miércoles, 31 de agosto de 2011

T. Rex: Ballrooms Of Mars

Aquí os dejo con un temazo de T-Rex que originó dos peculiares versiones dentro del raquítico panorama musical español. Decidid vosotros si os gusta más la original o alguna de las versiones, yo lo tengo claro.



La primera versión corrió a mano de unos principiantes Radio Futura allá por 1980, la llamaron Divina y le dieron un curioso toque tecno-reggae muy de la época y de la movida madrileña. No eran aún unos músicos muy virtuosos pero le echaban morro y ganas. Modificaron la letra de la canción haciendo referencia a una diva del pop español que estuvo en KK Deluxe, no doy más pistas.

Del año 2001 es la penosa versión que Raphael y Alaska perpetraron de la mano de Carlos Jean. Aparte de la desastrosa producción cabe señalar que se basaron en la versión de Radio Futura obviando el material original de T-Rex. El disco entero me parece lo peor con diferencia que han grabado nunca Raphael o Carlos Jean, uno de esos discos de versiones y dúos que mejor que nunca se hubieran grabado. Maldito Raphael se llamó la cosa e incluía algún otro momento bastante bochornoso. Todo el disco parece grabado pensando en un karaoke.

Desde luego, dichas versiones no son lo mejor que han parido estos artistas patrios pero no deja de ser curioso cómo una gran canción puede dar origen a múltiples interpretaciones y destrozos varios.

domingo, 28 de agosto de 2011

Piratas del Caribe: En mareas misteriosas (Piratas del Caribe 4)


Si las películas basadas en videojuegos son siempre malas, las basadas en atracciones de un parque de Disney pueden ser casi peores. Aunque la primera entrega era bastante divertida, las dos secuelas eran un despropósito terrible. Ahora nos llega la cuarta entrega, más de lo mismo.


Aunque Gore Verbinski ya no está al timón en esta nueva entrega, tampoco se le echa de menos. La mano de Rob Marshall (Nine, Chicago, Memorias de una Geisha) tampoco se nota en nada. La franquicia pirata navega sola y a la deriva gracias a los ejecutivos de Disney y el inconsciente de Jerry Bruckheimer. Todo por la pasta. Al abordaje.
La peli naufraga básicamente por que es una repetición de clichés de las entregas anteriores sin aportar nada digno de mención. Incluso se me hizo aburrida. La sola presencia de Depp como capitán Jack Sparrow no es suficiente cuando su personaje ya cansa con tanto ademán y tanta situación inverosímil. Tiene cosillas interesantes al principio con las persecuciones en Londres que parecen querer imitar el buen cine de aventuras de Errol Flynn pero la cosa dura poco. Por cierto, hacía muchos años que no veía unos casacas rojas tan torpes. Luego la peli cae en repeticiones absurdas que ya hundieron a la segunda y tercera entrega (cambios de bando sin sentido y cosas inverosímiles por el estilo). Tal es la falta de ideas que durante varios momentos me recordó a Indiana Jones y la última cruzada.
En cuanto las actuaciones, Johnny Depp está como siempre, excesivo, amanerado y gesticulante. Lo que su personaje requiere. Me veo en la obligación de destacar que estamos ante una de las peores interpretaciones de Penélope Cruz ( y hay donde elegir), no está creíble en ningún momento y su química con Depp se parece mucho a la del aceite y el agua, se repelen. Un error grave. No es el único error grave achacable a alguien de origen español, el bochornoso papel de Óscar Jaenada provoca auténtica vergüenza ajena en una interpretación tan breve como lamentable, por suerte sólo dice dos frases. A este chico el tema de los piratas no se le da nada bien. Tampoco la modelo Àstrid Bergès-Frisbey está muy creíble en su papel de sirena, pero es preciosa, eso sí.
Mucho mejor están los secundarios de lujo como Ian McShane o Geoffrey Rush. Me parecieron simpáticos los cameos de Keith Richards y Judi Dench.
Lo peor de esta película es que nos deja abiertas las puertas a futuras entregas, esperemos que no sean tan aburridas.
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Primicia mundial. Gracias a nuestro servicio de espionaje, podemos reproducir la conversación entre ejecutivos de Disney que dio origen a esta película:
- Lo de Tron: Legacy no ha funcionado tan bien como esperábamos. Hagamos otra entrega de Piratas del Caribe.
- ¿Otra? La franquicia está más que agotada.
-La presencia de Johnny Depp bastará para llevar al público adolescente a las salas.
-¿Y el guión?
-Da lo mismo, con cualquier excusa ponemos la cosa a funcionar otra vez.
-Podría ser algo así: El capitán Jack Sparrow surca los océanos una vez más en busca de la fuente de la eterna juventud en mortal competición con el pérfido capitán Barbossa. Por el camino se enfrentará al imperio español, al pirata Barba Negra y a su hermosa hija. ¿Qué os parece?
- Ridículo. Será un éxito.
- Podríamos incluir a una súper modelo, he visto a una chica guapísima llamada Àstrid Bergès-Frisbey que parece una sirena.
- Orlando Bloom y Keira Knightley no querrán participar.
-Mejor, así nos ahorramos varios millones, ponemos a Penélope Cruz que está de moda y así atraemos al público latino.
-Pero Pe va estar embarazada durante el rodaje.
-Mejor, así le aumentarán de tamaño ciertos atributos y la vestimos con ropas que disimulen el resto de cambios en su silueta.
-Puede que la química entre Pe y Depp sea nula, ya nos pasó en Blow.
-Da lo mismo, el público adolescente no se entera de estas cosas. Fíjate en blockbusters como Crepúsculos, Transformers o similares. Ponemos cuatro explosiones y no se enteran. Que Bogart y Bacall hace mucho que no hacen películas. Además, como el cine va muy caro sería bueno que la peli dure más de 2 horas. Así la gente amortiza la entrada.
-Venga, la hacemos.

