domingo, 31 de julio de 2011

El hombre de al lado




¿Quién no ha tenido un vecino molesto? ¿Quién no ha discutido con un vecino? El cine argentino nos sigue dando películas más que interesantes, El hombre de al lado es otra muestra más.

Básicamente el film es un inteligente retrato de nuestra sociedad moderna, de la incomunicación que se ha instalado en nuestras vidas. Tenemos al personaje de Leonardo, un diseñador de fama y prestigio mundiales que reside en la única casa que el diseñador suizo Le Corbusier hizo en toda sudamérica: la casa Curutchet. Leonardo es un tipo de éxito. Sin embargo una reforma en la casa de un vecino suyo le hará entrar en contacto con otra realidad. El otro vecino, Víctor, es un vendedor de coches usados, aficionado a la caza y las conservas, un tipo nada dado a rodeos o finuras. La ventana que Víctor abre sin pedir consentimiento será el inicio de una curiosa relación entre estos dos personajes tan opuestos.

La ventana no deja de ser una metáfora, no es sólo un espacio físico, es algo más: es una toma de conciencia de la existencia del otro. Es curioso cómo puedes vivir muy cerca de alguien y ni siquiera saber que existe. La ventana les hará entrar en contacto y será el origen del conflicto. Para Leonardo será una intromisión en la privacidad de su familia, algo que hay que preservar a toda costa, además de una ruptura de la estética de su casa pero el vecino no está dispuesto a tapiarla.
El conflicto sacará a flote todas las miserias de Leonardo. A pesar de ser un tipo fino y distinguido, no es tan distinto de su vecino, sólo que Leonardo vive en una lujosa jaula de cristal que él mismo ha elegido. Leonardo únicamente tiene momentos de intimidad cuando viaja solo en su coche, no consigue comunicarse con su hija adolescente, sus amigos no lo son tanto y la relación con su mujer hace aguas. No consigue ser él mismo ni ser feliz a pesar de tenerlo todo. La tecnología es mostrada en el film como un elemento aislante de la realidad, Leonardo no consigue conectarse con el mundo sino que se aísla aún más gracias a la tecnología. El conflicto hará salir a flote su verdadero yo, mucho más egoísta, cobarde y ruin que su antagonista. No desea tener un contacto real con sus semejantes, prefiere aislarse mediante la tecnología, la ciencia de la incomunicación.

Con este argumento el film podría haber sido un psico thriller, un drama o una comedia. Pero logra quedarse en un interesante punto medio que evita caer en ningún género y así ganar en credibilidad. Sólo al final se quiebra algo todo lo construido a lo largo del film, con un final demasiado rápido que desentona un poco. Aún así, es un trabajo más que estimable de los directores Mariano Cohn y Gastón Duprat.

Cabe destacar el excelente trabajo actoral de Rafael Spregelburd y Daniel Aráoz, Leonardo y Víctor respectivamente. Su trabajo es un inmenso duelo interpretativo a la altura del conflicto entre sus personajes. Por cierto, los títulos de crédito finales guardan una sorpresa, no os los perdáis.

Los vecinos no se eligen. Recomendable película.
7


viernes, 29 de julio de 2011

Harry Potter y las reliquias de la muerte, Parte 2



Ya está, se acabó. Ya hemos llegado al final de una de las sagas literarias y cinematográficas de mayor éxito de la historia. Ya era hora.


