lunes, 30 de septiembre de 2013

El gran Gatsby (The great Gatsby)



 Los felices años 20 acabaron en tragedia. El crack del 29 vendría a demostrar que todas esas grandes fortunas de ricos aburridos en sus lujosas mansiones tenían los pies de barro. La ley seca inundó de alcohol ilegal las fiestas, mientras la antigua aristocracia despreciaba enormemente a los nuevos ricos.  Jay Gatsby es rechazado por ser un recién llegado a este mundo de riqueza y lujo. Más que buscar la aceptación de la alta sociedad, el personaje de Gatsby sólo desea recuperar el amor de su vida. Toda su ostentación no es sino un desesperado modo de llamar la atención de su amada, que vive al otro lado de la bahía. Gatsby contempla obsesivamente una luz verde que simboliza que aún hay esperanzas de recuperar a su amor perdido.

 El estilo narrativo y visual de Baz Luhrmann dio sus mejores resultados en Moulin Rouge (reconozco que me gustó) pero sus películas siempre incluyen momentos que oscilan entre la vergüenza ajena y lo patético. Aquí se atreve ni más ni menos que con la célebre novela El gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald publicada en 1925. La novela está considerada una vaca sagrada de la literatura norteamericana del siglo XX y es de lectura casi obligada en las clases de literatura. Ya sabemos la tendencia de los yanquis a idolatrar a ciertos autores y a mitificar ciertas novelas. Por cierto, esta novela ya ha sido adaptada en otras 4 ocasiones, siendo la más célebre la lánguida versión de 1974 con guión de Coppola y que contó con Robert Redford y Mia Farrow como sus intérpretes principales.

 Obviamente, Luhrmann no se ha dedicado sólo a trasladar la novela a la pantalla sino que la adapta a su manierista estilo visual. Un estilo heredero directo de la publicidad y el videoclip en el que todo exceso es bien venido. Luhrmann se mueve como pez en el agua en las alocadas escenas de fiestas pero esta vez se ha perdido el efecto sorpresa y no nos creemos que en década de los años 20 del siglo XX sonaran canciones de Beyoncé o Lana Del Rey. Lamentablemente el gran Gatsby no es un musical y sus momentos musicales no resultan creíbles. Esta vez sus anacrónismos no funcionan. Incluso cuando usa música de la época como la maravillosa Rhapsody in blue de George Gershwin la cosa no acaba de funcionar. Resulta muy forzado y artificial.
 Los colores chillones y los excesos visuales de todo tipo me resultaron pedantes y superfluos, casi tanto como los personajes de la película. Entre tanto efecto digital Luhrmann intenta contar la obsesión de un hombre por ser aceptado y recuperar el tiempo perdido junto a su amada. Pero esta tragedia no termina de resultar veraz en un envoltorio tan grandilocuente como hueco. Por mucho que los actores se esfuercen, los efectos digitales y el manierismo visual de Luhrmann ahogan la historia.
 Al igual que el personaje de Gatsby, Luhrmann se cree que con impresionar al público nos va a enamorar de su historia. Pero no es así. Su film chirría en muchos momentos (en buena parte debido a sus excesos formales) y se hace pesado cuando no cargante.

Me gustó el trabajo del siempre eficiente Leonardo Di Caprio, aunque corre el peligro de encasillarse en personajes traumatizados. Su Jay Gatsby es creíble incluso en el mundo de colores estridentes y fondos digitales de Luhrmann. El resto del reparto está bien, por cierto, ¿quien no perdería la cabeza por Carey Mulligan?. Por su parte, Toby Maguire está como siempre, con cara de sueño y de no enterarse de nada. Me sorprendió gratamente Joel Edgerton (Warrior).

Flaco favor el de Luhrmann a una de las novelas cumbre de la literatura norteamericana del pasado siglo. Irregular.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Fast & Furious 6 (A todo gas 6)

 


La saga de Fast and furious parece dispuesta a seguir quemando rueda mientras le quede combustible. Cuando la franquicia parecía ya agotada, la quinta entrega fue un soplo de aire fresco y parece que ha marcado la pauta a seguir en el futuro. Esta sexta parte es más de lo mismo pero llevado todo aún más al extremo. No hay quien se la tome en serio pero como mero divertimento es de lo más estimulante.


