jueves, 29 de noviembre de 2012

Pájaros de papel (2010)



Tenía pensado escribir sobre esta película desde hace meses, la vi hace más de un año y nunca me había puesto a ello. Supongo que ya es tarde, pero ahí va.

Emilio Aragón es una especie de moderno hombre del Renacimiento: payaso, showman, compositor, director de orquesta, empresario y director de una cadena de televisión. Es cierto que las presentadoras de su cadena parecen haber sido elegidas por la capacidad de carne que son capaces de mostrar (preferiblemente muslo y pechuga) pero no podemos echar por tierra su labor en otros campos por los pecados cometidos en el mundo televisivo.

Pájaros de papel es la primera película de Emilio Aragón, el tipo ha hecho de todo en la televisión pero para su debut en la gran pantalla apuesta por una historia de nuestra post guerra y encima con niño. Un manido tema al que Aragón le da un tratamiento casi autobiográfico a la vez que un profundo respeto y admiración por la profesión de cómico. Su film tiene puntos en común con El viaje a ninguna parte de Fernán Gómez o Ay! Carmela de Carlos Saura, pero posee una mirada nostálgica de la cual ambas citadas carecían. Puede que a muchos les parezca una mirada excesivamente empalagosa o edulcorada y puede que tengan algo de razón, quizás Emilio Aragón intente sin demasiado éxito emular también la delicada ternura de Cinema Paraíso (hay que ver lo que lloro cada vez que la veo), pero su film funciona  y vale la pena verlo (también me hizo soltar alguna lágrima, he de reconocerlo).


 Ciertos elementos la salvan de la quema. Primeramente, Aragón combina ternura, emoción y humor sin resultar pedante (aunque esto último sea muy subjetivo).  Puede que para algunos peque de melodramático y de televisivo pero su film consigue emocionar. Aragón sabe lo que quiere y no cae en errores típicos del cine español, da un tratamiento suficiente a los secundarios y a la historia, dejando que los personajes se expresen y vayan desarrollando a lo largo de la trama. A destacar el acertadísimo tratamiento de ciertos temas.Valga como ejemplo cómo se muestra la homosexualidad de cierto personaje, a Aragón le basta con un simple roce de manos para expresarnos todo un mundo de pasiones reprimidas. Con un leve gesto Aragón nos expone todo lo que necesitamos saber, nada de pormenorizadas escenas de cama (ya podría haber puesto en práctica esta economía de medios gente como Bigas Luna o Vicente Aranda).

Otra gran baza del film son sus actores. Un film así se debe cimentar en unas interpretaciones creíbles de todo el elenco actoral. Aquí están todos francamanente bien, incluso los niños. Tanto Imanol Arias (que no es santo de mi devoción) como Lluís Homar se desenvuelven perfectamente en las pantanosas aguas que comparten lo cómico y lo trágico. Todo el elenco de secundarios resulta creíble e incluso emocionantes en más de una ocasión. Yo destaco a Carmen Machi, quien está pletórica en un papel que parece escrito a su medida y que saca lo mejor de esta gran actriz .

Pájaros de papel es un homenaje a esos cómicos que Emilio Aragón conoció bien a base de  anécdotas e historias que seguro habrá oído contar en su familia. No son pocas las analogías entre el personaje de Imanol Arias y el padre de Emilio Aragón (el inolvidale Miliki). La sobrecogedora aparición de este último en el film resultó ser su adiós definitivo del mundo del espectáculo y, la verdad, no se me ocurre un colofón más adecuado para su carrera.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

La música de James Bond


A mí lo que más me gusta de las películas de James Bond es la música. Tanto las canciones como las partituras de las películas que compuso John Barry me parecen magistrales y todo un hito en la historia del cine.

Aquí os dejo este documental sobre la historia de la música de las canciones de James Bond.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Holy motors



  Holy motors no es una película convencional, no es una película que cuente una o varias historias. Holy motors intenta contar muchas cosas, demasiadas, y lo hace de manera surrealista y fascinante.

Holy motors no es un film para espectadores acostumbrados a que todo tenga sentido, a que todo encaje. Holy motors es un experimento, una deliciosa locura que se disfruta mucho más si no le buscas un sentido ya que, probablemente, no lo tenga. Holy motors es un homenaje al cine, desde sus prometedores inicios hasta su preocupante presente y su más que incierto futuro. Por supuesto que el cine seguirá, necesitamos que nos cuenten historias, pero ya nada será igual.


Desde la primera y onírica escena, Holy motors deja claro que el cine es un barco a la deriva atiborrado de espectadores adormilados que ven siempre la misma película. La sala de cine se ve amenazada por unos peligrosos perros que deambulan por el patio de butacas, las grandes productoras de basura vigilan que nadie despierte. Leos Carax aboga por abofetear al espectador  y despertarle de su letargo, necesitamos imaginación e ideas. Carax se sirve de un surrealismo salvaje cercano al mejor Buñuel para ofrecernos multitud de símbolos, algunos totalmente imposibles de interpretar. Puede que el futuro esté en los videojuegos y en el cine digital, pero siempre necesitaremos historias. El protagonista viaja en limusina por París representando diversos papeles sin motivo aparente. Son encargos, alguien le contrata para que él represente personajes necesarios. Puede que no haya espectador pero el trabajo debe realizarse. El trabajo del actor Denis Lavant es simplemente alucinante, a pesar de tener un físico tan peculiar, el tipo sabe meterse en la piel de once personajes de manera pasmosa. Su forma de expresar la psique a través de los movimientos de los personajes es toda una lección de interpretación.
 El film elabora la parábola sobre que todos somos actores, todos actuamos delante de los demás, todos llevamos varias máscaras puestas a lo largo del día. Quizás por ellos el protagonista apenas es interesante cuando no actúa, cuando es él mismo. Cuando se encuentra con un antiguo amor, no sabe cómo actuar ni que decir, no tiene personalidad y deja pasar su última oportunidad. Aunque puede que también esté actuando, no hay manera de saberlo.