No es que no me hayan gustado las películas sobre Harry Potter (nunca me he leído uno de los libros, ni ganas que tengo), incluso creo que la tercera y la cuarta entrega son muy buenas películas de aventuras pero la cosa ya empezaba a cansar. Tras 10 años de aventuras y 8 películas, la cosa termina tal y cómo cabía esperar; con un gran final lleno de fuegos artificiales. Esta octava entrega nos da todo aquello que se echaba de falta en las últimas entregas: nos da acción, emoción y la lucha definitiva entre el bien y el mal. No es una gran película (digan lo que digan) pero sí es un divertimento más que digno.
El guión no contiene ninguna sorpresa (otra vez, digan lo que digan), estaba cantado que ciertos personajes no eran tan malos como nos intentaban hacer creer (de forma bastante chapucera, por cierto) y cómo iba a terminar todo el asunto. Es innegable que J.K. Rowling ha sabido crear todo un mundo mágico que ha atraído a millones de lectores pero no es una gran escritora, se le ve el plumero y ciertas limitaciones narrativas. Nada grave si los libros y las pelis entretienen. Y esta última peli entretiene de lo lindo siempre que no analices la trama ni por un segundo. El guión tiene más agujeros que un colador: ¿Tanto tiempo preparando el retorno de Voldemort y no se dan cuenta de un burdo engaño? Si llevo ansiando la muerte de mi enemigo durante 10 años no quiero que me lo cuenten, quiero asegurarme yo mismo ¿no?. Además ¿A qué viene tanto bombo con las dichosas reliquias de la muerte si luego casi no se usan? ¿Cómo demonios se les viene a la cabeza así de golpe el paradero de los dichosos objetos? y así podríamos seguir un buen rato.
Por fin vemos la escuela de magos ardiendo y los alumnos luchando por su vida, por fin vemos a Harry Potter tomar la iniciativa y por fin vemos el inicio de una relación amorosa entre los dos secundarios principales (no desvelo nada que no sepa nadie que haya visto las anteriores entregas). Desde luego, el director David Yates se ha centrado mucho más en la acción y los efectos especiales que en darle coherencia a la trama o en el desarrollo de personajes, quedando algunos un tanto colgados. Era de esperar, todos queríamos un final de fiesta espectacular, a la altura de lo prometido. Todo el apartado técnico es más que notable. He de reconocer que hay escenas muy logradas que incluso me emocionaron un poco (sólo un poco) pero yo he echado de menos algo más de valentía a la hora de eliminar personajes. Es que no muere casi nadie, leñe, yo me esperaba una sangría en toda regla pero me olvidaba que esta saga está destinada a un público infantil/juvenil. El objetivo se ha cumplido, la saga se ha cerrado de forma espectacular pero algo fría. Al final me quedó la sensación de "¿Ya está?, ocho películas para esto?"

Lo mejor siguen siendo los secundarios de lujo, todos siguen bordando sus papeles. Vuelven a aparecer Helena Bonham Carter, Ralph Fiennes, John Hurt, Gary Oldman, Michael Gambon, Alan Rickman o Emma Thopmson, aunque algunos de ellos apenas digan un par de frases o ni siquiera hablen (como en el caso de Emma Thompson). El amigo Daniel Radcliffe ha desaprovechado la oportunidad de aprender algo de este tremendo grupo de actores que le secundan y está tan soso como de costumbre. Su interpretación de Frodo, digo... Harry Potter no aporta nada nuevo en esta última entrega. Ya era demasiado tarde para formular un conjuro para que aprendiera a actuar.

La traca final, mucho ruido y poco más.

6

martes, 26 de julio de 2011

Rango




Gore Verbinski era hasta ahora un director sin personalidad. Como el personaje del maravilloso film de Woody Allen, Zelig, Verbinski se adapta perfectamente al medio y saca siempre lo mejor de sí mismo. En The ring logró un aceptable film de terror (sobretodo si pensamos que era un remake) luego se forró con la saga de Piratas del caribe (la primera era entretenida, las otras dos son para olvidar) y ahora se nos pasa al cine de animación con resultados más que satisfactorios. Un camaleón en toda regla.



Contra todo pronóstico, Rango es un film muy divertido que está por encima de la media de las pelis de animación que nos llegan habitualmente. Tanto el diseño gráfico de los personajes como los matices de los mismos están mucho más elaborados, Rango no tiene el aspecto de un film para niños. Rango está más enfocada al público adulto que al infantil, puede que los más pequeños también lo pasen bien aunque algunos chistes no los pillen. Creo que es la primera película de animación que incluye un chiste sobre la próstata, ahí es nada. Lo mejor de la peli son los personajes hechos por ordenador, espectaculares, y las escenas de acción, muy logradas.
Rango no deja de ser la típica historia de un don nadie que se hace pasar por el héroe que no es, el engaño no durará mucho pero por el camino nuestro don nadie acabará convertido en aquello que pretende. El guión acierta a incluir aspectos bastante actuales como la necesidad del agua, la especulación urbanística y la corrupción municipal. Se podría haber situado la acción en España y no en el oeste norteamericano. Está muy bien traído todo el tema fronterizo y las palabras en castellano (indispensable verla en versión original si no queréis perderos muchos detalles).