 Quizás alguno se sorprenda, pero debo reconocer que me lo pasé bien con esta película. La testosterona y los esteroides nunca me han resultado atractivos, por lo que sigo sin verle la gracia a personajes como los encarnados por Vin Diesel y esa mole de músculos llamada Dwayne Johnson. No me pone ver tíos cachas en pantalla, aún menos cuando sus diálogos son de lo más ridículo. Pero ya sabíamos a lo que veníamos, esta franquicia se ha hecho famosa por sus espectaculares escenas de persecuciones sobre ruedas y sus fantasmadas. No ofrece mucho más, no tiene sentido analizar sus diálogos ni la coherencia de sus inverosímiles guiones y acrobacias. Sólo cabe disfrutar con sus adrenalíticas escenas y el rugir de los motores.

Al menos, en esta entrega parece que se han dado cuenta de la repetición de esquemas y han buscado a unos villanos a la altura. De hecho son muy parecidos a la gran familia de Dom Toretto (Vin Diesel). Esta vez no se enfrentan a mafiosos de poca monta y a ineptos policías, se enfrentan a un grupo de temerarios profesionales. Todo un reto. La excusa para volver a la acción es tan ridícula como siempre (es lo de menos). Toretto (el tipo más macarra y duro del universo, capaz de salir de un avión en llamas sin un rasguño) sigue siendo un sentimental que no puede abandonar a un miembro de su familia. Ahora resulta que estos peligrosos delincuentes son buena gente e incluso rezan antes de comer dando gracias al Señor. Ver para creer. Al final esta saga que iba de transgresora va a tener un mensaje bastante conservador. Incluso se hace apología del sacrificio por la persona amada (no sin antes pegarle dos tiros al villano de turno).

 Como era de esperar, F6 es una mera sucesión de escenas de acción, persecuciones, músculos, frases lapidarias, música disco, chicas en biquini, chistes sin gracia y más músculos. Y así hasta el apoteósico final en la interminable pista de un aeropuerto: 15 minutos intentando despegar a toda velocidad, no sé si hay una pista tan larga en todo el mundo. A mí me recordó a los tiros a puerta de Oliver y Benji. Por cierto, lo de las leyes de la física nunca les ha importado un bledo a los responsables de esta saga, pero en esta película se han pasado varios pueblos más de lo habitual.

 El director Justin Lin sigue siendo entregando espectaculares escenas de acción a toda velocidad, por algo son suyas 4 de las 6 películas (hasta ahora) de la franquicia. Sabe lo que su público quiere y se lo entrega en bandeja. Zapatero a tus zapatos. Desde luego, esta franquicia va a seguir, no hay más que ver los títulos de crédito finales para saber por dónde van a ir los tiros. Yo apuesto por que acaben cruzando esta saga con Los Mercenarios, Michelle Rodríguez estaría perfecta haciendo de hija de Stallone (lleva toda la vida en ese papel). Ni que decir que las interpretaciones están a la altura de lo esperado, lamentables, entre lo ridículo y lo absurdo. Lamentablemente, parece que a Elsa Pataky no le han dado demasiada cancha en esta saga y su personaje queda aquí en un segundo plano. Tampoco nos perdemos nada.
 Me resultó curioso que varias escenas del film se desarrollen en España. Buena idea, con la cantidad de autopistas y aeropuertos que tenemos infrautilizados (gracias a nuestros políticos) podríamos usarlos como escenarios para rodajes. Así les daríamos algún uso, quizás volvamos a atraer rodajes a gran escala como pasó con Almería y los spaghetti western.

Lo dicho, no busquéis lógica alguna y dejaos embriagar por el olor a gasolina y rueda quemada. Sólo así podréis disfrutar de esta gran tontería.