Por cierto, me gustó Kylie Minogue y su peculiar número musical (¿ya he dicho que esta peli es una locura?), Kylie interpreta a otra actriz dispuesta a llevar su personaje hasta sus últimas consecuencias. También me gustó la aparición (que no interpretación) de Eva Mendes en un pasaje brutal que todavía no soy capaz de encontrar un significado, quizás sea un error intentar que todo encaje en un film así de desquiciado.
Lamentablemente, Carax parece perder el rumbo intencionadamente y algunas innecesarias excentricidades hacen a su film perder varios enteros, no sé a qué viene el diálogo final entre limusinas ni alguna otra cosilla más. No sé cómo explicarlas ni les veo el sentido, pero ya he dicho que no todo debe encajar.
Puede que la desconcertante trama del film no sea de fácil asimilación por el espectador medio acostumbrado a las pelis de Stallone pero si le das una oportunidad puede que Holy motors no sólo te sorprenda, puede que, con suerte, te fascine. A mí me pasó.

De regalo os dejo un momento memorable del film, la versión con acordeones del clásico del blues de RL Burnside, Let my baby ride.

 

7

domingo, 25 de noviembre de 2012

Sinister


Un escritor que se muda con su familia a una casa en la que ocurrieron unos terribles crímenes aún sin resolver



Sinister es otra película de terror que intenta seguir la senda iniciada por Insidious o Paranormal Activity como bien dejan claro en su cartel promocional. Es éste un tipo de terror que no pretende innovar ni inventar nada pero logra su objetivo de asustar por lo menos un par de veces. Si sólo buscas un buen par de sustos, no saldrás defraudado. La premisa inicial recuerda a El resplandor y el desarrollo es bastante rutinario para este tipo de cine y se hace inevitable que nos vengan a la cabeza varias cintas de terror japonés. Pero sí he de reconocer que sabe crear cierta tensión y me sobresaltó de mi asiento un par de veces (cosa que no siempre me ocurre con este tipo de películas y que cada vez valoro más). 

 La presentación de la familia del protagonista me pareció correcta, aunque no haya quien se crea que nadie se mude a esa casa. Me gustó el tratamiento del personaje de Ethan Hawke y sus motivaciones, está dispuesto a poner en peligro a su familia sólo por volver a tener éxito con un libro. Sin embargo, el film no desarrolla otros personajes, como los dos hijos del protagonista, que quedan bastante desdibujados y desaprovechados (aunque un de los hijos proporciona un buen susto).
Al director Scott Derrickson (El exorcismo de Emily Rose) deberían haberlo echado del gremio de directores tras dirigir aquella chapuza de remake de Ultimátum a la tierra, pero le han dejado dirigir esta peli en la que, al menos, salva los muebles. El tipo no es un genio pero se muestra hábil a la hora de crear la tensión necesaria, obviamente recurre a elementos ya de sobra conocidos como la oscuridad, los pasillos tenebrosos, los aparatos que se encienden solos, los inevitables niños tétricos y los desvanes. Me gustó el uso que hace de la proyecciones, su efecto es realmente impactante para el espectador. Lamentablemente, cuando el mal se materializa en un personaje, la cosa pierde algo de interés. Sigo opinando que siempre aterra mucho más aquello que no vemos. Además, el villano de turno parece una mezcla de cantante de goth metal nórdico y Michael Jackson (espero que no lo hicieran a mala idea). Quizás Derrickson abuse del truco barato de poner un primer plano terrorífico a traición, no es lo más honesto que se pueda hacer para asustar al espectador, pero funciona, vaya si funciona. Además, en esto del terror ya parece que vale casi todo, al menos Sinister no es un remake.

Pues eso, los amantes del cine moderno a base de sustos y golpes de efecto se lo pasarán de miedo. Los amantes del cine de terror más clásico saldrán defraudados. Yo le voy a dar un 5 debido al buen par de sustos que me llevé.





jueves, 22 de noviembre de 2012

The company men



 The company men es una peli más sobre la terrible crisis económica que nos atenaza. Siguiendo la estela de Margin Call o Up in the air, The company men se centra en las vicisitudes de unos ejecutivos (de esos del Porsche, el club de golf y la casa guapa) que sufren en sus propias carnes los efectos de la crisis económica.

El personaje de Ben Affleck ve como su sueño americano se torna en pesadilla cuando su empresa decide prescindir de él. Obviamente, pensará que la situación será pasajera y que su alto nivel de vida no se verá afectado. Un tiburón de los negocios con su currículum no puede estar mucho tiempo sin empleo, las empresas se lo van a rifar. Pero la realidad le dará una cruel lección. Pronto se verá sin trabajo y sin perspectivas de conseguir uno mientras debe hacer frente a unos pago que ya no se puede permitir. Tampoco sus antiguos jefes (interpretados por unos solventes Tomy Lee Jones y Chris Cooper) saldrán mucho mejor parados. La situación en la compañía ya no es segura para nadie y cualquiera puede ser víctima de una nueva y masiva reestructuración de personal.