Rango es un film divertido e inteligente, lleno de referencias y homenajes a las pelis del oeste. Pero también incluye ciertos cameos o gags autoparódicos como el de los protagonistas de Miedo y asco en Las Vegas o la aparición del mismísimo Clint Eastwood.
El protagonista absoluto es Johnny Depp, quien dota al camaleón protagonista de su eterna serie de gestos y muecas. La cosa funciona y el personaje resulta entrañable y divertido desde el primer minuto. Al final va a resultar que el guapo de Johnny Depp actúa mejor cuando no se le ve, cosas de la tecnología. Por mí, que siga haciendo cine por ordenador y se olvide de sus pelis con Tim Burton durante unos 15 años. También prestan sus voces a los personajes actores como Alfred Molina, Bill Nighy, Harry Dean Stanton, Ned Beatty o Timothy Olyphant, todos muy bien.

Puede que Verbinski nos deje ver en Rango algo de su propia personalidad, nunca es tarde si la dicha es buena. Totalmente recomendable.
7

sábado, 23 de julio de 2011

Amy Winehouse: Back to black


Al final pasó lo que todos temíamos. Estaba cantado. Amy Winehouse ha aparecido muerta. Otra joven promesa truncada a los 27 años. Otra leyenda mediática. Yo confiaba en que enderezara su camino o al menos lograra seguir sacando discos interesantes. No ha podido ser. No todo el mundo tiene el aguante para los abusos con el alcohol y las drogas de Iggy Pop o Keith Richards.
No es que Amy Winehouse innovara nada musicalmente hablando pero al menos dejó un buen par de discos y un puñado de excelentes canciones. Algo que muchas otras petardas mediáticas no podrán decir aunque vivan 150 años.
No olvidemos que tras todos esos escándalos, salidas de tono, conciertos bochornosos, detenciones, ingresos en clínicas y demás carnaza para prensa sensacionalista, había una gran voz. A mí me gustaron sus dos únicos discos, incluso me los compré (para que os hagáis una idea) y se podría decir que era fan de su música, ese revival del sonido Motown de los años 60 me parecía bastante interesante.
Amy entra en ese macabro club de los fallecidos a los 27 años. Club que tiene como miembros honorarios a Robert Johnson, Jimi Hendrix,Jim Morrison, Brian Jones, Janis Joplin o Kurt Kobain. Pura casualidad. Quien sabe si no es mejor morir joven y en la cresta de la ola que acabar con 60 años haciendo el ridículo sobre un escenario por el asqueroso dinero.

Amy era brutalmente sincera, ya nos avisaba en sus canciones que no pensaba rehabilitarse y que no era una buena persona. Como decía en esta otra canción, otra vez de luto.


viernes, 15 de julio de 2011

Confessions (Kokuhaku)



Confessions es una interesante cinta japonesa dirigida por Tetsuya Nakashima (autor de Memories of Matsuko y Kamikaze Girls, que no he visto) quien adapta la novela homónima de Kanae Minato. Tanto la novela como la película han sido todo un fenómeno sociológico en Japón.


Una película que atrapa desde el primer momento y no te suelta en todo el metraje es algo digno de elogio hoy en día. Si la película empieza con un fuerte shock (chafado por la maldita publicidad) y consigue mantener el interés del espectador a un nivel aceptable, ya es para nota. Pues todo eso ocurre en Confessions, un psico-thriller notable e inteligente lleno de inesperados giros argumentales que lo hacen muy recomendable.

