque parezca un film infantil o banal creo que tiene mucha más miga de lo que parece y no se hace ridículo para los mayores ni complejo para los niños. Un equilibrio perfecto.

Mientras otras sagas se quedan sin ideas, Pixar demuestra que es el mejor. Imprescindible.

9

jueves, 22 de julio de 2010

Asesinos natos (Natural born killers, 1994)



Basada en una idea de Quentin Tarantino, Asesinos natos narra la historia de Micky y Mallory Knox, una pareja de enamorados que va asolando América a base de asesinatos.

Si bien la idea de la moderna pareja de asesinos a lo Bonnie & Clyde puede ser de Tarantino, el desarrollo de la misma y el planteamiento visual del film son 100% de Oliver Stone (JFK, W.). Stone dirige su furiosa mirada no hacía la pareja de asesinos, sino contra la sociedad norteamericana. Una sociedad que ha perdido el norte, una sociedad en la que nadie es inocente. Sólo los asesinos parecen tener el beneplácito del director.

Por su parte Mickey y Mallory son fruto de una sociedad fascinada por la violencia. Han sido rechazados por el sueño americano contra el que se revelarán con la única arma que conocen: la violencia. Pero la sociedad que los ha creado aún guarda un as en la manga: los convertirá en estrellas, se aprovechará de ellos y así sacará tajada.

La identificación que Stone establece con los asesinos no es nueva, otras veces nos hemos identificados con los chicos malos, pero Stone no sólo busca la identificación del espectador. Stone hace que sus personajes maten a aquellos que él odia, a los que merecen morir desde su punto de vista. Según Stone, es mucho más nocivo para la sociedad una cadena de televisión que hace negocio de unos asesinatos que los propios asesinos. Su perversión moral es mucho mayor que la de unos pobres desgraciados que matan sin motivo.

Todos los demás personajes son víctimas de la violencia de los Knox y sus consecuencias, pero también se lucran con la violencia y la utilizan para medrar. Son mezquinos, sucios y poco inteligentes, un duro retrato de la América más profunda. Personajes como el policía (Tom Sizemore) o el reportero (Robert Downey Jr) son mostrados con bastante dureza. Son capaces de cualquier cosa por hacerse famosos, por destacar.


Para Stone los medios de comunicación magnifican y ensalzan los actos violentos, convirtiendo a la pareja de asesinos en estrellas mediáticas, creando grupos de fans y de opositores. Los medios son los verdaderos villanos del film, no la pareja protagonista, ellos crean un monstruo imposible de controlar sin importarle las consecuencias. Todo por la audiencia. Como bien se ha dicho alguna vez, América necesita de héroes y casi siempre los elige entre villanos. Stone ironiza sobre esta idea, llevándola casi al esperpento.

El curioso punto de vista de Stone, que salva de la quema a los asesinos y carga las tintas en los medios de comunicación, no gustó nada y muchos acusaron al film de apología de la violencia. No estoy de acuerdo.
En el elaboradísimo y complejo montaje de Stone nos bombardea con vertiginosas escenas rodadas en color, en blanco y negro, animación, etc, fusionando géneros como el western, el cine negro, la comedia o el thriller. Todo ello (unido a una magnífica banda sonora hilvanada por Trent Reznor de NIN) configura un torbellino audiovisual que deja al espectador exhausto.

También mediante el montaje Stone decide mostrar a ciertos personajes como si fueran meros animales, amplificando sus ruidos corporales y magnificando ciertos gestos con unos agresivos primeros planos. La presentación del personaje de Tommy Lee Jones es prodigiosa, apenas nos cuenta nada de él, pero sólo por un gesto sabemos que es un cerdo.

Puede que el enfoque de Stone sea polémico, como casi siempre, y que urge deliberadamente en la herida abierta de la violencia, pero creo que es un director necesario y valiente. Su deformada perspectiva de la realidad nos devuelve un retrato amargo sobre la telebasura, verdadero opio del pueblo moderno. El tiempo le ha dado la razón.