Editors: A Ton Of Love


lunes, 23 de septiembre de 2013

Jobs


Considero que Steve Jobs fue un visionario pero no participo del culto que se creó en torno a su persona. Todo ello no es impedimento para que me acercara a esta película con verdadero interés.

Lamentablemente, debo decir que el film no hace honor al personaje que retrata. En Jobs se retrata al creador de Apple como un visionario aunque el trabajo siempre lo hacían otros: ni se le ve mejorar el hardware, ni programar ni se le ve innovar. Sólo se le retrata como un estupendo jefe de equipo con las ideas muy claras sobre la tecnología y cómo ésta debe relacionarse con el usuario. Quizás ahí residiera exactamente la clave de su éxito.

Jobs es un film fallido, por varios motivos, primeramente su ritmo decae varias veces, haciéndose pesado y aburrido. Un error imperdonable que una vida tan apasionante como la de Jobs no sea capaz de atrapar al espectador. Tantas reuniones de hombres de negocios acaban por hundir el film en un tedio bastante grande. Una pena, creo que esta película podría haber servido no sólo para contar la historia de uno de los personajes más importantes de las últimas décadas (o eso dicen) sino también para retratar ciertas miserias de la naturaleza humana, como ya pasó con la estupenda Red social. Por desgracia, el director Joshua Michael Stern (conocido en su casa a la hora de comer) no es David Fincher ni a los mandos del guión estaba Aaron Sorkin. A Jobs le falta pulso y ritmo.

Tampoco queda claro si Steve Jobs era un tirano o un genio loco, probablemente tuviera algo de ambos. No se desarrolla su rivalidad con Bill Gates y Microsoft (apenas una llamada telefónica) ni los curiosos hábitos alimenticios de Jobs. Parecen más interesados en dar un buen montón de nombres de colaboradores que, a mí personalmente, no me aportan nada. Ni siquiera se trata a penas su vida personal, la relación con sus padres es apenas apuntada y se pasa de puntillas por casi todas sus relaciones sentimentales. Parece como si les hubiera dado miedo hacer frente a posteriores demandas judiciales, no olvidemos que Apple es hoy por hoy un imperio casi todopoderoso por mucho que naciera en un garaje. Por cierto, Ashton Kutcher está correcto, me gustó mucho su mimetismo con el personaje real. Kutcher perdió peso e incluso se alimentó exclusivamente de frutas durante el rodaje, lo que le provocó una pancreatitis que le llevó al hospital, pero su esfuerzo no es suficiente para levantar este desaguisado.

Quizás el espectador medio (al menos yo) estaba más interesado en los avances que Jobs logró y cómo los logró que en las zancadillas en las juntas de accionistas. Como ha ocurrido recientemente con Lovelace, Jobs es un film que no está a la altura del personaje que retrata.
4,5

sábado, 21 de septiembre de 2013

Lovelace


La historia de Linda Lovelace bien valía una película. Aunque parezca imposible de creer, la vida de la actriz que dejó boquiabierto (nunca mejor dicho) al mundo entero en 1972 con la película Garganta profunda (Deep throat) no fue un camino de rosas plagado de fama y dinero.

Linda Lovelace aparece reflejada en esta película más como una víctima que como una estrella a nivel mundial. Creada en un ambiente bastante conservador, Linda se vio inducida al mundo del porno por su marido y por un sentimiento de culpa que le obligaba a obedecer ciegamente cualquier deseo de éste. Una combinación letal de culpa y obediencia debida que la llevaron al estrellato público y a un terrible calvario en lo personal.

Este tipo de biografías le quedan bien a Scorsese, pero en manos de Rob Epstein y Jeffrey Friedman te deja con la sensación de que podría haber sido algo grande y se ha quedado a medio camino. Le falta ritmo y algo de alma, no pasa del mero biopic sin demasiada personalidad. Quizás le falta al film algo más de incorrección política y mala leche, no se diferencia mucho de cualquier biopic de una estrella del cine convencional. Creo que aciertan al no mostrar escenas de alto voltaje (supongo que para evitar una clasificación R). Pero esa corrección política va de la mano con una falta de ganas de transgredir que yo echo en falta. El problema de este film es que se queda a medias, se deja ver y cuenta muy bien lo que quiere contar pero le falta algo para ser una buena película. El buen trabajo de maquillaje, vestuario y dirección artística no consigue que nos metamos en la incipiente industria del porno de lo primeros años setenta. En ese aspecto, Boogie Nights es muy superior.

