miércoles, 31 de diciembre de 2014

Joe Cocker: Night Calls


 Vamos a despedir el año por todo lo alto, con un grande. Tras el reciente fallecimiento de Joe Cocker se está haciendo un merecido revival de sus mejores temas. La verdad es que hay muchos temazos donde elegir (Unchain my heart,  la mítica versión de With a little help from my friends de The Beatles o muchos otros). De todos los temas de su carrera yo me quedo con este Night calls del año 1991 compuesto por Jeff Lynne. No uno de sus temas más conocidos pero a mí me encanta la melancolía que desprende. Ideal para despedir a un gran cantante.

martes, 30 de diciembre de 2014

Boxtrolls


El estudio de animación Laika sigue con su cine de stop-motion para un público más maduro pero esta vez tampoco ha logrado superar ni igualar su excelente debut con Los mundos de Coraline.

  Vayamos por partes. Los Boxtrolls es un film demasiado oscuro y abigarrado visualmente como para que los más peques lo disfruten. No cometáis mi error de meterme a la sala con niños de 3 y 5 años. El film resulta grotesco y bizarro debido a ciertos personajes y situaciones. Obviamente, no es para los más pequeños.  La trama está plagada de interesantes detalles y metáforas que a ellos se les escapan. Yo lo recomendaría a chavales de 10 años o más. Sin ir más lejos, mi hijo se durmió y mi hija se quería ir del cine. Nada de secundarios graciosillos, canciones a mansalva ni divertidos gags. Boxtrolls es otra cosa.

 Yo la disfruté bastante en su primera mitad, se me hizo un estilo visual muy atractivo y la historia me pareció bien llevada. La cosa pierde algo de interés en su segunda mitad quizás debido a un desarrollo demasiado plano de los personajes y la obviedad del final. Por suerte se guardan para el final una agradable sorpresa gracias a dos sesudos personajes que filosofan sobre la posibilidad de ser muñecos animados, así descubrimos el ingente trabajo que se esconde tras cada fotograma de este tipo de cine.

Laika sigue siendo un rara avis dentro del mundo de la animación y sigue buscando su público alejado de las ñoñerías de la todopoderosa Disney. Esperemos que en el futuro los resultados sean mejores.

Sin ser un mal film, deja un regusto amargo (como el queso azul). Creo que podría haber sido algo mejor.

5'5

lunes, 29 de diciembre de 2014

Tusk


La carrera de Kevin Smith no acaba de despegar. Ya hace 20 años que nos sorprendió con Clerks convirtiéndose en ese tipo gamberro que nos hizo reír en los 90 con films como Mall rats, Dogma o Persiguiendo a Amy. Pero el tiempo no pasa en balde y las gracietas de Bob y Jake el silencioso no han evolucionado hacia ningún sitio. Ya no procede ir de chico malo homenajeando a cada momento a Star wars y Stan Lee.

En los últimos años Kevin Smith ha seguido insistiendo en la comedia (Clerks 2, ¿Hacemos una porno?) a la vez que alternaba trabajos más serios como Red state. Puede que Tusk sea un giro hacia el cine de terror, pero la película es un gran despropósito.

Lo cierto es que el film empieza francamente bien, Smith sigue con sus típicos protagonistas bastante frikis y se nota quien está tras la cámara. Me gustaron los chistes macabros y las diferencias entre canadienses y estadounidenses. Todo muy Kevin Smith, todo en el habitual tono de comedia gamberra. Llegados a un momento la diversión se acaba abruptamente y nos encontramos ante un inclasificable film de psicópatas. Un duro despertar que me puso bastante nervioso, algo que no me ocurre fácilmente.

 Sin embargo, toda la tensión acumulada se va al traste debido a una trama simplemente ridícula. Está muy bien lo de intentar sorprender al espectador pero cuando la cosa no es verosímil se cae en lo ridículo. Eso es lo que ocurre con este film: tras una buena presentación y un excelente quiebro caemos en el absurdo.  Hemos visto muchos psicópatas en el cine y algunos mad doctors con aficiones realmente aberrantes pero lo del tipo de esta peli no tiene nombre. Smith mezcla demasiados géneros en su coctelera y el brebaje que le sale es totalmente indigesto.
No son Paquirrín y su última novia choni, son el niño de El sexto sentido con la hija de El Puma.

 Es cierto que la situación planteada es tan bizarra como terrible y no apta para todo tipo de sensibilidades, pero está francamente mal llevada y mal resuelta. No voy a comentar nada, me parece demasiado estúpida como para plasmarla en este blog, parece que destilo más respeto por mis lectores que Kevin Smith por sus espectadores. Sólo diré que si os gustan astracanadas como Basket caseThe human centipede es posible que le encontréis algo de interés a Tusk.  A mí me gusta el cine de terror, pero ver escenas sádicas en pantalla sin ningún motivo no me parece edificante ni me reconforta en absoluto. Pero, ¿tiene moraleja esta película? pues sí. Algo tan obvio como que está mal reírse de las desgracias ajenas. Algo que nunca habíamos visto.