8

miércoles, 21 de julio de 2010

Un profeta (Un prophète)


Dado el penoso estado del cine norteamericano (en general), los aficionados al cine negro nos tenemos que buscar las castañas fuera del fuego hollywoodiense.
Un profeta es una interesante película francesa que narra la evolución de un joven de origen árabe que ha sido condenado a 6 años de cárcel. Allí entrará sin conocer a nadie, sin amigos dentro ni apoyos fuera. La dureza del entorno le hará espabilarse y aprender a sobrevivir.
Lo mejor del film es el personaje protagonista (estupendo Tahar Rahim) y su evolución. En un mundo tan cruel deberá agudizar su ingenio para salir adelante. Desarrollará un doble juego muy peligroso que dejará a descubierto que el paso de la inocencia a la consciencia es más corto de lo que parece. El elaborado guión está lleno de complejos personajes y situaciones difíciles. Conceptos como la lealtad, la sumisión, la supervivencia, la pertenencia a un grupo y la traición están muy bien reflejados en la trama.

La mirada del director Jacques Audiard es siempre precisa, cruda, sin edulcorar la trama ni apartar la mirada. Hay una escena que es ya todo un clásico. Si has visto el film sabrás a cual me refiero (esa que te puso los nervios de punta), si no lo has visto aún, cuando la veas sabrás de qué estoy hablando. Una escena larga, tensa como pocas y muy bien resuelta. Una escena perfectamente interpretada y rodada, de esas que a Tarantino le hubiera encantado rodar.

Luego el film se desenvuelve perfectamente elaborando una precisa radiografía de los distintos grupos del hampa. Sin ser un experto, creo que el espectador sale con una idea muy precisa del submundo delictivo francés y sus entresijos.

El único “pero” que le puedo poner a la película es que hacia el final pierde ritmo, la narración se torna algo confusa y las casi dos horas y media se hacen excesivas. Como otras muchas veces, un recorte en el metraje le hubiera venido muy bien. Además hay algunas escenas oníricas que me sobraron bastante, no aportan nada y ralentizan la acción. Aún así, es un film recomendable.

Resumiendo, un film duro e interesante.

7

domingo, 18 de julio de 2010

Sigur Rós: 'Inní mér syngur vitleysingur'

El otro día en la boda de David y Alice descubrí este temazo de los islandeses Sigur Rós. Fue la canción elegida por ellos para el momento de cortar la tarta y la verdad es que fue un momento muy emocionante.
¡¡Enhorabuena!!.

sábado, 17 de julio de 2010

La torre de Suso (2007)


Cundo (Javier Cámara ) regresa desde Argentina a su Asturias natal tras 10 años para asistir al funeral de su amigo Suso. El reencuentro con amigos y familiares le traerá recuerdos de su juventud y se dará cuenta de lo mucho que ha cambiado. Pronto descubrirá que su amigo fallecido planeaba construir una torre para verlo todo desde arriba.

La película mantiene durante todo el metraje un tono muy agradable de comedia , llegando bastantes veces a la hilaridad (no olvidemos que está escrita y diridida por un guionista de 7 Vidas , Tom Fernández) pero también sabe emocionar gracias a unos diálogos y unos personajes muy cercanos . Por una vez, el ritmo heredado del formato televisivo le confiere a la pelio una agilidad que es muy de agradecer. Pero Fernández demuestra tener una habilidad especial para saltar de la risa a la emoción en escasos momentos y sin que quede forzado. Algo que requiere de bastante destreza y que muy pocos directores son capaces de lograr. Al final va a resultar que la televisión va a salvar al cine español.