 La evolución de una joven anónima bastante recatada a la estrella nº1 del porno está bien narrada pero no se hace disfrutable ni engancha lo que debiera. No me gustó la idea de narrar primero la historia que todos conocemos (con estrellato y fama) y dejar para más tarde la narración de la trastienda del éxito. Es una estructura original pero yo hubiera preferido narrar conjuntamente las dos caras del éxito.

Amanda Seyfried está creíble en este contradictorio personaje, es bastante más guapa que la Linda Lovelace real, pero da el pego. Seyfried ha sido muy valiente aceptado este papel (parece ser que incluso Lindsay Lohan estuvo interesada, por suerte no lo consiguió). Peter Sargaard vuelve a dar una lección de interpretación, con esa cara de chico bueno, estos papeles de sinvergüenza son los que mejor le salen. Me sorprendió gratamente Sharon Stone, parece que esta actriz por fin está aceptando el paso del tiempo y está empezando a interpretar papeles distintos y muy alejados de aquel Instinto básico que le dio fama mundial hace más de 20 años.
 No me convenció James Franco como Hugh Hefner (el tipo más envidiado del planeta) está un poco pasado de rosca, excesivo, y su relación con Linda Lovelace resulta queda bastante indefinida. Por cierto, ¿para cuándo una película sobre el fundador y dueño de Playboy? Éste sí sería un proyecto interesante.

Una oportunidad perdida, sólo recomendable para los que estén interesados en la biografía de Linda Lovelace. Para los que busquen saber algo más sobre la película que creó el mito y la época, yo recomiendo ver el interesante documental Inside Deep Throat.

5,5

jueves, 19 de septiembre de 2013

Star Trek: En la oscuridad (Star Trek: Into Darkness)


J.J Abrams regresa una vez más al universo de Star Trek en esta su segunda película basada en las aventuras de la tripulación de la mítica nave Enterprise.

Yo pasé un rato muy agradable y debo reconocer que me lo pasé de lo lindo. Si bien es cierto que esta vez Abrams ha sido menos fiel a los personajes originales y los ha desarrollado/deformado bastante en busca de una espectacularidad y un afán de aventuras que no poseía la saga original. Pero estamos hablando de un reboot, un nuevo origen adaptado a los tiempos que corren.
Ya desde la escena inicial, se nota que Abrams ha tenido como guía la saga de Indiana Jones más que las películas originales. Creo que esta vez Abrams va en busca de un nuevo público, no sólo el aficionado al universo Star Trek. Al menos, no abusa de los efectos especiales ni del montaje acelerado. Es cierto que algunas escenas de acción rozan lo inverosímil más allá de lo que era de esperar en esta saga, ya sabemos que Star Trek siempre fue una serie de ciencia ficción un poquito más científica que Star Wars. Todo es pura fantasía pero se presentaba de forma más verosímil. Aquí Abrams rompe con esta línea y se lanza al puro espectáculo, hecho que ha levantado ampollas en los fans más acérrimos.


  Esta vez Krik es más temerario, mujeriego y gamberro de lo que jamás hubiéramos pensado, mientras sus conflictos con Spock son mayores que nunca. También la relación de éste último con Uhura nunca había sido mostrada tan abiertamente como en este film. Entiendo que los más puristas se sientan traicionados con el tratamiento y el desarrollo que Abrams hace de sus personajes, es inevitable que esto ocurriera. Siempre pueden volver a visionar las películas originales. Pero estamos en 2013 y un proyecto como la primera película de 1979 probablemente hoy acabaría en la papelera de cualquier directivo y nunca vería la luz. El público quiere ciencia ficción y aventuras bien hechas y eso es lo que entrega esta película.