miércoles, 24 de agosto de 2011

El ángel exterminador (1962)



Un grupo de burgueses asiste a una cena en la lujosa mansión. Cuando llega el momento de irse a casa, ninguno de ellos es capaz de marcharse, algo les retiene en la habitación.



El cine de Luis Buñuel se puede interpretar de muchas formas y probablemente ninguna se acerque a lo que reamente Buñuel quería expresar. Yo opino que muchas veces incluía elementos disonantes (o surrealistas) en las tramas de sus películas sólo para sorprender y fastidiar al espectador, sin ningún otro motivo que tomarle el pelo. Esta película puede ser un claro ejemplo de ello.

Ya desde el título podemos adivinar que Buñuel intentaba salirse por la tangente. Buñuel tenía escrito el guión para esta película que se iba a llamar Los náufragos de la calle Providencia, en clara alusión al cuadro La balsa de la Medusa de Gericault. Su idea era representar el naufragio moral y ético de la burguesía más adinerada. Pero descubrió que su amigo el dramaturgo José Bergamín pensaba escribir una obra con el título El ángel exterminador. A Buñuel le fascinó el título, pensó que la gente iría en masa a las salas de cine para ver una película con ese título y se lo pidió prestado a su amigo, quien no tuvo reparo en cedérselo, no era un título original suyo sino que es un personaje de El apocalipsis. Realmente en la película el ángel exterminador no aparece por ningún sitio ni tiene nada que ver con la trama. Otra elaborada broma de Buñuel.

El fin último de la película es ridiculizar a las clases altas de la sociedad. Buñuel los muestra inicialmente en su esplendor, tras asistir a una ópera, engalanados en sus mejores trajes y encorsetados por unas normas sociales muy estrictas. En el montaje original de Buñuel hay escenas repetidas. La entrada de los invitados a la casa es mostrada dos veces, una vez en picado y otra en contrapicado. Igualmente el brindis del anfitrión y cuando se esconden las criadas son escenas repetidas. Buñuel se burla del montaje tradicional, mostrando dos veces el mismo hecho, sorprendiendo y desconcertando al espectador.
En su propia estupidez, los señores van a caer en el mayor de los absurdos, son incapaces de salir de una habitación y ni siquiera saben el motivo. Al principio ponen excusas para no abandonar la estancia y evitan hablar de ello. Pero finalmente deben admitir que algo está sucediendo. Poco a poco, los invitados irán perdiendo todo su barniz de lujo y distinción. Se van convirtiendo en gente desesperada que lucha por sobrevivir, como lo harían las clases más desfavorecidas. Incluso lo más sagrado se torna mundano. Realmente no hay tanta diferencia entre los señores y sus sirvientes. Toda la educación y todo el protocolo no sirven de nada y desaparecen conforme avanza la trama. Los protagonistas se ven obligados a vivir hacinados y habilitar improvisados retretes. Previamente una invitada había dicho que el pueblo llano sufre menos que los ricos, tal es la superioridad que creen tener sobre la plebe. Pero tal superioridad se disipará ante esta extraña situación límite.

Por otro lado, la mirada que Buñuel dirige hacia los sirvientes tampoco es muy benévola. Por algo se le ha llamado a veces "el director más cruel del mundo". Los sirvientes ponen excusas y se van de la casa. Parece que intuyen que algo va a pasar y se ausentan antes de que empiece la cena. Podría interpretarse que Buñuel ejerce una feroz crítica hacia los obreros que trabajan para las clases dominantes mostrándolos como cobardes y mezquinos. Pero no todos huyen, el jefe de camareros permanece junto a sus amos y dice no poder abandonar tampoco la habitación. ¿Es su miedo real o sólo lo hace para aparentar formar parte de una clase social superior? ¿Está dispuesto a morir sólo por estar junto a sus amos? ¿Tal es su grado de servilismo?
Se podría encuadrar esta película dentro del subgénero de personas atrapadas en un espacio reducido debido a una amenaza, como en films recientes como La niebla o La trampa del mal. Aunque en este caso no es una amenaza física exterior (léase un monstruo o una catástrofe) sino psíquica. Lo que les impide salir es un miedo irracional, su propia hipocresía se torna en un ilógico miedo colectivo. ¿Miedo a qué? ¿A nada en concreto y a todo? ¿al exterior de la habitación? ¿a vivir sin sus criados? ¿a mostrarse como son?. Con este argumento el film podría haber sido una película de terror o de ciencia ficción pero Buñuel tiñe la trama de elementos surrealistas y huye caer en un género concreto.
A la mencionada repetición de escenas hemos de sumarle elementos tan desconcertantes como la escena de la mano o la aparición de el oso y el rebaño de ovejas. ¿Qué quiso decirnos Buñuel con estos animales? Yo opino que el oso puede simbolizar el lado más salvaje del ser humano, ese lado que los invitados creen que no poseen o intentan ocultar a los demás. Es su lado salvaje que poco a poco va aflorando, dejando en evidencia su pretendida superioridad. También hay quien ve al oso como al comunismo que amenaza a las clases privilegiadas del mundo capitalista. El rebaño sería un símbolo del instinto gregario del ser humano, un instinto que los burgueses creen haber superado pero que finalmente les atrapa. Los mismos corderos que simbolizan a la sociedad son sacrificados para alimentar a estos pocos burgueses en apuros, otra interesante metáfora.