El tratamiento de los personajes es muy verosímil, muchos tienen actitudes perfectamente reconocibles en personas que conocemos. El guión trata temas como la incomunicación, el paso del tiempo, la inmigración , la reconversión industrial , las drogas , etc. Pocas veces he visto tantos temas tan serios tan bien tratados en una comedia y en sólo 90 minutos.
Quizás lo peor sea que para no alargar demasiado el metraje, algunos personajes quedan algo esquemáticos (la madre, los inmigrantes) y algunas subtramas no acaban de encajar y son resueltas a machetazos.

Lo de la construcción de la torre no es más que una parábola : a veces debemos cambiar nuestro punto de vista, comprender a los otros y modificar nuestro comportamiento. La incomunicación puede llegar a matar la amistad y el amor. No es un mensaje nuevo pero sirve de excusa para pasar un muy buen rato y hacer pensar. Nada que objetar por mi parte.

Técnicamente está muy bien, está rodada de forma directa y sin alardes técnicos innecesarios. Con un buen guión, estupendos paisajes asturianos y buenos actores no hace falta mucho más: Javier Cámara nos ofrece otra interpretación brillante y el resto de secundarios no se queda atrás. Yo destacaría a los geniales Emilio Gutierrez Caba , Mariana Cordero y Malena Alterio.

En resumen, una comedia muy divertida y con mensaje (vale... y sin desnudos gratuitos).

7

viernes, 16 de julio de 2010

Jeff Dunham y Achmed

Recientemente he descubierto a Jeff Dunham, un ventrílocuo norteamericano con unos personajes de lo más carismáticos y un impagable humor negro. Aún no me explico cómo le dejan en su país hacer humor sobre ciertos temas tras el 11-S. Hoy pongo el vídeo de Achmed, el terrorista muerto.


martes, 13 de julio de 2010

The cove


La historia de Rick O’Barry bien merece un documental. El tipo fue el entrenador de los delfines que aparecían en la mítica serie Flipper (nada menos que cinco delfines hembra interpretaban al cetáceo más famoso de la televisión). Pero un buen día descubrió que los delfines son mucho más sensibles e inteligentes de lo que se sospechaba y cambió su forma de vida. Desde entonces es un destacado activista contra la caza de delfines y de su uso en parques temáticos.

Este documental ganador del Oscar recoge las ingeniosas pesquisas y preparativos previos para lograr filmar una cala en la que sucede un hecho terrible, un verdadero crimen ecológico. No es un documental al uso, no se limita a bombardearte con datos o testimonios. Toma parte activa, denuncia sin tapujos y su propia elaboración es un acto más de la larga lucha de O’Barry en defensa de los delfines. El film es original y tiene mérito en su intento de mezclar documental y thriller, aunque a mí me resultó algo forzado y manipulador a veces. No olvidemos que todo thriller necesita de un héroe y de un villano.

En concreto, los japoneses son los villanos de la función y salen bastante mal parados, no digo yo que no tengan razón los realizadores del documental pero no sé yo qué les legitima para criticar los usos y costumbres (milenarias o no) de otro país. Cualquier día se les ocurre hacer un documental contra la crueldad animal en las corridas de toros, la pesca del atún, el lanzamiento de cabras desde un campanario, los encierros de San Fermines o la caza del zorro.

Por supuesto que lo que en un país forma parte de su cultura puede ser entendido como una aberración por un extranjero, y más si está implicado involuntariamente un animal. Ya sabemos que a los yanquis les es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno (aunque por una vez tengan razón).

Yo me quedo con el surrealista testimonio del funcionario japonés y con la bella escena final con Heroes de David Bowie sonando.
6

sábado, 10 de julio de 2010

Eclipse



La primera y la segunda parte de la saga Crepúsculo me parecieron malas y esta tercera me parece casi igual de mala. Los actores son igual de inexpresivos que en las entregas anteriores y la historia es exactamente igual de melosa, pero la peli me ha convencido algo más (poco más, tampoco echemos las campanas al vuelo).