Confessions nos presenta a unos alumnos de 13 años de Japón: adictos a la tecnología, poco apegados a la realidad de sus familias y enganchados a grupos musicales y/o a redes sociales. En una sociedad tan competitiva como la japonesa el fracaso está mal visto, todos quieren triunfar pero no todos pueden destacar en algo, los mediocres exiten. En su lucha por lograr el reconocimiento (de la sociedad, los compañeros o los padres) los adolescentes han establecido toda una serie de conductas que van desde la simple rebeldía al crimen. Todo un reto para los profesores que se enfrentan a unos alumnos y un sistema legal que no les apoya. Hacer entender a los alumnos las consecuencias de sus actos no será una tarea fácil ni exenta de inesperadas consecuencias. La simple venganza no sirve, es demasiado fácil. Un crimen horrible debe ser entendido en toda su magnitud por quienes lo comenten, sólo así será posible la redención. Todos estos temas de culpa, venganza y redención son muy propios del cine oriental, sobre todo del coreano Park Chan-wook.
En los primeros 25 minutos del film asistimos un intenso monólogo de una profesora que te deja literalmente clavado al asiento, la inicial indiferencia de los alumnos se va tornando interés y acabará en verdadero pánico. De esta forma, el film consigue atrapar al espectador y ya no te suelta. Las revelaciones de las que somos testigos nos irán sumiendo en un mundo terrible de crímenes y venganzas. Como si se tratara de un Twin Peaks dentro del agobiante mundo de la escuela japonesa, el espectador va descubriendo toda una perversa red de engaños y mentiras.

Tetsuya Nakashima sabe rodar escenas de extrema violencia o tensión a la vez que sabe mantener el ritmo, el cual sólo decae en algún momento puntual para volver a repuntar en breve. Todo ello a base de un guión perfectamente planificado y una fotografía tan artificiosa como sugerente, a veces demasiado cercana al videoclip. Me gustó mucho el uso de los espejos para mostrar ciertas escenas. Lo único malo que puedo decir del film es que el uso de los planos ralentizados y la música pop me resultaron algo cargantes a veces.

Una frase para el recuerdo: "El débil siempre abusa de alguien más débil".

Recomendable.

7,5
Aquí os dejo el trailer, lamentablemente está doblado al castellano y cuenta bastante más de la cuenta, pero sirve para abrir boca.

miércoles, 13 de julio de 2011

Man from earth (2007)


Un profesor reúne en su casa a unos amigos para despedirse de ellos ya que se muda a otro lugar. En el transcurso de la velada les revelará un importante secreto.


Man from earth es un film de muy bajo presupuesto que pasó con más pena que gloria y cayó en el olvido. No hace mucho alguien la colgó en una red de descargas y el director Richard Schenkman, lejos de molestarse, alentó a que la gente la bajara y la compartiera. Al menos, así su obra se daría a conocer. A partir de ahí se ha creado todo un pequeño culto en torno a esta película de ciencia ficción sin un solo efecto especial.

Lo que le fallaba a Fuego en el cielo es lo que tiene de bueno Man from earth. Si fuego en el cielo perdía todo el misterio al mostrarnos a las claras lo que había pasado "realmente", Man from earth no cae en tal error. Más que de pura ciencia ficción el guión de Jerome Bixby (habitual escritor de relatos y guiones de ciencia ficción como Viaje alucinante y episodios de Star Trek o Twilight zone) nos muestra una visión realista y sobria sobre un hecho sobrenatural.
Man from earth es realmente una película sobre historia, filosofía y religión. El guión está plagado de referencias históricas que nos hacen plantearnos cómo ha sido realmente la historia del ser humano. Quizás todo lo que sabemos de los libros de texto no sea totalmente cierto, quizás la Biblia y otros libros sagrados sólo sean interpretaciones más o menos interesadas de un hecho aislado y sacado de contexto. Quién sabe. Personalmente no creo que la premisa que plantea el film sea posible, pero sí creo que muchas de las ideas que apunta puedan ser ciertas. Me pareció que la explicación de ciertos elementos bíblicos es mucho más verosímil que la que solemos ver en el cine. Además, el hecho causante de la controversia es tratado de una forma veraz a pesar de que es totalmente inverosímil.