Aun cuando consiguen salir de la habitación, la pesadilla no ha acabado. En la escena final, los burgueses celebran una misa para agradecer que han conseguido salir. Dentro de la catedral sienten otra vez ese miedo insuperable que les impide salir. Una vez más, un rebaño entra en escena. Para Buñuel (que era ateo, gracias a Dios) tanto las clases pudientes como el resto de la sociedad (simbolizados en el rebaño) han caído en las redes de la religión. Es como si Buñuel pensara que la religión paraliza a las masas y evita la evolución de las sociedades. O simplemente, todos estos elementos no significan nada, está ahí por puro capricho o casualidad.

En cuanto al rodaje, Buñuel siempre se quejó de que no pudo rodar la película con el presupuesto adecuado. Debería haberla rodado en Francia o en otro país más desarrollado con un presupuesto más holgado que le hubiera permitido reflejar todo el lujo que rodea a las clases más pudientes, pero no fue posible. Tuvo que contentarse con rodarla en México con un presupuesto muy escaso. Como ejemplo, no consiguió un juego de servilletas decente y sólo pudo mostrar una que era propiedad de una maquilladora. Como anécdota se puede señalar que Marilyn Monroe visitó el set de rodaje y se fotografió con el reparto.

En la versión francesa del film, Buñuel añadió este esclarecedor mensaje previo a la película:
"Si el filme que van a ver les parece enigmático e incoherente, también la vida lo es. Es repetitivo como la vida y, como la vida, sujeto a múltiples interpretaciones. El autor declara no haber querido jugar con los símbolos, al menos conscientemente. Quizá la explicación de El ángel exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna".

Amén.

jueves, 18 de agosto de 2011

La cosa (The thing, 1982)

Vi La cosa cuando tenía unos 10 años en Sábado cine y cada vez que la veo me provoca una terrible sensación de soledad y aislamiento. Una base científica en mitad de la Antártida puede resultar tan claustrofóbica como una nave espacial en mitad del espacio.


En 1938 John N. Campbell publicó un relato corto titulado Who goes there? en el que unos científicos en la Antártida se ven acosados por un extraterrestre que adopta la forma y los recuerdos de sus víctimas. Este hecho no se reflejó en la primera adaptación del relato El enigma de otro mundo de 1951 y todo un clásico de la ciencia ficción, pero sí se reflejó en el film de John Carpenter: La cosa. Supongo que el avance de los efectos especiales fue fundamental para decidirse a adaptar un argumento así de complejo.

Opino que La cosa es la mejor película de John Carpenter. Puede que el tipo tenga otras pelis de ciencia ficción y/o terror bastante dignas, pero La cosa es la que más me gusta. En un momento dado el guión da un giro maestro que desconcierta casi tanto como los acongojantes bichos de Rob Bottin: el protagonista MacReady (Kurt Russell) desaparece de escena. Toda la identificación y la confianza que el espectador deposita en el protagonista queda en el aire, empezamos a dudar sobre qué le habrá pasado a nuestro héroe. Nos sentimos como un miembro más de la expedición, no se puede confiar en nadie, ni siquiera en el supuesto héroe. Estamos solos frente a una amenaza sin forma definida.

Como en Psicosis de Hitchcock, este golpe de efecto nos desconcierta y aterroriza mucho más que cualquier asesinato a sangre fría. Nuestro punto de apoyo desaparece dejándonos desamparados como si cuando éramos pequeños nuestra madre nos soltara de la mano en un gran centro comercial. Después de todo lo que hemos visto, nadie está seguro ni de sí mismo. La desconfianza y la tensión traspasan la pantalla y se apodera del espectador. MacReady reaparece al poco tiempo pero ya no nos podemos fiar de él. ¿Es él o es el ser extraterrestre que ha adoptado su apariencia?
Una de las escenas más tensas que recuerdo haber visto de niño pertenece también a este film, es la de los análisis de sangre: sabemos que alguien de los presentes es (o puede ser) la amenaza pero desconocemos quien. Poco a poco se irá comprobando la humanidad de cada uno de los presentes en un tenso proceso hasta que ocurre lo inevitable. Es entonces cuando vemos de lo que es capaz la criatura cuando se siente acorralada, una orgía de latéx salida de la mente de Rob Bottin (Fight club, seven, Robocop). Los diseños de criaturas de Bottin me parecen aterradores incluso hoy día.
Supongo que sin el éxito previo de films como Star Wars o Alien, nunca se hubiera rodado esta película. El extraterrestre de La cosa me parece más mortífero que el de Alien. Probablemente sea el depredador perfecto, con un camuflaje casi imposible de detectar.