Lo del triangulo amoroso entre humana, vampiro y hombre lobo es lo único salvable del film. Es que en Eclipse no pasa casi nada, todo son escenas insustanciales de personajes que dicen quererse mucho. Yo reconozco que me costó mantenerme despierto durante la primera hora del film, sólo los gritos del público femenino al ver un torso masculino me sacaron del sopor. Menudo susto, pensé que habían entrado en la sala Brad Pitt y Angelina Jolie.

Luego la cosa se anima algo al final con escenas de lucha por ordenador (lástima que los efectos canten tanto) y algún diálogo sobre virginidad y matrimonio. La escena de la tienda de campaña o las conversaciones sobre sexo me resultaron de lo más interesante visto hasta ahora en la saga.

Los personajes y su tratamiento siguen siendo los puntos débiles. Ninguno parece tener el más mínimo interés ni personalidad, les basta con ser guapos. Con tal de embaucar al público femenino parece que es más que suficiente. Kristen Stewart sigue siendo una sosa que sólo sabe mesarse el pelo para expresar preocupación, mientras Robert Pattinson hace que la peli mejore cuando él no sale.

La mano de David Slade (Hard Candy, 30 días de oscuridad) se nota bastante poco, la tensión y la violencia de sus films anteriores no aparecen casi por ningún lado. Más parece que se ha limitado a rodar sin demasiadas ganas un guión ajeno. Aún así Eclipse me parece la mejor de la saga, lo cual no quiere decir que sea buena.

El problema de esta saga es que no quieren mostrar nada desagradable, todo es demasiado empalagoso. Un ejemplo: las transformaciones de humano a lobo pueden ser todo un espectáculo (que le pregunten a John Landis o a Paul Naschy) pero aquí los licántropos se transforman en décimas de segundo, privando a los espectadores del terrible proceso. Pues vaya. Nos conformaremos con las inexpresivas poses de unos vampiros famélicos y abúlicos que se enfrentan a grandes peligros mientras nosotros nos preguntamos qué demonios ven en esta saga sus millones de seguidores.

Sinceramente, el secreto del éxito de esta saga se llama MARKETING, no hay otra explicación. Igual que Hannah Montana o los Jonas brothers, la saga Crepúsculo es un producto de consumo elaborado casi exclusivamente para un público adolescente (que es el que se deja la pasta). Como la comida basura, apetecible para los adolescentes pero insípido para aquellos que ya tenemos una cierta edad.

3,5

viernes, 9 de julio de 2010

Nine Inch Nails: The Perfect Drug


Aquí os dejo una de mis canciones favoritas de los años 90. Esta canción de Nine inch nails se incluyó en la banda sonora del film Lost Highway de David Lynch. La película, la canción y este vídeo dirigido por Mark Romanek me parecen unas maravillas (no aptas para todo tipo de públicos, eso sí).

Nine Inch Nails: The Perfect Drug (1997) from Nine Inch Nails on Vimeo.

miércoles, 7 de julio de 2010

Speed Racer



Ya sé que me voy a ganar muchos enemigos pero los hermanos Wachowski me parecen un fraude de cuidado. Es innegable que con Matrix revolucionaron la ciencia ficción (aunque fuera copiando de la fascinante novela Neuromante de William Gibson y de la peli Ghost in the shell) pero las 2 secuelas fueron tan malas … Casi 10 años después de Matrix nos demuestran que las ideas no son lo suyo y adaptan la serie de anime japonesa Meteoro. Al menos la versión del V de Vendetta de Alan Moore que produjeron era bastante decente.

Al grano, Speed Racer es una tontería monumental. Los Wachowski nos narran una historia mil veces vista, con personajes de lo más tópico y un final evidente desde el minuto 1. El guión es muy flojo, casi tanto como el de las dos secuelas de Matrix. Vamos, yo apuesto a que no había un guión previo, que rodaron la peli bajo los efectos de un potente derivado del opio y luego lo apañaron como pudieron con efectos especiales. Sólo así se explican los estridentes colores, la idiotez de algunos personajes y el mareo de las carreras.