El guión logra mantener el interés del espectador sin aburrir en ningún momento y sólo con unos buenos diálogos. Las diferentes opiniones y puntos de vista de los personajes son bastante más complejas y adultas de lo que solemos encontrarnos en las pelis de ciencia ficción. No hay aquí chicas ligeras de ropa interpretando a físicas nucleares ni científicos que salvan al mundo. A mí cuando la ciencia ficción se trata de forma realista e inteligente (obligando al espectador a pensar y a plantearse cosas) es cuando más me gusta. Lo prefiero frente a monstruos gigantes destrozando ciudades, la ciencia ficción debe tener algo más de ciencia y menos de ficción.

Un film que no da certezas pero expone interesantes preguntas. Una película interesante a descubrir.

6,5

lunes, 11 de julio de 2011

Thirst (박쥐, Bakjwi, 2009)


El cine de Park Chan-wook es excesivo en todos los sentidos. Tanto sus historias, sus puestas en escena, como su metraje son excesivos. El cine coreano tiende a ello. La mesura no va con ellos. Thrist es un ejemplo más.


La historia de un cura católico dispuesto a sacrificarse para encontrar una vacuna para una enfermedad acaba derivando en un drama familiar con vampiros, triángulo amoroso y crímenes pasionales de por medio. Thirst es un film insano, violento y agobiante. El torbellino de pasiones que arrastra a los personajes se nos antoja algo forzado y exagerado pero no deja de tener su gracia.
El guión adapta libremente la novela Thérèse Raquin de Émile Zola pero Park Chan-wook añade elementos propios de Drácula, El imperio de los sentidos, El pájaro espino y quien sabe qué más cosas que le pasaron por la cabeza. Todo ello nos da como resultado un drama coreano con toques de sexo y terror no apto para espectadores no acostumbrados a este tipo de excesos orientales. Pero Thirst es sobretodo una historia de amor, un amor imposible que va mutando en algo mucho más adictivo y peligroso que la propia sangre que ansía el protagonista.
Los amantes de las historias truculentas pero bien contadas (tomándose su tiempo) la podemos encontrar a ratos fascinante y a ratos tediosa, pero nunca nos dejará indiferente. El director de Sympathy for Lady vengeance u Oldboy sigue siendo fiel a sí mismo. Si aquellas películas ya eran bastante radicales y excesivas, Thirst no se queda atrás. A mí me gustaron mucho los continuos giros que va tomando el argumento, siempre queda una vuelta de tuerca más hacia la desesperación. Por una vez los actores me parecieron muy contenidos, nada propensos a la exageración. En el transcurso de la historia les veremos evolucionar hacia terrenos insospechados pero siempre resultando creíbles. Buen trabajo de Kim Ok-bin y Song Kang-ho (Memories of murder, The host).

Una vez más Park Chan-wook demuestra saber rodar y maneja la cámara de forma prodigiosa, sacando partido a cada uno de los encuadres y a cada mirada de los actores. Los excesos de Park Chan-wook me parecen fascinantes a veces y otras veces ridículos: tanta sangre y tanto drama se me acabaron indigestando un poco. Opino que, una vez más, un recorte de metraje hubiera sido muy beneficioso. La gran escena del film, cuando uno piensa que la tragedia no puede ir más allá, sólo es la antesala de un final no menos genial que media hora antes nos hubiera encantado, pero cuando llega es ya demasiado tarde.
Thirst me entretuvo y me hizo pasar un buen rato, este tipo de historias de sacrificio, culpa y redención a la coreana me parecen casi siempre interesantes

6


sábado, 9 de julio de 2011

Transformers: El lado oscuro de la Luna (Transformers 3)



Aburrida, líosa, ridícula, estridente, vacía, infantil y un insulto a la inteligencia y la paciencia del espectador.



En transformers 3 Michael Bay ha llevado su estilo al paroxismo: todo está elevado a la enésima potencia en este videojuego disfrazado de película. Hay más chicas florero que nunca, más planos aéreos, más planos a cámara lenta, más explosiones, más elogios del ejército americano, más diálogos ridículos e incoherencias en el guión que en toda la filmografía de este experto en hacer taquillazos a base de vender basura. Transformers 3 es su gran obra maestra.