Todos los actores están correctos en sus personajes, Zachary Quinto no logrará nunca que nos olvidemos de Leonard Nimoy (que hace un cameo) ni de su personaje en la serie Héroes, pero resulta convincente. Del resto del reparto me quedo con Simon Pegg y el recuperado Peter Weller (el inolvidable e inexpersivo actor de Robocop). Creo que merece ser destacado el personaje de Benedict Cumberbatch, su villano es uno de los mejores de los últimos años: tan inteligente como ambiguo.

 Pues eso, un perfecto vehículo de evasión y entretenimiento.

martes, 17 de septiembre de 2013

Juegos secretos (Little children, 2006)


Dicen que la mejor forma de aprender es jugando, que así los niños se socializan, aprenden que todo juego tiene sus normas y que no se puede ganar siempre. El problema es que, con el paso del tiempo, los juegos dejan de ser divertidos y a uno casi siempre le toca perder. La aceptación del rol que nos ha tocado jugar en la sociedad, que casi nunca es el que a nosotros nos hubiera gustado, puede derivar en una profunda decepción.

 Los entresijos de la compleja alma humana pocas veces ha sido retratada de forma más descarnada en un film comercial. Todd Field dirigió en el año 2006 esta más que recomendable película que adapta la novela de Tom Perrotta, quien colaboró en el guión adaptando su propia obre. En un primer momento, parece que los personajes de esta película son estereotipos mil veces vistos (las típicas familias americanas), pero Field les da un toque humanizante y consigue hacerlos atractivos a ojos del espectador. Nada resulta ser convencional ni cómo uno pensaba que iba a ser. El ser humano es así, lleno de contradicciones y sinsentidos.

Con un ritmo perfecto y una dirección de actores sobresaliente, Field elabora un estupendo film que muestra las miserias de nuestra sociedad y de los frustrados miembros que la forman. Little children (no me gusta su nombre en castellano) sigue la estela de las excelentes American beauty, Revolutionary road (ambas de Sam Mendes) o Happiness (de Tod Solondz) , formando todas ellas una serie de buenas películas sobre las frustraciones de la vida moderna.
Los personajes se agolpan inevitablemente en una sociedad hermética que no permite desviaciones respecto de los cánones establecidos. Son como partículas subatómicas que rebotan enloquecidamente mientras intentan emparejarse. En su búsqueda de la felicidad se chocan contra el muro de la estupidez y la intolerancia que imponen los demás. Sin embargo, no todos estarán dispuestos a arriesgarse ni a pagar el precio de la ansiada libertad. Lugares de recreo como un parque infantil o una piscina serán los atípicos escenarios de este drama de personajes desubicados.

No voy a contar nada más de la trama. Sí puedo decir que Kate Winslet está perfecta en su papel de moderna Madame Bovary, iniciando una época de interpretaciones soberbias que continuó en años posteriores con El lector o Revolutionary road. Igualmente Patrick Wilson está más que creíble en su papel de padre con el síndrome de Peter Pan. Por su parte, Jennifer Connelly encarna como pocas actrices pueden hacerlo a la mujer perfecta que todo hombre quisiera a su lado: bella e inteligente a partes iguales. Lástima que la belleza y la inteligencia no lo sean todo. Caso aparte merece Jackie Earle Haley (Watchmen) quien tiene una cara tan peculiar que resulta ideal para su personaje, a la vez pervertido pero sensible, humano al fin y al cabo. Los pervertidos también tienen madre y, quien sabe, algunos serán incluso buenas personas. No olvidemos que una madre siempre adorará a su hijo por muy condenable delito que éste haya cometido y que nadie puede ser un monstruo las 24 horas del día.

 No dejéis de ver Little children, una historia de pasiones ahogadas en rutina.

7,5


Arctic Monkeys: Do I Wanna Know?