 John Wells es un director experimentado en la televisión, ha dirigido multitud de episodios de series como Urgencias, y ahora da el salto a la gran pantalla con esta película de la cual es escritor y director. La originalidad de su historia reside en mostrarnos el paro desde el punto de vista de estos altos ejecutivos aunque su error es que no nos identifiquemos demasiado con estos tiburones de los negocios que se compran mesas de 16.000 dólares por puro capricho. Al espectador se le hace difícil al principio sentir empatía por estos personajes, tan alejados del ciudadano medio, pero conforme va aumentado la desesperación de los personajes casi sentimos lástima por ellos. Cuanto más posees, más tienes que perder y más lo sientes.
Wells no posee un estilo narrativo propio y se nota su pasado televisivo. Pero no aburre y la peli se ve con interés. No busca las claves de la crisis (para eso ya tenemos la magistral The inside job) ni critica el sistema financiero (Wall street 2) pero tampoco cae en sentimentalismos ni busca la lágrima fácil. A la hora de rodar, Wells se muestra muy sobrio y comedido, cosa que es muy de agradecer. Nada de moderneces, cámaras al hombro ni inecesarios flashbacks.
The company men no deja de ser un correcto telefilm bien rodado que se salva gracias a que cuenta con un plantel de estupendos actores, me refiero a Tommy Lee Jones o Chris Cooper, no a Ben Affleck. Lo de Affleck es la dirección, aunque aquí está correcto, opino que la peli hubiera ganado enteros si su papel hubiera caído en manos de un actor más expresivo. Affleck funciona como niñato con pasta al que todo le va bien, pero cuando las cosas se tuercen no transmite el drama interior del personaje, no transmite toda su frustración e ira. Me gustó incluso Kevin Costner en el papel de cuñado tocapelotas.

Al menos deja un mensaje optimista, un atisbo de luz al final del túnel. Si los jefes y los directivos lo pasan mal, imagínate cómo lo deben de pasar los simples mortales mileuristas. Es lo que pasa por vivir por encima de tus posibilidades.

6

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Escenas memorables: Fred Astaire en Bodas reales





De niño me pasé varios días fascinado con esta escena pensando cómo demonios habían logrado que Fred Astaire bailara por el techo y las paredes de la habitación sin caerse. La escena pertenece al film Bodas reales que dirigió el gran Stanley Donen en 1951.
Si quieres saber cómo se hizo, te lo explico tras el salto.

Para rodar la escena lo que se hizo fue construir un escenario especial que giraba. Así se podía ir girando la habitación y la cámara a la vez, de esta manera el movimiento no es percibido por el espectador, ya que la cámara no varía de posición respecto al entorno. Fred Astaire siempre bailaba vertical al suelo, sólo que éste iba girando. En este otro vídeo se ve claramente.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Excision



 Pauline es la marginada del instituto, no tiene amigos, tiene la cara llena de granos y no es muy popular entre los chicos. Su hermana está muy enferma y acapara las atenciones de sus padres. Pauline escapa de la opresora realidad que le ha tocado vivir mediante sangrientas fantasías pseudo-eróticas.

El debutante Richard Bates Jr. no puede haber comenzado su carrera de una manera más impactante. La escena inicial de Excision es de las que te dejan boquiabierto. Muchos espectadores no pasarán de esta extraña primera escena (y lo entiendo), en un único plano Bates nos muestra las morbosas fantasías eróticas de una adolescente.
Como si se tratara de los desvaríos más salvajes de de unos David Lynch y David Cronenberg hasta arriba de ácido, Bates nos va alternando el horror cotidiano dentro una opresora sociedad con el horror que subyace en la mente de la protagonista. La terrible grieta que separa la realidad de las fantasías la joven Pauline es sobrepasada por Bates en apenas unos segundos dando lugar  a unos contrastes tan enfermizos como fascinantes. Bates ahonda en la eterna idea de identificar sexo y muerte e incluso va incluso un paso más allá. Allí donde A serbian film se quedó sólo en imágenes impactantes sin mensaje, Bates nos entrega todo un ejercicio de fascinación por la violencia como liberación de las normas sociales. Bates viene a decirnos que cuanto más estricta es una educación, mayores son la aberraciones que ésta produce en la mente de los adolescentes.


 Pauline me pareció un personaje fascinante: desea experimentar, tiene ideas propias, se rebela contra todo lo que se da por hecho y decide encontrar sus propias respuestas. Quizás su mente no esté bien amueblada, ella misma se encarga de recordarlo constantemente pero nadie parece querer hacerle caso. Como la protagonista de El cisne negro Pauline tendrá cada vez más problemas para distinguir la realidad de la fantasía. Pauline tiene un insano interés en la medicina y , especialmente, la cirugía. Un cóctel explosivo.