La peli es tan rematadamente mala como lo suelen ser todas de su autor, pero aquí la cosa ha ido a peor debido a su excesiva duración: 157 minutos son demasiado para una película que no cuenta nada. La primera hora es bastante aburrida ya que los chistes no tienen gracia y no pasa realmente nada destacable. Luego la cosa se desmadra y asistimos a unas interminables batallas que hacen que acabes con dolor de cabeza y mareado. La orgía de efectos especiales se me hizo eterna, la verdad. Sólo me parece salvable lo del edificio partido en dos, todo lo demás está muy visto. El problema es que con batallas tan largas la atención del espectador decae y aparece un aburrimiento descomunal. Un horror. A esta peli le sobra casi una hora, menudo ladrillo. Con la pasta que se han gastado y no se han dado cuenta que a las batallas les falta emoción. No es suficiente con unos efectos especiales apabullantes, hay que entretener al espectador.
Hay quien dice que el cine de Bay es como una película porno: ya sabes lo que te vas a encontrar y no hay que pedirle una buena historia. No es un mal argumento, pero ningún film porno dura dos horas y media, ni conozco a nadie que se vea una peli porno hasta el final para ver si los protagonistas se casan. Si Transformers 3 fuera un corto de 15 minutos le hubiera dado un 8.

Tampoco las frases lapidarias del guión (Ja ja ja, es que me da risa llamar guión a esto) son para echar cohetes, son de los más tópico que te puedas imaginar. Del estilo de: "No me traicionaste a mí, sino a ti mismo". Jua jua jua, sólo Stallone dice ya chorradas así. Tampoco faltan las arengas en pos de la libertad y la destrucción de monumentos (esta vez le toca al pobre de Lincoln). Los guionistas siguen escribiendo fumaos.

Esta imagen no es de un anuncio, sale en la peli, os lo juro.
Como siempre, hay buenos actores en horas bajas en busca de un cheque para ir tirando una temporada. Por aquí veremos a John Malkovich y Frances McDormand haciendo el ridículo junto al veterano John Turturro. Por cierto, sus personajes quedan totalmente desdibujados y desaparecen de la trama sin dejar rastro, cosas de un guión escrito bajo los efectos de las drogas. También aparece el guapetón Patrick Dempsey haciendo de malo, flojito.
Por cierto, si pensábamos que Megan Fox era sólo un florero, su sustituta de última hora es la supermodelo Rosie Huntington-Whiteley quien lo hace aún peor. No es culpa suya, es modelo de Victoria's secret y con esos labios tan hinchados, el wonderbra y los vaqueros tan apretados apenas puede articular palabra. Puede que sea igual de guapa que la Fox (que todo depende de los gustos de cada uno) pero interpreta aún peor. Su personaje no hay por donde cogerlo, no pinta nada en toda la peli, sólo estorba y sirve de reclamo publicitario.
Esta imagen no sale en la peli, espero que no os importe.

¿Que si Michael Bay es un autor a tener en cuenta? Claro que sí, hombre, es un autor a tener en cuenta y a evitar en la medida de lo posible.

Patética.
3

jueves, 7 de julio de 2011

Fuego en el cielo (Fire in the sky, 1993)

Uno de los casos más famosos de abdución de un humano a manos de extraterrestres es el de Travis Walton, un joven que fue supuestamente abducido en Arizona en 1975.



Fuego en el cielo se basa en el libro escrito por el propio Travis Walton en el que narra su versión de los hechos. Puede que sea cierta o no, pero es su versión. Durante la mayoría del metraje el film consigue sembrar la duda en el espectador sobre qué demonios ocurrió de verdad. No es que yo crea en ovnis ni apariciones marianas pero la peli, al menos , me creó una duda razonable. Es interesante que una peli bordee los límites de la ciencia ficción sin usar efectos especiales ni grandes decorados. Con cuatro luces y poco más se logra la tensión necesaria. También me gustó mucho cómo se trata la incursión de un hecho inverosímil en un pueblo y cómo todo ello transforma dicho pueblo. Las relaciones entre vecinos se verán afectadas por la desaparición sin rastro de uno de ellos, surgirán las dudas y las sospechas frente a una explicación demasiado increíble como para ser tomada en serio.