Siempre me ha parecido curioso que nunca se realizara una segunda parte de esta peli, un final tan sorprendente y abierto se brindaba a seguir con la trama. He leído bastante sobre proyectos de segundas partes que nunca vieron la luz. A lo más que se llegó fue a realizar un video juego.
Ahora nos van a atacar con una precuela que narra lo ocurrido con la primera expedición que tiene la desgracia de toparse con La cosa. No me atrae mucho, la verdad, han metido una chica guapa como reclamo (Mary Elizabeth Winstead, vista en Scott Pilgrim y Death proof) y ya sabemos cómo va a acabar la peli. Pero el tráiler tiene buena pinta (a pesar de no innovar nada respecto al original) y supongo que la acabaré viendo.



La cosa, imprescindible peli de ciencia ficción.

martes, 16 de agosto de 2011

Están vivos (They live,1988)


John Carpenter es un director capaz de lo mejor y de lo peor. Tuvo su momento de gloria a finales de los 70 y principios de los 80 con films como La cosa o La noche de Halloween. Pero a mediados de los 80 su carrera empezó a decaer sin remedio (salvo honrosas excepciones). El film que nos ocupa no deja de ser una buena idea bastante desaprovechada.




Basado libremente en un relato corto de Ray Nelson titulado "A las 8 de la mañana" Están vivos es una curiosa cinta de ciencia ficción con toques de denuncia social y un impagable humor negro. La premisa de que la crisis económica y el desempleo son causados por una clase dirigente que desea tener al ciudadano medio controlado no es nueva. Que el capitalismo es un gran monstruo que se alimenta de la pasividad y conformismo de las masas adormecidas es algo que todos sabemos. Que desde los medios de comunicación intentan controlarnos para que consumamos es otra obviedad que no merece discusión alguna. Pero en esta peli se le da a todo ello una interesante vuelta de tuerca creando una peculiar teoría de la conspiración: seres no humanos dirigen los hilos de nuestra economía y nuestra política (que no dejan de ser la misma cosa). La idea recuerda a Platón y al mito de la caverna y fue desarrollada posteriormente en films como Matrix. La realidad que percibes está controlada por las clases dirigentes, que desean que seas sólo ganado dócil. Todo lo concerniente al control de las masas mediante los medios de comunicación o los mensajes subliminales me parece lo más interesante del film.
No deja de ser curioso que el protagonista sea un parado de larga duración, un sin techo que va viajando en busca de un empleo. El film muestra las miserias de la América de Reagan, esa white trash que se quedó sin empleo en la crisis de los años 80 y a la que Reagan recortó las ayudas. El film identifica directamente al mal con los políticos, los ricos y las fuerzas del orden. Ahí es nada, un mensaje bastante revolucionario, la verdad, a veces parece que el guión lo hubiera escrito Fidel Castro. La revelación que recibirá el protagonista (gracias a un objeto de consumo muy popular en los 80 como unas gafas de sol) le hará tomar conciencia del problema, aceptando que estaba dormido hasta entonces y decidiendo pasar a la acción.

Lamentablemente, el film pierde bastante interés cuando convierte en una peli de tiros. Supongo que el objetivo de Carpenter era presentar una peli de acción con una trama algo más trabajada que lo habitual y no hacer una encubierta denuncia de la sociedad actual a través de una peli de acción. Además, me mola que los héroes del film sean unos obreros de la construcción, el proletariado al poder.
El guión es ameno pero tiene más agujeros que un colador (demasiadas casualidades) y los actores no ayudan demasiado. El protagonista Rody Piper era campeón de lucha libre y sus musculos están mucho más desarrollados que su talento interpretativo, no nos engañemos. El tipo está cachas pero no tiene el carisma de Kurt Russel, creo que su elección fue un error importante.Tampoco la chica de la peli (Meg Foster) es muy expresiva que digamos, su gélida belleza hace que nunca acabemos de confiar en ella (algo que sí hace el protagonista). Una persona con ese peinado y esas hombreras no puede ser de fiar, ni ahora ni en 1988.

Parece que a Carpenter le interesan más las escenas de tiros y batallas que la denuncia social. Una pena, a esta idea se le podría haber sacado mucho partido, pero el último tercio del film echa por tierra la correcta presentación del problema. De una forma bastante simplona se nos explica todo el entramado que subyace bajo la sociedad y se mete a los protagonistas en el centro neurálgico de todo el meollo. Menuda casualidad, hasta la chica trabaja allí.

No deja de ser un film divertido que conserva todo el encanto de esta serie B ochentera que muchos reivindican hoy día, pero yo me hubiera ido más por el lado sociológico y no por el bélico. Las analogías entre lo presentado en el film y la realidad son hoy día aún más evidentes que en 1988.