Temazo que abre el nuevo Lp de los Arctic monkeys, titulado simplemente AM. Firme candidato a mejor disco del año.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Tú eres el siguiente (You're next)


 El subgénero de familias acosadas en una casa por un asesino o asesinos implacables sigue dando buenos resultados. Desde la genial Perros de paja a la decepcionante La purga, no son pocas las películas que han explotado esta premisa. Por suerte para nosotros, se van produciendo pequeños avances y vueltas de tuerca a un tipo de cine de terror al que tampoco podemos pedirle demasiado. Tras Cabin in the Woods, You’re next me ha parecido uno de los mejores intentos de renovar el género de terror de los últimos años.

El director  Adam Wingard (VHS) sabe perfectamente a lo que juega, se conoce las reglas del juego y sabe que es lo que el público espera. También es consciente del cansancio que producen los manidos sustos y los viejos trucos de siempre. Por todo ello ha decidido afrontar de forma algo distinta esta película de terror. Ni la presentación de personajes ni el desarrollo de la trama son los convencionales, cosa que es de agradecer, pero aún me gustó más cómo consigue crear tensión en el espectador sin apenas mostrar nada. En la parte inicial del film, Wingard deja a la imaginación del espectador el trabajo sucio, decide no mostrar qué o quién se oculta tras una puerta. Siempre es más aterrador aquéllo que no se ve, el insuperable miedo a la oscuridad, a lo desconocido. Punto para Wingard. Obviamente, utiliza los efectos de sonido para crear tensión y sabe colocar los sustos cuando el espectador menos se lo espera.


 Tras una más que correcta ambientación, el film pierde algo de interés cuando empieza el ataque de los villanos, por cierto: lo de las máscaras no es nada novedoso y parece calcado de Los extraños (quizás su referente más obvio) pero sigue siendo efectivo. El film pasa de la tensión psicológica al slasher (un psicópata masacrando uno a uno a varios personajes de las formas más crueles posibles).  Sin embargo, Wingard consigue que en los 96 minutos que dura su film no caiga nunca en la rutina ni en la mera sucesión de asesinatos sangrientos. Le salvan de la quema ciertos giros de guión que hacen al film todavía más perverso y disfrutable para los amantes del género. Otro punto para Wingard. Lamentablemente, toda la tensión creada en el principio se va diluyendo conforme va avanzando la masacre y el film acaba siendo casi una parodia de sí mismo (ese final desentona bastante en mi opinión).

Hay que destacar que la chica del film no se limita a gritar y a correr mostrando sus encantos. La heroína del film (interpretada eficientemente por Sharni Vinston) podría ser la improbable hija de Rambo y la teniente Ripley: es una chica de armas tomar dispuesta a poner en serios problemas a los acosadores. No resulta demasiado creíble pero por una vez está bien que la prota plante cara a los villanos. Los personajes masculinos no son nada heroicos ni valientes, todo lo contrario. Otro punto a favor del film, otro molde que se hace pedazos. También cae hecho añicos algún otro estereotipo que no voy a desvelar y que dejo que disfrutéis descubriéndolo por vosotros mismos.


En resumen, un insano ejercicio de estilo que encantará a los amantes del género.

5,5

martes, 10 de septiembre de 2013

Epic


 Los de Blue Sky Studios siguen intentando hacerse un hueco en el mundo del cine de animación. Tras el éxito obtenido con las películas de Ice age ahora lo intentan con esta historia llamada Epic.

A ver si me explico, Epic está muy bien hecha, es una delicia de película para los más pequeños de la casa. Pero a mí, como espectador adulto, me aburrió y me supo a poco. Blue Sky no es Pixar, le falta esa magia que consigue fascinar a niños y adultos a partes iguales.
Básicamente se puede decir que Epic cumple con todos los cánones del cine de animación infantil y se olvida de innovar. No hay un ápice de originalidad en esta historia que nos han contado miles de veces. A los niños no les importa, de hecho, les encanta ver una y otra vez la misma historia, les gusta recrearse en lo que ya conocen. Valga como ejemplo el éxito de la serie de dibujos animados de Dora, la exploradora: todos los episodios tienen idéntica estructura y siempre ocurren las mismas cosas en el mismo orden. Un tedio absoluto para los adultos, pero los niños la encuentran fascinante. Pues no es que Epic sea tan monótona como la incansable Dora, pero se nota que no ha habido intención de arriesgar ni lo más mínimo.