Bates adapta su propio corto homónimo y ha logrado convencer a iconos como el mítico director underground  John Waters (Pink Famingos), a Malcolm McDowell (el inolvidable Alex de La naranja mecánica) y a la ex actriz porno adolescente Traci Lords (ahora ya bastante crecidita) para los papeles más conservadores y puritanos del film. Waters es el párroco que intenta reconducir las fantasías de Pauline, McDowell es su profesor y nuestra entrañable Traci Lords es una madre prototipo del tea party. Todo un contraste, como casi todo en esta bizarra película. Curiosamente todos están bastante bien, nunca pensé que diría lo que voy a decir pero: Traci Lords está en el papel de su vida. Que le den un Oscar, que estas cosas de las redenciones les gustan mucho a los norteamericanos


A destacar el trabajo de AnnaLynne McCord (la típica actriz guapa que se hace pasar por fea), se nota que tras esa apariencia de chica llena de granos y cuerpo de chico hay toda una belleza. Pero ella lo hace muy bien, resulta creíble (el maquillaje también ha hecho lo suyo) y me sorprendió gratamente su trabajo. Sus escenas de confesión / diálogo con Dios me parecieron muy conseguidas.

A mí me resultó un film valiente y original, algunas de sus escenas se me han quedado grabadas a fuego y sangre (nunca mejor dicho) en la memoria y dudo mucho que consiga borrarlas fácilmente. Ese azul cielo en brutal contraste con el rojo sangre no se me olvidará fácilmente. Es cierto que quizás prometa más de lo que realmente te da, a mí me supo a poco y me dejó con la sensación de que podría haber seguido por el sangriento camino apuntado al inicio en vez de centrarse en el drama familiar.

 No es un film apto para estómagos sensibles. Excision es una macabra fábula sobre la sociedad moderna.

6


viernes, 16 de noviembre de 2012

El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (The assassination of Jesse James by the coward Robert Ford)



 Cada país tiene sus mitos sobre los que vuelve una y otra vez. Nosostros tenemos al torero y la folclórica. Los yanquis tienen el psicópata, el gángster y el forajido del viejo oeste. Una vez más Jesse James volvió a la gran pantalla, esta vez encarnado por Brad Pitt.

Andrew Dominik (Chooper) elabora una buena película llena de bellas imágenes y momentos calmados sólo salpicados por algunos estallidos de violencia. Dominik no opta por el western crepuscular a lo Sam Peckimpah sino que desarrolla un estilo propio que podríamos clasificar de western desmitificador o épico con los pies en el barro. Un estilo influido por el cine de Tarantino (esos personajes que hablan sin parar sobre anécdotas insignificantes) y por el cine de autor independiente. Dominik nos ofrece bellísimas escenas de una plasticidad difícilmente superable (la llegada del tren) pero también intenta desarrollar los personajes y sus luchas internas.

 Dominik presenta un Jesse James convertido en padre de familia  y casi como un héroe romántico de mirada melancólica a través de los ojos de un casi siempre comedido Brad Pitt. Su contradictorio Jesse James tiene mucho de icono y de mundano. Es un personaje impredecible y lleno de contrastes, es astuto y cruel como buen forajido, sí, pero también un entregado padre de familia que comete errores e incluso es capaz de llorar. Quizás Brad Pitt sea el actor ideal para interpretar este tipo de personajes icónicos debido a su innegable atractivo y magnetismo en pantalla, pero nunca acabamos de entender a su personaje. Lo que más se le puede reprochar a este film puede ser que tras más de dos horas no seamos capaces de entender del todo el comportamiento de Jesse James. ¿Por qué confía en un tipo como Robert Ford? ¿Por qué se deja asesinar tan vilmente? ¿Acaso decide dejarse matar? ¿Qué le empujaría a ello? Dominik deja muchas preguntas sin responder.

 En contraste, Robert Ford (Casey Affleck) está mejor desarrollado o, al menos, sus motivaciones se nos hacen más comprensibles. Es presentado como un joven donnadie que busca ser aceptado y tratado como un igual por su ídolo de la infancia pero será rechazado una y otra vez. Cuando conoces a tus ídolos te das cuenta que no son tan inalcanzables y que quizás no sean dignos de tanta devoción. Ya sabemos que del amor al odio hay sólo un pequeño paso. Tampoco todo el mundo sirve para ser un famoso forajido. Ford ansiaba la fama pero le faltaban agallas, sus asesinatos se producen todos por la espalda (de ahí lo de cobarde), e intentó hacerse un hueco entre los forajidos pero distaba mucho de ser uno de ellos. No todos estamos hechos para ser leyendas ni estamos dispuestos a pagar el precio.



Dominik se muestra como un director con talento y un peculiar estilo propio, sabe dirigir y sabe dónde colocar la cámara. Se centra en los diálogos y los personajes aunque a veces el ritmo se resienta. El film es lento, muy lento a veces, el ritmo pausado juega a veces a su favor dando estupendos planos y escenas con voces en off acompañados por la excelente música de Nick Cave. Pero otras veces el ritmo juega en su contra haciendo innecesarios algunos momentos y alargando la trama en exceso. Sus dos horas y media se pueden hacer excesivas.

 Los amantes del cine cocinado a fuego lento la paladearán y la encontrarán deliciosa, los aficionados al cine nervioso la encontrarán exasperante.

6,5


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Argo



Argo es la historia de una gran mentira, de un film que nunca existió. Un film tan extravagante que sólo podía servir como tapadera para un rescate casi imposible.