Leñe, las carreras o persecuciones de coches pueden dar mucho juego en el cine (pongamos La amenaza fantasma, Cars o Death Proof como ejemplos recientes) y pueden estar fácilmente llenas de emoción y velocidad. Pero aquí no han sabido sacarles el partido. Las carreras son demasiado largas, aburren y los diálogos entre ellas aburren aún más.

Los personajes son estereotipos de lo más tradicional: la madre siempre en la cocina apoyando a su marido y a sus hijos, la novia abnegada que se sacrifica por el novio, el padre que lo da todo por sus hijos varones, el hijo que idolatra a su hermano mayor, el empresario malvado… Todo ya visto cientos de veces antes y mucho mejor contado. Se permiten el lujo de incluir a unos de los personajes más imbéciles que recuerdo: el puto crío y su maldito mono coñazo. Encima no pintan nada en la historia y no son graciosos, más bien irritan bastante. Este tipo de personajes pueden funcionar en un anime japonés destinado al público infantil pero al adaptarlos a la pantalla hay que entender las limitaciones de cada género.

¿Qué pintan actores de la carrera y la talla de Susan Sarandon, Christina Ricci o John Goodman en este bodrio? Supongo que el cheque habrá sido bueno ya que sus papeles los podría haber interpretado fácilmente una farola. El joven Emile Hirsch me gustó mucho en Into the wild (Hacia rutas salvajes y en Milk pero en la piel de Speed Racer (vaya nombre más ridículo, por cierto) está realmente inexpresivo.

En el apartado técnico es donde los Wachowski siempre han tenido su (único) punto fuerte y aquí se han marcado unas espectaculares carreras de coches generadas por ordenador de las que no te enteras casi de nada. Los movimientos de cámara y el montaje son tan rápidos y tan irreales que acabas mareado. La estética de video juego (con esos colores tan chillones) forma parte de un estilo visual totalmente estridente, naif, ñoño y ridículo.

Tan ridículo como el mundo que presentan, siempre ultra limpio, ultra preparado y ultra correcto políticamente (baste con un detalle: los corredores celebran la victoria en el podio con leche en vez de con champán).

No tengo ni idea de qué pretendieron los hermanitos de las narices con este despropósito pero a mí sólo me aburrió y me mareó.

3

lunes, 5 de julio de 2010

NAUSICAÄ DEL VALLE DEL VIENTO (1984)


Ya sé que me repito más que el ajo, pero es verdad, Hayao Miyazaki es el amo de la animación. Esta película es de 1984 y adapta un manga del mismo autor. En esta película Miyazaki fija los parámetros a los que será fiel durante toda su carrera: ecologismo, seres fantásticos, etc. No olvidemos que estamos en 1984, pero apenas se nota. Lo de la animación en 3D no se destilaba aún, pero esta película no la necesita. La calidad de la animación de Miyazaki logra en esta película cotas asombrosas, los planos de aviones volando entre las nubes o el mundo tóxico son simplemente espectaculares.

Si las imágenes son de una gran belleza, como viene siendo habitual en toda su obra, la historia está bastante más trabajada de lo que suele ser habitual. Es cierto que hay buenos y malos, pero todo está lleno de matices, nada es blanco o negro. La princesa no es la típica princesita de Disney que espera a que su príncipe la libere. Quizás el dibujo parezca para niños pero la trama tiene muy poco de infantil en algunos momentos.


La película no da respuestas ni deja todos los cabos atados de forma facilona, más bien sólo plantea unas interesantes preguntas que el espectador debe responderse a sí mismo. A priori, parece que la naturaleza se ha vuelto hostil contra el ser humano, como si de un hechizo se tratara, un hechizo del cual sólo el reino del valle del viento está protegido. Pero realmente la hostilidad de la naturaleza no es más que un mecanismo de defensa contra el mayor peligro de todos: el ser humano. Por cierto, yo vi en el argumento ciertas referencias a Dune o a las novelas de Lovecraft.