El film está lleno de tópicos y lugares comunes. La trama no es muy original, me recordó a muchas cosas: Coraline, Arthur y los Minimois e incluso a Campanilla y el gran rescate. Tenemos a la típica heroína a la que su padre no hace caso debido a que está obsesionado con su trabajo consistente en encontrar a unos seres diminutos que pueblan el bosque, la típica mascota e incluso un pérfido villano (bastante poco aprovechado). Valgan como ejemplo los dos inevitables personajes secundarios graciosillos, esos dos bichos (un caracol y una babosa) están metidos con calzador, no aportan nada a la trama y son ciertamente odiosos ya que sus chistes no hacen ninguna gracia. Incluso me resultó más irritante cierto personaje cantarín.

 El film tiene algunas escenas muy espectaculares como los vuelos de los pájaros o la escena del ataque. Incluso parece que va a tomar un rumbo un poquito más adulto, pero pronto se decide por la vía infantil. Todo ese rollo ecologista de los hombres hoja y la reina de las flores (o lo que sea) podía haber dado mucho más juego enfocado de otra manera. Esta premisa en manos de Miyazaki se puede convertir en una joya ecologista, pero aquí han faltado esas ganas de fascinar al espectador de cualquier edad. Se han limitado a ofrecer un buen espectáculo audiovisual dejando de lado la historia. Una pequeña decepción.
Por cierto, a los listos de la distribuidora sólo se les ha ocurrido estrenar esta película en nuestro país con seis meses de retraso con respecto a su estreno en Estados Unidos, cuando allí ya ha sido editada en DVD y blu ray. Luego se quejan de la piratería cuando sirven los medios para ella en bandeja de plata. Lo de la globalización e internet parece que son conceptos que algunos se resisten a comprender. Allá ellos, si este film no recauda lo esperado no se deberá sólo a la calidad de la cinta (casi nunca suele estar relacionado, pero en este caso se lo tienen merecido si el film fracasa).

 Resumiendo, se deja ver, totalmente recomendable para los más pequeños de la casa pero no ofrece ningún aliciente para un adulto.

5


lunes, 9 de septiembre de 2013

Arcade fire: Reflektor


Por fin ya conocemos la nueva canción de Arcade fire, Reflektor. Un largo tema extraño, épico, oscuro, denso y (sorprendentemente) bailable. El disco aparece a finales del mes de Octubre y promete ser uno de los mejores del año, sin duda. Se ha especulado mucho sobre si en los coros se oye la voz de David Bowie, podría ser, Bowie y Arcade fire siempre se han profesado admiración mutua. Puede que el tema no os guste en las primeras escuchas, pero con este grupo os aseguro que vale la pena dedicarle un poco de tiempo a sus canciones, acaban por ser adictivas.
Os dejo con el extraño vídeo que para la ocasión han realizado bajo la dirección de Anton Corbjin.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Ga'Hoole: La leyenda de los guardianes ( Legend of the Guardians: The Owls of Ga'Hoole, 2010)



Zack Snyder es un director que no se acomoda y sigue intentando hacer un cine de calidad dentro de los cánones de lo comercial, no siempre lo consigue pero su esfuerzo merece cierto elogio. En Ga'Hoole adaptó la serie de libros de Kathryn Lasky sobre las aventuras de unos búhos.

 A primera vista Ga'Hoole parece un cruce entre El señor de los anillos y Star Wars con el cine de aventuras infantil. El resultado fue un film demasiado oscuro para los niños más pequeños, para entendernos, tiene más en común con Beowulf que con Toy Story. Quizás por eso no tuvo en taquilla el éxito que se esperaba. A pesar de todo, yo creo que es un film que vale la pena, tiene personalidad propia, no se queda en el mero pastiche y es capaz de entregar una estupenda película de aventuras. Tengo que destacar un apartado técnico apabullante, no sólo los detalles están muy conseguidos (el vuelo de los pájaros, las plumas, las gotas de agua, etc) sino que consigue que distingamos a cada pájaro. Una maravilla audiovisual.