 Sigo pensando que Ben Affleck debe retirarse como actor y dedicarse exclusivamente a la dirección. Argo es su tercera película como director tras las recomendables Adiós, pequeña, adiós y The town. Todas ellas evidencian que Affleck sabe elegir mejor sus proyectos como director que como actor. Su carrera actoral está llena de pésimas interpretaciones pero su carrera tras las cámaras demuestra que el tipo tiene ganas de contar buenas historias y sabe cómo hacerlo.
Argo es un excelente trhiller que parte de un interesante hecho real, la crisis de los rehenes que se produjo en Irán en 1979 con la invasión de la embajada norteamericana en Teherán y el secuestro de las personas que se encontraban en su interior. Pero seis norteamericanos del personal diplomático consiguieron escapar y refugiarse en la embajada canadiense. Argo trata de cómo se les intentó escapar mediante una peculiar misión.
Primeramente sorprende cómo Affleck nos sitúa en la convulsa Teherán de 1979, toda la época y las presiones geo-políticas del momento están perfectamente plasmadas en el film. El espectador no tiene ningún problema en entender el complejo entramado que era nuestro mundo en 1979. Una sucesión de decisiones fallidas por parte de los servicios de inteligencia estadounidenses les condujo a esta compleja situación, no olvidemos que estábamos aún en plena guerra fría, que sería posteriormente agravada con la invasión de Afganistán por la extinta URSS.


Affleck no nos entrega un documental, nada de sesudas reflexiones sobre el más que discutible papel de Estados Unidos en Oriente Medio en los últimos 70 años, tampoco es un drama sobre personas en situaciones extremas. Affleck elabora un film sorprendentemente ameno a la vez que didáctico y emocionante. Combinando hechos históricos e ironía Affleck nos entrega un film muy recomendable, con las dosis justas de humor y tensión. Consigue un ritmo trepidante e incluso sale airoso en escenas bastante tensas como las del bazar o la de la manifestación. Affleck aprovecha para rendir homenaje a esa fábrica de sueños falsos que es Hollywood y su gran mentira a la hora de vendernos una película (promociones, merchandising de todo tipo, etc). El film está lleno de homenajes y guiños hacia el cine de ciencia ficción de finales de los años 70 (especial ilusión me hizo descubrir a los cilones de la serie Galáctica o muñecos de Star Wars que aún conservo).

Por cierto, en el film no se menciona pero Ronald Reagan era el candidato republicano a las elecciones presidenciales frente al demócrata Jimmy Carter que optaba a la reeleción. Siempre se ha dicho que Reagan tenía muy buenos contactos en la CIA que podrían haber solucionado la crisis de los rehenes mucho antes (duró 444 tensos días) pero les interesaba que la crisis se alargara para perjudicar electoralmente a Carter. Por supuesto, Carter perdió las lecciones.

7




lunes, 12 de noviembre de 2012

La Jetée (1962)


La jetée es un cortometraje francés de Chris Marker elaborado a partir de fotos fijas en blanco y negro. Presenta un mundo devastado por la guerra nuclear y los intentos de unos científicos para enviar a alguien a través del tiempo para buscar una solución. Aquí os dejo el film completo para que lo podáis disfrutar. Este corto sirvió de inspiración para el film 12 Monos de Terry Gilliam.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Trailer de World War Z


Los zombies siguen estando de moda. Brad Pitt produce y protagoniza esta adaptación bastante libre de la novela World War Z de Max Brooks sobre una guerra mundial contra los zombies. El estreno estaba previsto para estas navidades pero se ha pospuesto hasta Junio de 2013. El film ha sido dirigido por Marc Foster (Quantum of solace) pero ha tenido muchos problemas para salir a delante, el guión ha sido retocado varias veces y el presupuesto se ha disparado de 125 a 170 millones de dólares.
Ya han sacado el típico trailer que cuenta demasiado para crear ansiedad a los fans del género. Sigo sin entender por qué hacen trailers que casi no dejan espacio para las sorpresas cuando veas finalmente el film. Supongo que el gran público no quiere sorprenderse y prefiere saber exactamente lo que va a ver y en qué se va gastar el dinero. La cosa tiene buena pinta pero parece más un film de acción que de terror y esas hordas de miles de zombies hechos por ordenador no me han gustado nada (me recuerdan a esa chapuza de Soy leyenda).

Yo sigo prefiriendo los trailers que apenas contaban nada de la película. Os dejo un ejemplo:

El impactante trailer de El resplandor (The shinning) de Kubrick. Aún debe haber algún espectador con fobia a los hoteles y los pasillos desde que vio este impactante trailer en 1980. Un plano fijo y una música intrigante es más que suficiente.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Venganza (Taken)



Una joven norteamericana es secuestrada en París, su padre deberá encontrarla antes de que sea demasiado tarde.

Resulta que los listos de los secuestradores van a secuestrar a la hija de un ex agente del gobierno norteamericano. Craso error. El padre dejará de ser un segundón y volverá a las andadas en una carrera contrarreloj para salvar a su hija. La angustia del padre y el tiempo que se agota son elementos que dotan a la peli de cierta tensión.

La premisa argumental no es muy novedosa que digamos. El modelo de justiciero que, ante la pasividad o complicidad de la policía, decide tomarse la justicia por su mano no es nada nuevo. Montones de películas así se hicieron antes interpretadas por Charles Bronson, Chuck Norris o Steven Seagal.

Al contrario que Wanted, las escenas de acción son bastante realistas (dentro de un orden) muy al estilo de la saga de Jason Bourne y están rodadas decentemente. El guión de Luc Besson tiene bastantes carencias, no desarrolla personajes ni explica prácticamente nada. Tiene casualidades poco creíbles (la estrella de pop, la chaqueta) y escenas poco verosímiles (bajo la cama). Tampoco han ideado soluciones originales, la violencia es la única vía que se propone para resolver los problemas. El personaje de Neeson está dispuesto a matar a media Europa y arrasar todo París sólo para rescatar a su hija. Su determinación es tan firme como su poco respeto por la vida humana. Tampoco es que los malos sean santos, pero son los malos, es su papel, se supone que los buenos deben de ser algo mejores.