El director Robert Lieberman no ha tenido mucho éxito en el cine y suele dedicarse a dirigir episodios de series de televisión como Dexter o Expediente X. En Fuego en el cielo consigue inquietar bastante, dejando que cada espectador saque sus propias conclusiones sobre qué paso en las montañas blancas de Arizona. Juega sabiamente con el elemento ovni y toda la parafernalia que lo rodea. Creo que deliberadamente hace que el espectador se identifique con el personaje del investigador (al menos yo lo hice). En un momento del film incluso nos engaña con lo que el espectador espera ver en una peli de ciencia ficción, haciéndonos creer que un personaje se encuentra con una nave espacial que resulta ser sólo un paso a nivel. Una hábil maniobra que evidencia aún más el acertado mensaje del film: cada uno ve lo que quiere ver y cree lo que quiere creer. La película se postula acertadamente en esta premisa, haciendo que cada espectador se posiciones respecto a los hechos narrados.

Mientras el film se mantiene en un plano ambiguo, la cosa funciona perfectamente pero cuando se decide por la versión de Travis Walton es cuando la peli pierde bastantes puntos que había estado ganando. Es lógico que opte por la versión de Walton, él es el autor del libro en el que se basa la película y en el que da su versión de los hechos. Sinceramente, creo que es un error optar por esta vía. Yo hubiera preferido que la peli se hubiera mantenido en terreno neutral y sembrando dudas en vez de darnos una versión de lo que pasó. El film pierde en sus últimos minutos toda la imparcialidad (si tal cosa existe) que había estado conservando durante todo el metraje. Hubiera sido mejor dejar el final mucho más abierto a posibles interpretaciones. ¿Por qué echar por tierra así un film bastante interesante? ¿Son miembros de la cienciología los productores del film? ¿O son fieles seguidores del fenómeno ovni? No sé, pero el film pierde interés y fuelle en su última parte debido a que ya no juega a sembrar la duda en el espectador sino que intenta convencernos de algo.

A mí me sobraron las escenas finales, prefiero que el hecho fundamental no se muestre y el espectador se lo imagine. La abdución pudo ser real o no pero sus consecuencias son innegables. Por cierto, ¿Qué experimentos nos van a hacer unos seres que tienen una tecnología mucho más avanzada que la nuestra?. ¿Pueden viajar millones de kilómetros y no tienen scanners ni ultrasonidos? JA!

Como dijo Sigmund Freud "La más clara prueba de que existe vida inteligente en otros planetas es que todavía no han venido a visitarnos". Pues eso, que cada uno crea lo que quiera y se justifique como le de la gana.

5,5


Copia y pega, que no se enteran.

Ya sabéis el poco cariño que le tengo a Michael Bay y toda su penosa filmografía. Si alguién ha sentido una extraña sensación de deja vu (o ya visto) viendo Transformers 3: El lado oscuro de la luna no es que se haya vuelto loco con tanta persecución caótica y tanto movimiento de cámara, no. El amigo Bay copia y pega planos de otras películas. En el vídeo siguiente podéis ver cómo en Transformers 3 usa descaradamente planos de otra película, concretamente de La isla (otro bodrio del mismo director). Una cosa es ser muy malo y otra tomarle el pelo a la gente.
Por cierto, Bay merece ir derechito al infierno por usar el título de un gran disco de Pink Floyd para su última idiotez. Otro motivo para odiarle.

martes, 5 de julio de 2011

Micmacs (Micmacs a tire-larigot)


Jean-Pierre Jeunet es uno de estos directores que tienen un universo propio, es decir: una estética y unos temas perfectamente reconocibles. A él le debemos películas tan personales como Amélie, La ciudad de los niños perdidos o Delicatessen (estas dos últimas dirigidas junto con Marc Caro). Jeunet es uno de esos directores que no defraudan nunca a sus seguidores, o casi nunca.


Con dos años de retraso se ha estrenado la última película de Jeunet, desconozco el motivo pero cosas mucho peores se estrenan cada semana. La vida es injusta. Al lío que se me va la pinza: El problema de Micmacs es que no va más allá de lo que Jeunet nos ha mostrado muchas otras veces. Hay protagonistas ingenuos, secundarios extravagantes y una perfecta planificación de escenas. Igualmente la fotografía, la música y toda la parafernalia visual propia de su autor son excelentes como suele ser habitual. Lo de siempre, pero esta vez el resultado no acaba de convencer, sabe a poco. Ocurre que para Jeunet la forma es tan importante (o más) que el fondo y esta vez ninguno de los dos están a la altura.