La principal novedad de la versión estrenada ahora en cines frente a la estrenada en 1984 es un montaje mucho más fiel al original estrenado en Japón (sin cortes) y que se han respetado los nombres de algunos personajes (por ejemplo Nausicaä pasó a llamarse Sandra, no me preguntéis el motivo, los inexplicables caprichos del doblaje). La versión actual es bastante mejor, Miyazaki siempre renegó de la versión estrenada en Occidente por considerarla incompleta.

A mí la peli me encantó, las fábulas ecologistas de Miyazaki siempre me fascinan. Es cierto que luego depuró su estilo en films como Mi vecino Totoro, Porco Rosso o la Princesa Mononoke, pero Nausicaä es un film más que notable.

Lo dicho, los que disfrutan con los animes de Miyazaki les encantará esta peli, los que no lo conocen encontrarán en ella el vehículo ideal para entrar en el universo del estudio Ghibli.

8

viernes, 2 de julio de 2010

Pozos de ambición (There will be blood)


No soy muy aficionado al cine de Paul Thomas Anderson. Su primera película Boogie Nights no estaba mal y nos hizo pensar que estábamos ante una nueva promesa. Magnolia no me pareció una película tan genial como muchos otros opinan, demasiado larga y dispersa, pero era interesante. Punch-drunk love (Embriagado de amor) no me gustó nada, es un experimento insoportable que sólo consiguió irritarme.

Paul Thomas Anderson es un tipo que sabe rodar y siempre tiene historias interesantes pero es tan peculiar (leáse aburrido o pedante) que no es fácil conectar con su cine. Comparte con Wes Anderson no sólo el apellido sino también unas ganas tremendas de hacer lo que le da la gana e innovar. Innovar, lo que se dice innovar… sí que innova. Pero también aburre.

Pozos de ambición narra los primeros 30 años del siglo XX en California en pleno boom del petróleo. El petróleo es el verdadero protagonista del film. No olvidemos que aún hoy el petróleo provoca guerras.El personaje de Daniel Plainview (magistralmente interpretado por Daniel Day-Lewis) es un todo un filón, un verdadero superviviente, un tipo duro dispuesto a todo con tal de satisfacer su ambición. Una especie de Ciudadano Kane del petróleo.

En su camino encontrará la oposición de un joven predicador (Paul Dano) tan ambicioso y manipulador como él. La confrontación está servida. Durante varios años asistiremos a las trampas, zancadillas y venganzas entre ambos personajes. Ambos pueden representar dos visiones de ver el mundo que inevitablemente entrarán en colisión. Por un lado Plainview puede ser la burguesía emergente a principios del siglo XX, unos hombres que ambicionan el poder económico y político que durante siglos han detentado otros estratos sociales. Precisamente entre esos estratos sociales favorecidos ha estado la Iglesia, un estamento que pretende seguir ejerciendo el poder. Progreso y tradición entrarán en conflicto irremediablemente. El petróleo desplazará a Dios y será el nuevo opio del pueblo. Habrá sangre pero todos sabemos que los poderosos acabaron aliándose para seguir manteniendo el poder.

A pesar de tener un argumento muy interesante y con múltiples lecturas, a mí la película me dejó algo frío. Las interpretaciones de Daniel Day-Lewis y Paul Dano son geniales y tiene escenas realmente maravillosas (el incendio, la iglesia, la mina) pero Anderson no ha sabido darle ni el ritmo ni la intensidad que la historia necesitaba.
Igual ha sido premeditado, pero Anderson aburre por momentos. La película es demasiado larga y varias escenas no aportan nada. No logra engancharte casi en ningún momento a pesar de la gran factura técnica ni por las cuidadas música y fotografía. Por otro lado, personajes interesantes (el hijo, los ayudantes, el hermano) quedan apenas esbozados, sin desarrollar, eclipsados por la arrolladora personalidad de Plainview.

Una pena. Esta historia y estos actores daban para mucho más.
6