Curiosa

Por supuesto, se está preparando un remake a cargo de Matt Reeves (quien ya adaptó Déjame entrar).

sábado, 13 de agosto de 2011

El origen del planeta de los simios (The rise of the planet of the apes)


Cuando supe que a algún iluminado hollywoodiense había dado luz verde a este proyecto pensé: "Otra gilipollez que nos quieren colar. Otro estúpido remake, reboot, secuela o precuela (o como lo quieran llamar) que se sacan de la manga ". Sigo pensando lo mismo, esta peli es un intento de crear una nueva franquicia que emparente con la saga clásica de El planeta de los simios y seguir explotando a la gallina (o al mono) de los huevos de oro, ni más ni menos. Pero hay que admitir que la cosa les ha quedado bastante bien.




Parece que se intenta recuperar la dignidad perdida en el cine comercial. El origen del planeta de los simios es una película para toda la familia que no defraudará a nadie (todos sabemos lo que nos va a narrar). El director Rupert Wyatt trata con respeto el material que tiene entre manos y ha logrado enganchar a la saga clásica a toda una generación que no creció con ella.

Es que esta historia podría haberse enfocado de muchas maneras. Podemos imaginarnos fácilmente cómo hubiera sido esta peli en manos de Michael Bay (10 minutos de trama y 110 minutos de destrucción), pero parece que se han tomado la cosa en serio y se han centrado en los personajes (humanos y simios). Por supuesto, hay ciencia ficción y efectos especiales, pero la peli es en casi todo su metraje más parecida a Salvad a Willy (puag) que a Tranformers (puag). El origen del planeta de los simios es una historia de amistad más que una película bélica o de batallas. Se centra en los personajes y en las relaciones entre personas y simios. El personaje del mono César pasará de vivir plácidamente con su amo y el padre de éste a descubrir la crueldad de la cual es capaz el ser humano. La historia narra la evolución personal de este personaje y las consecuencias que todo ello puede acarrear. Puede que caiga en cierto determinismo de manual o que no profundice demasiado algunos puntos del guión, pero la peli se ve sin problemas y te da bastante más de lo que estamos acostumbrados dentro del cine palomitero.


La peli es un blockbuster veraniego bien hecho. Tiene una correcta presentación de personajes y un desarrollo que se toma su tiempo. Tiene un muy buen ritmo, sin parones ni bajonazos, y la acción avanza continuamente. No vemos escenas de acción hasta casi el final del film y los efectos especiales están al servicio de la historia (si bien es cierto que alguna veces la técnica digital canta un poco).

También hay elementos que chirrían un poco, no vayamos a pensar que estamos ante una gran película, como un villano bastante estereotipado (el típico tipo que lo echa todo a perder por a pasta) o la típica chica florero metida con calzador y que no pinta nada en toda la peli. Son fallos casi inevitables hoy día. Tampoco se han currado mucho la conexión con el film original, basta con una noticia en el telediario y una imagen de Charlton Heston como conexiones y claros guiños. Pero esta historia del alzamiento de los simios comandados por César ya se narró en una película de la saga La rebelión de los simios , aunque ahora se ha decidido no tenerla en cuenta. Parece ser que sólo se quieren basar en la primera película, obviando el resto, lo que les da mucha libertad a la hora de futuras entregas. Vale, al menos es superior a la tontería que hizo Tim Burton.

En cuanto a los actores, James Franco está correcto y que Freida Pinto es preciosa pero el que se lleva el gato al agua es John Lithgow, su papel de enfermo de Alzheimer me pareció muy conseguido, incluso tiene algún momento emocionante.

A mí me ha gustado, he pasado un buen rato y no me he sentido insultado en ningún momento. Volviendo al inicio ¿Tiene sentido volver sobre el planeta de los simios casi 40 años después? Si es con películas así de bien hechas, casi que sí. Ya veremos cómo sigue la historia y recemos para que las secuelas no caigan en manos de algún desalmado.

6
p.d. La saga original tiene ese innegable encanto de la serie B, la verdad. Si queréis saber más de ella el Dr Quatermass le dedicó un especial más que recomendable.


jueves, 11 de agosto de 2011

El hombre de mimbre (The wicker man, 1972)



El estricto sargento de policía Howie recibe una carta anónima denunciando la desaparición de una joven en la isla de Summerisle, en Escocia. El sargento decide trasladarse en hidroavión hasta la isla e investigar el tema aunque nadie haya denunciado oficialmente ninguna desaparición.


Las pesquisas de puritano oficial protagonista no darán resultados inicialmente. Al llegar a la isla nadie parece recordar a la joven, es como si nunca hubiera existido y la carta anónima hubiera sido una broma de mal gusto. Nada más lejos de la realidad. Pequeños indicios nos hacen sospechar que algo no va bien en esta isla: un sabotaje en el hidroavión, un cuadro que falta en una pared, parejas copulando en el cementerio, etc, nos indican que en la aparente normalidad subyace algo extraño. Los habitantes de la isla no parecen seguir las normas sociales ni la religión imperante en Reino Unido. Adoran a la madre naturaleza y al sol, practican extraños ritos paganos y no parecen tener pudor. En las escuelas se les enseñan ritos y creencias paganas que nada tiene que ver con el cristianismo. Definitivamente, algo no va bien en la isla.