 Considero un acierto que no sea la típica historia para críos. Es más épica, dramática y tétrica que la mayoría de películas de animación actuales. Por supuesto, hay un joven héroe que debe emprender su viaje iniciático mientras se enfrenta a unos perversos villanos (realmente conseguidos). No hay hueco en la historia para secundarios graciosillos ni para forzadas historias de amor. Snyder se decanta por la épica y la espectacularidad, dando como resultado un atípico film de aventuras hecho por ordenador. Incluso tétrico en algunos momentos, no es un film recomendable para los más pequeños. Al menos es un film de aventuras de animación que los padres pueden disfrutar.


 Lamentablemente, quizás se quedó a medio camino y quiso contar demasiadas cosas en apenas dos horas. Resumir varios libros en una película siempre supone ciertos riesgos, casi tantos como alargar innecesariamente una saga. En el caso que nos ocupa, hay personajes que no están desarrollados (apenas esbozados) y se nota que hay pasajes por los que se ha pasado de puntillas. Pero el film funciona como película de aventuras, vaya si funciona.

Yo la recomiendo para los que busquen un cine de animación algo menos infantil.

martes, 3 de septiembre de 2013

Mud


 Jeff Nichols (responsable de la inquietante Take Shelter) nos presenta otra película aparentemente sencilla pero llena de connotaciones. En Mud Nichols narra las aventuras de dos chicos que descubren a un fugitivo en una isla del río Mississippi.

Mud retrata el complejo mundo de los adultos visto desde los ojos de unos chavales. Su mente infantil se topa de pronto con los sinsentidos del mundo adulto gracias al personaje de Mud (Matthew McConaughey). Me gustó la simbología que reside en el hecho de que buscando un lugar secreto en el que esconderse (simbolizado por un bote en un árbol), los chicos encuentren en ese lugar alejado del control paterno a un tipo como Mud. Él tampoco acepta las normas de los adultos (a pesar de ser uno de ellos) y se oculta en esa extraña isla en mitad del río. Mud parece no haber madurado, es un adolescente en un mundo de adultos.


Rodeados de adultos que han fracasado en sus relaciones amorosas, los chicos encuentran en Mud el ejemplo a seguir. Mud es libre, apasionado y está dispuesto a defender a su amada e incluso a matar por ella, así debería ser la fuerza del amor. Tampoco le ata nada a ningún lugar, es un tipo duro capaz de sobrevivir en una isla perdida en el río Mississippi. Pero Mud no es perfecto, ha cometido algunos errores y la verdad irá saliendo a la luz conforme se desarrollen los acontecimientos.

 Nichols presenta más contradicciones y conflictos internos en los personajes de lo que uno podría esperar y no es desde luego solamente un film sobre el paso a la edad adulta.  Mud podría considerarse como una actualización de las novelas de Mark Twain, ese ambiente de pantanos, jóvenes y prófugos de la justicia me recordó a la obra del padre de la literatura norteamericana. Sin embargo Nichols aporta suficientes elementos de interés, vienendo a contarnos que los adultos no somos más que niños desilusionados. Dicen que madurar es descubrir que ciertos sueños no se pueden cumplir (o que cuando los cumples te das cuenta que no era para tanto).


 Estando Nichols tras la cámara, tenemos que hablar una vez más de muy buenas interpretaciones,  Matthew McConaughey está mejorando mucho en los últimos años y en breve le va a caer un Oscar (tiempo al tiempo). Películas recientes como Bernie o Killer Joe son otros ejemplos del buen hacer que este actor (ahora ya se le puede llamar así) ha ido adquiriendo con los años. Esperemos que siga así y no vuelva a sus insulsas comedias románticas con la estrella femenina de turno. También Michael Shannon (actor talismán de Nichols) y Sam Shepard están más que correctos. También aparece Reese Witherspoon como el amor platónico de nuestro protagonista, está bien.

Una película muy bien hecha a la que quizás solo le pese cierto exceso de metraje.

6,5