La dirección de Pierre Morel es correcta y le imprime un buen ritmo al film, emulando perfectamente al cine hecho en Hollywood. Obviamente, lo más destacable es la participación de Liam Neeson, que no sé qué se le ha perdido en el cine de acción europeo. La verdad es que Neeson se desenvuelve bastante bien en las escenas de acción a pesar de su edad. Su personaje queda bastante creíble. También aparece Franke Jansen como ex mujer del protagonista y madre de su hija, no lo hace mal.

Sin ser un buen film, supongo que los fans de Charles Bronson y Chuck Norris pasarán un buen rato.

4

martes, 6 de noviembre de 2012

Desafío total (Total recall)


La obra del genial escritor Philip K. Dick sigue inspirando al séptimo arte. Sus relatos han servido de base para películas como Blade Runner, A scanner darkly o Desafío Total (de la cual podemos disfrutar ahora de su innecesario remake)

La original de 1990 dirigida por Paul Verhoeven con Arnold Schwarzenegger nos fascinó cuando éramos críos, era un film muy entretenido con las dosis justas de paranoia. Mejorar el resultado era tarea imposible y los listos de Hollywood han optado por hacer un entretenimiento sin mayores pretensiones. Lo único que me gusta de este remake es que es muy consciente de que hubo una versión anterior del relato corto de Philip K. Dick y le hace guiños sin ningún tipo de complejos. Me parece la actitud correcta, esta nueva versión poco nuevo tiene que ofrecer excepto los avances en efectos especiales y un par de chicas monas. 

El film se hace ameno y se te pasa volando. Ya sabemos todos de qué va la cosa y no pierden mucho tiempo en complicarse la vida. La verdad es la simpleza de su guión contrasta con su complejidad visual y tiene ciertos hallazgos que me sorprendieron gratamente como la persecución con los coches magnéticos y las escena de los ascensores. Obviamente, lo mejor son los guiños al original como la chica de los tres pechos o el paso de la aduana. Ni siquiera es original en el plano visual, parece un refrito de Yo, robot y Minority report.

La verdad es que a mí me daba miedo que al cargo de este proyecto estuviera Len Wiseman, sus pelis de la franquicia Underworld me parecen un verdadero horror (una mala copia de lo peor de Matrix) pero su Jungla 4 me divirtió bastante. Wiseman ha sabido dar el entretenimiento justo sin tratar al espectador de idiota (cosa que siempre agradezco). Su film empieza bien y tiene buenas escenas de acción pero pierde fuelle inexorablemente cayendo en el típico film de acción sin alma. En vez de abordar conceptos como la memoria y la personalidad o ahondar en la frontera entre la realidad y la ficción, Wiseman opta por las elaboradas escenas de acción y el ruido de las ametralladoras y las explosiones. Al fin y al cabo, Desafío total es sólo un blockbuster más.
 El fascinante relato de Philip K. Dick deberá esperar otra nueva revisión para ver si esta vez deja de ser una mera excusa. Esta versión no va más allá en ese sentido que la de 1990, no le interesa hacer pensar al espectador sobre qué puede ser real y qué no o sobre qué parte de nuestros recuerdos conforman nuestra personalidad. La paranoia constante en la que vivía Dick y que se reflejaba perfectamente en su obra está casi ausente en este innecesario remake. Todo resulta excesivamente pulcro y aseado en este remake, por cierto ¿Dónde han quedado los mutantes y los viajes a Marte?. Lo de atravesar el núcleo terrestre y el cambio de polaridad me pareció un buen hallazgo pero yo eché de menos los viajes a Marte.



En cuanto a los actores, obviamente Colin Farrell no es Arnold Scharzenegger. Por suerte, no está excesivamente gesticulante ni pone sus típicas muecas. Lo de poner a dos de las mujeres más sexies del planeta en los roles femeninos no deja de ser un buen gancho para el público masculino. Kate Beckinsale es mucho más guapa que Michael Ironside y queda mucho mejor en ropa interior, lamentablemente la idea de fusionar el personaje de la esposa (Sharon Stone en la original) y el del perseguidor (Ironside) es de lo poco original de este film. Beckinsale no es una gran actriz pero resulta convincente como implacable perseguidora (para algo es la señora del director). Jessica Biel se dedica a dar mamporros como de costumbre pero pierde credibilidad cuando abre la boca para hablar. Bill Nighy está por el cheque, sale tan poco que casi no da tiempo a fijarse en él, al menos está mejor que Jessica Biel.
 Otro remake innecesario más que evidencia la enorme crisis de imaginación que asola al cine de ciencia ficción actual. Por lo menos, te hace pasar un rato ameno y no provoca vergüenza ajena. Los que desconozcan el original la disfrutarán más.

4'5

sábado, 3 de noviembre de 2012

SKYFALL


Tras la decepción que supuso Quantum of solace, parece que los responsables de esta longeva franquicia han olvidado todo lo acontecido en aquella y han hecho como si nunca hubiera existido. Skyfall no tiene nada que ver con Quantum ni aparece nada relacionado con la trama iniciada con la prometedora Casino Royale. Es como si Skyfall fuera un paréntesis dentro de la serie de películas interpretada por Daniel Craig, un paréntesis necesario para sentar las bases de las futuras entregas y rendir homenaje al pasado.  