Jeunet no avanza hacia otras temáticas más maduras o simplemente distintas, su cine no evoluciona y ha acabado por estancarse. El film es impecable técnicamente pero ya no nos fascina como las primeras películas de su autor. Parece como si hubiera dirigido la película en piloto automático o la hubiera dirigido un imitador suyo. Sigue habiendo grandes aciertos (los cachivaches, la calculadora, los carteles publicitarios con imágenes del film) pero la historia es floja y previsible. La trama no engancha casi en ningún momento y los personajes no resultan tan entrañables como otras veces.

Quizás sea que su fábula de recicladores contra traficantes de armas no esté muy lograda o que ya nos hemos cansado de su peculiar estilo. Pero urge un cambio, un director no puede estar toda la vida mirándose el ombligo y repitiéndose una y otra vez. Que le pregunten a Tim Burton, que ya aburre hasta a las calaveras con su estética y su falta de ideas.

Los actores están muy bien, Dany Boon (responsable de Bienvenidos al norte) está bastante bien así como todo el elenco de estrafalarios personajes. A destacar la presencia del entrañable Dominique Pinon (quien sale en todas las películas de Jeunet incluso en la de la saga Alien) y la veterana Yolande Moreau.

Sin ser una mala película, Micmacs es un film menor dentro de la filmografía de su autor. La prueba palpable del famoso dicho de renovarse o morir. Los amantes de Amélie la encontrarán deliciosa pero a mí ya me empieza a empachar.

5,5


lunes, 4 de julio de 2011

Primos


Primos es la tercera película de Daniel Sánchez Arévalo tras las interesantes Azuloscurocasinegro y Gordos. Si estas dos películas eran una peculiar mezcla de drama y comedia, Primos se inclina decididamente hacia esta segunda vía.


Parece que Daniel Sánchez Arévalo ha escrito su película más optimista evitando profundizar en los dramas que inevitablemente apunta el guión. En el film hay elementos de sobra como para hacer un dramón de cuidado (abandonos, alcoholismo, traumas) pero Sánchez Arévalo los aborda de forma desenfadada y optimista, optando por la comedia. El guión es un buen retrato de esos tipos entrañables que Arévalo sabe retratar en sus guiones, siendo a su vez un fiel reflejo del ambiente festivo patrio: fiestas patronales, verbenas, ferias, litros, resacas y playa.

La verdad es que Primos es muy entretenida y te hace pasar un buen rato. No es la típica comedia española llena de chistes facilones y cicas sin ropa (bueno… algo hay de ambas cosas). Obviamente hay elementos que funcionan mejor que otros pero el conjunto es un agradable bálsamo contra la crisis. Ciertos personajes parecen tener vida propia debido a la naturalidad con la que están escritos los diálogos y la acertada elección de los actores. La vis cómica de Quim Gutiérrez y su química con Inma Cuesta (Águila roja) hacen ganar enteros al film.
Obviamente no faltan Ni Raúl Arévalo ni Alberto Sanjuan que parecen ser los talismanes de este director. Ambos están francamente bien y dan bastante credibilidad al asunto. Algún otro personaje como el primo traumatizado interpretado por Adrián Lastra me pareció algo forzado al principio, demasiado impostado quizás, pero va ganando enteros conforme pasa el film y acaba siendo un elemento clave. La escena del barco pirata me pareció bastante lograda. También he de destacar que el niño está muy bien, no da repelús ni queda pedante en un personaje infantil bastante alejado de lo habitual.
Lo que menos me gustó fue la escena de la actuación musical, me parece una concesión a esta moda ridícula de acabar las pelis con una actuación (como en Que se mueran los feos). Estas escenas provocan vergüenza ajena en las pelis norteamericanas y aquí me pareció bastante forzada a pesar del empeño de los actores.

Daniel Sánchez Arévalo apuesta por la comedia y gana una vez más.

6