Pero tampoco parece ir algo bien en la mente de nuestro protagonista, su estricta moral cristiana se verá escandalizada y puesta a prueba varias veces (interesante la escena de la tentación de la hija del tabernero). Los símbolos y los ritos de los habitantes de la isla son cada vez más obvios y, bajo su aparente candidez e ingenuidad, se rebelan cada vez más inmorales perversos a los ojos del policía. Atrapado y aislado en la isla, no le será fácil mantenerse fiel a sus creencias.
Sólo al final del film descubriremos las intenciones finales de los habitantes de la isla. En una impactante escena se enfrentan brutalmente dos creencias (la pagana y la cristiana) que vienen a simbolizar dos formas de entender el mundo.


Basado en un libro de Anthony Shaffer (autor también de la obra teatral en la que se basa La huella) y dirigida por Robin Hardy, The wicker man se ha convertido con el paso del tiempo en un film de culto. Tengamos en cuenta que el cine británico de terror de los años setenta estaba dominado aún por la productora Hammer a pesar de estar ya en clara decadencia. Tanto vampiro y tanto castillo ya empezaban a estar muy vistos. Hubo otros autores que decidieron innovar en cuanto a temas y a la forma de afrontarlos. The wicker man es un buen ejemplo de estas nuevas vías de experimentar. Es cierto que hoy no produce ningún terror en el espectador, pero sí que logra inquietar y provocar cierto desasosiego. The wicker man opta por un terror psicológico que recuerda a films de Polanski como Repulsión o La semilla del diablo.
Creo que el film es muy interesante y tiene múltiples lecturas. Es muy hábil al contraponer dos religiones, pero al final no sé muy bien con cuál de ellas intenta que nos identifiquemos.


Desde un punto de vista sociológico, The wicker man es interesante: El film viene a poner de manifiesto la importancia de la educación y el entorno. Si sólo conoces una forma de vivir, ésta suele parecerte la única posible o, al menos, la mejor si la comparas con el resto. Cualquier creencia, por bizarra que sea, puede ser aceptada por una comunidad si es la única en la que han crecido. También están reflejados en el film la necesidad de pertenecer a un grupo (instinto gregario) y el rechazo al diferente. Igualmente vemos la importancia de un líder (interpretado por Christopher Lee) que aglutina poder religioso, económico y social. La sociedad creada en la isla tiene sus propias reglas, sus símbolos y sus ritos. No tiene una religión perfectamente estructurada en unos textos sagrados sino que se basa en ancestrales creencias paganas previas al cristianismo.
Aunque ha envejecido un poco mal, esta acertada crítica al fanatismo es válida todavía.

7

p.d. Como dato curioso, Julio César ya se encontró a estas esculturas de mimbre cuando llegó a las Galias, parece ser que ya eran usadas por los galos hace 20 siglos.

Por cierto, el director Robin Hardy ha dirigido recientemente una adaptación de su propio libro Los cowboys de Cristo llamada The wicker tree. Es una especie de continuación en la que unos cantantes de folk cristiano viajan a un pueblo de Escocia con intención de difundir la palabra de Dios. No sé qué tal estará esta nueva aproximación al tema, Hardy ya tiene 81 años y no sé si tiene sentido volver sobre el mismo tema.

Tampoco tuvo ningún sentido hacer un remake con Nicolas Cage, pero se hizo. No lo he visto, ni ganas que tengo. Me quedo con el original.



lunes, 8 de agosto de 2011

Super 8


1979, unos chavales se disponen a rodar una película de zombies amateur. Durante el rodaje de una escena asisten al accidente de un tren.


Super 8 es una película de otro tiempo, de esas que lamentablemente ya no se hacen. Es una vuelta al cine de aventuras y ciencia ficción de finales de los años 70 y principios de los 80. Súper 8 emparenta mucho antes con Encuentros en la tercera fase o E.T. que con cualquier blockbuster actual. Por algo Spielberg es el productor de la peli, sabe que su cine creó escuela e impactó a muchos jóvenes que ahora son directores. Uno de ellos era J.J.Abrams (Star Trek, Lost, Misión imposible 3)


Al lío, Super 8 es una peli de ciencia ficción que parece haber sido rodada hace 30 años y que ahora haya aparecido en un cajón. Los efectos especiales son bastante mejores que los de hace 3 décadas, pero la esencia es la misma, esa esencia que parece haberse perdido sin remedio en el cine actual. No se trata de ser nostálgicos ni nada de eso, se trata de hacer buen cine de entretenimiento y devolver la dignidad perdida al género de ciencia ficción y aventuras. De sentirte a gusto viendo una peli para adolescentes aunque tú ya no lo seas.

¿Por qué es buen cine Super 8? Básicamente por que se toma su tiempo en presentarnos a los personajes y no abusa de los efectos especiales, los hay pero están al servicio de la historia. Una historia que no es nada nuevo pero está bien escrita y mejor rodada. La forma de llevar la relación amorosa entre los dos adolescentes me parece muy acertada, quizás un poco ingenua, los adolescentes no eran tan inocentes ni siquiera hace 30 años, pero es un film destinado a todos los públicos. La peli no trata a los adolescentes de forma infantil, sino que aborda sus problemas de manera que los adultos no sintamos vergüenza ajena ni nos sintamos estafados por la simplicidad del guión. Además, Abrams nos entrega un film muy divertido de principio a fin y con un buen ritmo. No es una maravilla que deslumbre ni revolucione el género, pero supera con creces a la mayoría de blockbusters que nos llegan.