La incorporación de Sam Mendes tras la dirección del film es todo un acierto, Mendes tiene un estilo propio muy alejado del universo Bond (valga la excelente Revolutionary road como ejemplo), pero ha sabido adaptarse a la franquicia y ha intentado sacar lo mejor de ella. Se podría pensar, no sin razón, que Mendes es a James Bond lo que en su día fue Christopher Nolan a Batman. Ambos han intentado dar nueva vida a personajes caducos que parecía que ya poco podían aportar. Lamentablemente, los resultados no han sido los mismos.



 Mendes se estrena en el cine de acción con muy buena nota y nos ofrece un espectacular arranque con una de las más trepidantes escenas de estos 50 años. Toda la persecución por Estambul me parece lo mejor de la película. Un inicio demasiado bueno que pone el listón muy alto, demasiado. Luego nos adentra en materia con las dosis justas de ironía y sarcasmo sobre el caduco mundo de los espías pero sin renunciar a las constantes de la saga (chicas guapas, casinos, coches, lujo). El guión introduce varios guiños a las películas clásicas  y consigue adaptar la trama a los nuevos tiempos. Nunca se había visto a un James Bond tan vulnerable ni a una M con remordimientos, son elementos novedosos que los hacen algo más humanos y que son muy de agradecer. El guión combina escenas de acción, profundidad de los personajes y unos cuantos toques de humor bastante conseguidos. Con un ritmo apropiado Mendes mantiene el interés del espectador sin apenas escenas de acción durante buena parte del film. Lamentablemente el film va de más a menos y la cosa decae bastante cuando aparece el villano de turno.




 Hablando en plata, el villano es el gran problema de Skyfall. Los tiempos están cambiando, y tanto, pero el villano es todo un despropósito. Me parece un malvado interesante debido a que su motivación es la venganza. Es un villano distinto dentro de la saga, es el único que realmente ha puesto en apuros al MI6 y obliga a Bond y a M a ceder terreno. Tiene quizás la mejor presentación de un villano de toda la saga, bajando del ascensor y acercándose con ese monólogo sobre las ratas, una presentación para los anales de la saga. Pero rápidamente la cosa da un giro y Silva se convierte en un psicópata a lo Hannibal Lecter cuyos sus planes recuerdan a El caballero oscuro, nada bueno. Silva pasa de ser un tipo experto en tecnología e informática a un simple terrorista con ametralladora en mano. Además, ese momento de coqueteo pseudo - homosexual con Craig me pareció fuera de lugar. Ya era hora que un gran villano fuera gay, pues sí, pero Javier Bardem está realmente fatal en este personaje, entre histriónico y risible. No hay por donde cogerlo con esas cejas mal teñidas de rubio y esos gesto de loco rarito que no resulta amenazante jamás. Ni siquiera tiene un final apropiado. 


 Otro fallo creo que es la parte final en Escocia, un viaje a los orígenes de James Bond. Pues muy bien, pero el excelente ritmo llevado hasta el momento se quiebra desmejorando bastante el conjunto. Tampoco me gustó que el film no tenga un clímax adecuado. Yo eché de menos una espectacular pelea con Silva/Bardem sobre un puente o algo así. Pero no, la película se resiente de un final poco emocionante. Una lástima que al final se estropee el conjunto de una película que prometía ser una de las mejores de la franquicia.


Daniel Craig sigue con pinta de camionero y cara de pocos amigos, pero a mí me sigue gustando su James Bond. Judi Dench está también correcta, Skyfall es el film de 007 en el que M tiene más protagonismo y creo que es todo un acierto. Lo de Bardem ya lo he comentado. Me pareció muy inteligente la inclusión de buenos actores como Ralph Fiennes o Albert Finney en la franquicia. En cuanto a la chicas Bond de turno, puedo decir que son muy guapas (cosa habitual) y bastante limitadas (algo también habitual), me gustó más interpretativamente hablando Naomie Harris que Bérémice Marlone. ¿Y el nuevo Q? pues le han dado un actualizado toque informático/friki que no nos va a hacer olvidar a Desmond Llewelyn (el Q original que estuvo en todos los films desde 1963 a 1999) pero la cosa promete.

Me impresionó la música de Thomas Newman, colaborador habitual de Mendes y una imposición de éste para dirigir el film. Me parecía imposible que Newman lograra emular el sonido de John Barry mejor de lo que lo ha estado haciendo David Arnorld desde 1997, pero la verdad es que ha hecho un trabajo fantástico de innovación del sonido de la saga sin renunciar la melodía clásica. La canción de Adele me gusta, no es de las mejores de la saga aunque lo intenta, gana enteros al escucharla como acompañamiento de los espectaculares títulos de crédito iniciales.

Resumiendo, un buen intento de dar continuidad y dignidad a esta franquicia. No es tan mala como Quantum ni tan entretenida como Casino Royale. Al menos, es superior a todas las de Pierce Brosnan.

6


viernes, 2 de noviembre de 2012

Brick (2005)


Un adolescente recibe la llamada de una ex novia pidiéndole ayuda. Ella está asustada, dice estar en serio peligro y comenta algo sobre un ladrillo. Dos días después la chica aparece muerta en la entrada de un túnel.