Me gustó mucho el detalle de rodar una peli en formato super-8, algo totalmente olvidado hoy día, con las cámaras digitales ya no es necesario esperar 3 días a que te rebelen lo que has filmado. Todo un guiño (hay varios más) a toda una generación que crecimos adorando las pelis dirigidas o producidas por Spielberg como las ya citadas o Los goonies o Regreso al futuro. Grandes pelis de aventuras.

Lo de un grupo de críos que se ven envueltos en un lío horroroso es una premisa que casi siempre funciona y Abrams lo sabe. También sabe que la amenaza es mucho más interesante si no se muestra claramente. Al igual que Spielberg en Tiburón, la amenaza se nos va mostrando muy poco a poco. Abrams juega hábilmente con el suspense que provoca en el espectador aquello que no ve y nos lo tenemos que imaginar. Sólo casi al final tendremos una idea clara de cómo es lo que se escondía en ese vagón de tren.
En cuanto al reparto, me quedo con los tremendos ojos de Elle Fanning, hermana pequeña de Dakota Fanning y mucho más guapa y mejor actriz, en mi humilde opinión. La escena del ensayo antes de empezar a rodar es de lo mejor que le he visto en muchos años a una actriz adolescente. El resto de chavales de la pandilla de frikis del cine de zombies también están muy logrados.

Así pues, yo recomiendo que no os la perdáis si os gusta el buen cine de ciencia ficción de los años 80, no hay mejor peli este verano pasar un buen rato.

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p.d. Yo apuesto por que Spielberg deje de dirigir de una vez (que está destrozando su carrera) y se dedique a producir pelis a gente con talento como Abrams.

domingo, 7 de agosto de 2011

Un cuento chino

Roberto (Ricardo Darín) es un tipo solitario que regenta una droguería. Roberto tiene una existencia metódica aislada del exterior. Todo se complicará cuando aparece en escena un chino que no habla ni una palabra de español.



Basado en una anécdota real, un cuento chino es un buen film. Con esta premisa argumental podría haber sido una comedia alocada, dado el choque de caracteres de los protagonistas, o un drama que denunciara la situación de los inmigrantes. Es de agradecer que se escape por la tangente y sea una comedia amable. Un cuento chino hace sonreír varias veces aunque nunca llegues a partirte de risa. No busca el chiste fácil ni convierte a los personajes en caricaturas en busca del ansiado gag. Hay situaciones que podrían haber sido mucho más divertidas y otras que podrían haber sido mucho más trágicas pero están resueltas de manera que nunca se pierde ese tono tan personal que tiene el film. No es que se salga del estereotipo de las películas sobre extrañas parejas y personajes excéntricos, pero es un film bien escrito y bien interpretado.
Sebastián Borensztein escribe y dirige esta película de forma eficiente, centrándose en los personajes y poco más. No era necesario complicarse la vida y no lo hace. A base de miradas y emociones contenidas nos entrega un film honesto y muy digno. Ricardo Darín (El hijo de la novia, Nueve reinas, El secreto de sus ojos) ya cambió de registro en Carancho y parece que le ha cogido el gusto. Esta vez nos interpreta a un verdadero cascarrabias, un personaje huraño y calculador. Su interpretación da una vida especial a toda la película y es lo mejor del film.

Una película pequeña pero que hace pasar un buen rato.

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sábado, 6 de agosto de 2011

Capitán América: El primer vengador (Captain America: The First Avenger)


Nacido en 1941 de la mano de Joe Simon y Jack Kirby y con una clara función propagandística, El capitán América ha logrado sobrevivir durante 70 años defendiendo la libertad made in America. No hay más que ver su traje para darse cuenta del innegable mensaje propagandístico del personaje.


La verdad es que en la Segunda Guerra Mundial las cosas estaban bastante claras en cuanto a quienes eran los malos, en décadas posteriores la cosa no estuvo tan fácil y el Capitán América no fue a Corea (estaba congelado) o Vietnam, aunque creo que sí se ha enfrentado a Al Queda.

El film que nos ocupa es un intento de rememorar los films clásicos de aventuras de los años 40, esos que protagonizaba el capitán América. Es un ameno film de aventuras con un correcto guión y un buen ritmo. No aporta nada nuevo que no esté más visto que el tebeo, pero no aburre en ningún momento ni trata al espectador de idiota. Sigiendo los pasos de X-men, Iron man o Thor, los de Marvel nos entregan una decente adaptación de su personaje. La formula no es perfecta pero da a los fans lo que pide y es capaz de enganchar a las nuevas generaciones. Esta vez tiene el aliciente de ambientar el film en la segunda guerra mundial, lo que le da un toque retro no sólo en la estética.

Se agradece que hayan cuidado bastante el guión con constantes guiños al universo marvel: el padre de Tony Stark, el cubo cósmico, etc. Incluso se ríe con ironía del ridículo traje de El Capitán América y su labor propagandística. En un momento dado hasta se le llama "payaso con escudo". Aún así, uno no puede evitar sentir cierta vengüenza ajena en la inevitable escena de las masas vitoreando al héroe que tanto les gusta a los de Hollywood.