Rian Johnson (Looper) debutó en la dirección con esta curiosa cinta llamada Brick. Johnson se propuso dar un giro de tuerca más al cine negro aportando su peculiar y post moderna visión. Brick es una actualización de las constantes del cine negro de décadas pasadas pero trasladado al mundo de los institutos. Por el film veremos a chicas en peligro, confidentes, matones, femmes fatales, mafiosos de medio pelo y peligrosos traficantes, todo ello en un ambiente juvenil.

La cosa es interesante y no deja de tener cierta gracia, la verdad, la trama que Johnson compone es totalmente heredera del mejor cine negro de los años 40, pero a su película le falla el ritmo y nunca acaba uno de creérsela  Todo tiene como un aire irreal que no consigue que nos metamos de lleno en la historia. El film es más un experimento propio del cine independiente americano que una propuesta que podamos tomarnos en serio. Los diálogos están bien pero no resultan creíbles dichos por adolescentes. Esas frases tan transcendentales y esas poses de tipo duro no resultan verosímiles cuando provienen de adolescentes. Su protagonista es un tipo duro con un pasado oscuro pero Joseph Gorgon-Levitt no es Bogart ni Robert Mitchun. Tampoco Nora Zehetner es Lauren Bacall. Además, no queda creíble que los adolescentes del film no usen tacos o expresiones coloquiales. Lo que me pide Johnson es demasiado, no entré al juego y no disfruté del film.


 Johnsosn crea un complejo entramado que el protagonista irá descubriendo poco a poco, pero el espectador debe estar muy atento o corre el serio peligro de perderse. Los avances del guión no consiguen captar nuestra atención, más bien todo lo contrario, y pasamos de la incredulidad al tedio. Johnson recrea las tramas clásicas del cine negro pero no consigue atraparnos. Su ritmo es demasiado lento a la vez que su guión es demasiado enrevesado. Además, cae en la tentación de explicar toda la trama en una escena que pretende ser un gran final y se queda en una risible escena excesivamente melodramática. Una pena. Brick se queda en una anécdota de cine independiente de bajo presupuesto y buenas ideas. Vamos, un ladrillo, como su propio nombre indica.




Desde luego, Johnson demostró que sabía mover la cámara y poseía un estilo propio. Un estilo que aún debía depurar.


5

jueves, 1 de noviembre de 2012

Looper


Los viajes en el tiempo son un recurso inagotable para la ciencia ficción. Parece ser que son del todo imposibles (no hay energía capaz de lanzar a una persona a la velocidad de la luz) pero eso nunca ha sido impedimento para la imaginación. En el cine han dado lugar a films tan interesantes como El tiempo en sus manos, Terminator, Regreso al futuro, La jetée, 12 monos, Los Cronocrímenes, Donnie Darko o Primer. Looper es una más a añadir en esa lista de interesantes películas sobre viajes en el tiempo.

Rian Johnson sorprendió gratamente a muchos en 2005 con Brick (aunque a mí me dejó frío y aburrido) y ahora da el salto a las grandes producciones con Looper. Por suerte ha sabido darle a su película los toques justos de personalidad. Looper no es un blockbuster al uso, no se cede a los deseos del público juvenil y ofrece las dosis justas de violencia y complejidad argumental. Johnson plantea un futuro distópico en el que los viajes en el tiempo son usados por las bandas de criminales para deshacerse de quienes estorban. El film se disfruta mucho si eres aficionado a la ciencia ficción, incluso en algún momento me dejó perplejo y tuve que ordenar el serio lío que se había formado en mi cabeza (¿pero no había matado ya a este tipo?). Valga por delante que no vale la pena intentar verle el sentido a este tipo de películas sobre viajes temporales, son imposibles y punto. Pero presentarlos con una aparente verosimilitud es lo menos que se puede pedir.

 Johson presenta un futuro dominado por la violencia y los fuertes contrastes sociales. La premisa inicial me recordó a las novelas de Philip K. Dick aunque un poco menos neurótica. Su historia combina elementos de ciencia ficción y cine negro a partes iguales pero también tiene elementos de western (la escena del árbol recuerda inevitablemente a Raíces profundas). Me pareció acertado el tratamiento de los personajes, el héroe no es un tipo de una pieza. Es un yonqui asesino que mata por dinero e incluso es capaz de vender a un amigo por el vil metal y salvar así el pellejo. Es un héroe con muchos flecos. Tampoco la chica del film es el típico florero dispuesta a dejarse salvar y seducir por el héroe de turno. Es una madre con sentimientos y necesidades pero dispuesta a todo por defender a su hijo. Ni que decir tiene que el personaje del niño no es el típico crío que da grima, aunque sí asusta bastante esa cara de pequeño cabrón que tiene el chaval.



 Me gustó el hecho de que Gordon-Levitt imite en sus gestos y muecas a Bruce Willis e incluso le hayan maquillado para que se le parezca más. Tanto Willis como Levitt está bien interpretando el mismo personaje en distintos momentos de su vida, ambos son la misma persona pero con vivencias distintas. Si nosotros mismos nos encontráramos con nuestro yo de dentro de 30 años, seguro que la conversación sería muy interesante, sobre todo si quiere matarnos.

 El film tiene un ritmo trepidante que atrapa desde el primer momento. Sólo se quiebra este ritmo brevemente hacia la mitad del film (la granja) dando un respiro al espectador. Pero tranquilos, la cosa vuelve a coger brío y ya no para hasta el final con una escena casi antológica.

 Los amantes del cine de acción de Bruce Willis quizás salgan defraudados, el resto salimos bastante satisfechos. Looper es una interesante propuesta de ciencia ficción.

6,5