No podemos obviar que un superhéroe vestido de esa guisa puede quedar realmente irrisorio en pantalla pero, al igual que en Thor o Spider-man, han sabido resolver el problema evitando caer en un ridículo que hubiera arruinado el film. Es que un héroe con alitas en la cabeza queda muy mal en pantalla. Por cierto, me gustó cómo introducen lo del escudo haciendo que Steve Rogers se proteja previamente con la tapa de un contenedor de basura o la puerta de un taxi.

El director Joe Johston (Oceanos de fuego, Jumanji, Parque jurásico 3) demuestra una vez más que es un hábil narrador de películas de aventuras y entrega un film entretenido.Creo que el tono elegido por Johnston es muy acertado, sabe que el personaje no debe ser tomado en serio y entrega un buen film de aventuras para pasar el rato, sin más aspiraciones y evitando los excesos patrióticos en todo lo posible (la cosa estaba difícil). Un blockbuster veraniego bastante correcto.
Esta peli en manos de Michael Bay huiera sido terrible. Básicamente la diferencia entreTransformers 3 y El capitán América es que la segunda no está rodada como un video clip, hay una historia que contar, un cierto desarrollo de los personajes, no abusa de los planos de la bandera y las batallas no se hacen eternas.

Supongo que buena parte del éxito del film están en las convincentes interpretaciones de todo el elenco. Chris Evans está correcto en el papel de Steve Rogers tanto antes como después de tomar el suero del super soldado. Por cierto, ¿este chico no hizo ya de La antorcha humana? Dos héroes Marvel interpretados por el mismo actor, curioso. Hugo Weaving está bien, me gusta en este tipo de papeles de tipos raritos tipo Matrix o V de vendetta. También se puede decir que Tommy Lee Jones cumple y da credibilidad a su personaje. Yo me quedo con Hayley Atwell (Los pilares de la tierra, El sueño de Casandra) que parece que por fin va a tener el reconocimiento que se merece.

Hay cosas que no me acaban de gustar, como que Cráneo rojo no lleve máscara sino que su propia cara sea de color rojo o la muerte de ciertos personajes que no coincide exactamente con los cómics. En mi opinión, son licencias sin demasiada importancia. Como los famosos lanza redes de Spider-man, variaciones que no traicionan la esencia del personaje.

Lo dicho, una peli entretenida que prepara el terreno para Los vengadores. Habrá que ver cómo queda el personaje en el presente.

5,5


martes, 2 de agosto de 2011

El arco (Hwal, 2005)



Kim Ki-duk nos presenta aquí otra de su extrañas premisas tan habituales en su cine. Un anciano mantiene retenida en su barco a una joven adolescente desde hace 10 años. Ella ha crecido en ese mundo y no recuerda nada más. Todo empieza a complicarse cuando ella conoce a otro joven del que se enamora.


En el claustrofóbico entorno de un pequeño barco en medio del mar, Kim Ki-duk desarrolla sabiamente este complejo triángulo amoroso lleno de múltiples lecturas. Los personajes están aislados casi completamente del exterior, sin apenas conexión con la sociedad. El anciano ha creado sus propias normas sociales y ha sometido a la chica a ellas pero no puede evitar que ella tenga sus propios sentimientos, el conflicto está servido. Si la premisa es extrema (como casi siempre en este autor), el desarrollo no puede ser más poético. No hay un solo plano en tierra firme, siendo el barco y el mar los dos únicos escenarios de todo el film. Kim Ki-duk entrega un film precioso, de una belleza plástica que sólo el cine oriental es capaz y una poesía que muy pocos directores son capaces hoy en día. El film aboga por la sencillez de medios, con un arco y poco más se pueden decir y hacer muchas cosas: se puede predecir el futuro, mantener a raya a los rivales y tocar música ¿quién necesita nada más?
No sabemos el nombre de los personajes, de ninguno de ellos, ni falta que hace. Tampoco oímos las voces de los dos protagonistas, tampoco es necesario. Con un buen narrador y unos buenos actores sobran las palabras. Con miradas se pueden decir las mismas cosas que con palabras. Y si las miradas vienen de los ojos de Han Yeo-reum pues son para derretir a cualquiera, el veterano Jeon Seong-hwang también lo hace muy bien en su complejo papel pero su mirada tiene otros matices.

Puede que tanto rollo oriental / minimalista se le atragante a algunos espectadores aficionados al cine basura de yanquilandia (remakes, adaptaciones sin alma y vacíos efectos especiales), lo siento por ellos. Como le ocurre a la chica del film, ellos sólo conocen esa realidad y desconocen que hay otro mundo más allá del mar. No les faltará razón si me dicen que el final es demasiado metafórico, puede ser. Pero todo el film es una metáfora de cómo intentamos retener junto a nosotros a aquello que amamos aunque no nos pertenezca o conlleve la destrucción de lo amado.

Hay quien dice que Kim Ki-duk no hace cine sino poesía, es muy probable. El arco es uno de sus mejores poemas.

7,5