 Por mucho que los actores estén bien (que lo están) si las situaciones son absurdas no hay nada que hacer. Por muy pirado que esté el psicópata de turno un acertado Michael Parks), por mucha pena que nos de su víctima (Justin Long), por muy guapa que salga Génesis Rodríguez o lo mucho que nos divierta el personaje de Haley Joel Osment (el niño de El sextro sentido convertido en un Paquirrín con pelo) el espectador está deseando que se acabe de una maldita vez esta pesadilla de película.


 El humor negro (negrísimo) del film pierde pronto su gracia y la película sufre un bajón terrible que Smith intenta disimular con la inclusión del personaje de Guy Lapointe, un peculiar detective interpretado por Johnny Depp. Depp no lo hace nada mal, suele bordar estos personajes tan gesticulantes e incluso resulta convincente con acento francés (recomiendo, ya dispuestos a perder el tiempo con esta peli, verla en versión original) pero su personaje no consigue mantener el interés del film. Kevin Smith no es Tarantino (ya le gustaría) y es incapaz de rellenar minutos y entretener al personal a base de homenajes y diálogos disparatados. Por momentos el espectador no sabe a qué atenerse ni si reír o llorar. Todo es tan bizarro y falto de gracia y/o sentido que no me extraña que Johnny Depp no aparezca acreditado en el film. Mejor que su nombre no se asocie con esta estupidez.

 Floja, no perdáis el tiempo con esta gilipollez. Sólo para los fans del cine de terror más bizarro (que los hay y seguro que les encanta la peli).

4

¿Y qué nos deparará la carera de Kevin Smith? Yo apuesto a que estará sacando secuelas de Clerks y de Bob el silencioso mientras pueda.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Los pingüinos de Madagascar


Tras ser secundarios de lujo en la saga de Madagascar y tener su propia serie de televisión, Los pingüinos se merecían su propia película en pantalla grande.

 Reconozco que me he tragado varias veces todos los episodios de la serie animada de Los pingüinos de Madagascar, un spin-off en forma de serie que me resultó de lo más estimulante. No sólo les encantaba a mis hijos sino que a mí también me divertía bastante. Como era de esperar, los de Dreamworks han acabado realizando un largometraje sobre tan entrañables personajes.
Siguiendo las directrices del cine de animación actual, esta película cumple sobradamente con su intención de entretener a los más pequeños de la casa y a sus papás. No aporta nada que no hayamos visto ya en su recomendable serie televisiva ni va más allá de lo esperado. Es un divertimento para disfrute de toda la familia. Nada que objetar.

Se ve sin problemas. Quizás haya perdido la oportunidad de desarrollar un poco más a los personajes pero parece que la trama estaba puesta al servicio de la espectacularidad. Es necesario un final espectacular con grandes explosiones y música disco. Al menos tiene un buen ritmo, no aburre nunca ni a niños ni a mayores. Tiene un buen sentido del humor apto para niños y adultos que tan buenos resultados ha dado a Dreamworks.

El director Simon J. Smith (Megamind) ofrece un entretenimiento digno que va perdiendo algo de fuele conforme avanzan los minutos. Quizás la trama no daba para hora y media. Yo, sinceramente, prefiero a los pingüinos en su formato televisivo.

 Lamentablemente no se ha aprovechado el tirón de los personajes secundarios. Yo eché de menos las payasadas del Rey Julien y a sus súbditos Mort y Maurice. Me parecen unos personajes a los que se les puede sacar mucho partido. Por cierto, no entiendo pequeñas incoherencias entre la serie animada y el film como son el cambio del nombre de algunos personajes (Private pasa a llamarse Soldado) y el cambio de voz de Skipper (quien aquí pasa a llamarse Jefe). Supongo que estas pequeñas incoherencias no son achacables al film sino más bien a problemas externos contractuales.
Un film amable de ligero visionado que no deja poso alguno (ni en niños ni en mayores).

5'5

miércoles, 24 de diciembre de 2014

CANCIONES NAVIDEÑAS

Hoy tocan un par de temazos navideños...
Empezamos con el clásico de Danny Elfman para Pesadilla antes de Navidad de Tim Burton y el tema What's this?.


 Y de regalo de Papá Noel os dejo esa pequeña joya de Olaf y su tema sobre el verano de Frozen (no es estrictamente navideño pero con el frío que hace me apetecía ponerla, además, a mis hijos les encanta).
 
Felices fiestas.

martes, 23 de diciembre de 2014

El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos

  La trilogía de Peter Jackson sobre El Hobbit llega a su fin evidenciando que tres películas eran demasiadas para una trama tan breve. Cuidado que vamos a spoilear un poco.

 Ya había quedado claro en las dos primeras entregas que Peter Jackson había estirado demasiado la trama pero en esta última entrega es cuando esta prolongación se convierte en una pequeña losa que lastra el resultado final. Cuando la escueta historia de Tolkien se rellena con añadidos el resultado se resiente. Jackson y sus guionistas han intentado emular el estilo de Tolkien creando personajes y estirando situaciones para legar a las tres películas. La batalla de los cinco ejércitos es el film más corto de todos sobre la Terra Media, algo lógico ya que no quedaba casi nada por contar. El conjunto quedó bastante coherente en las anteriores entregas, pero aquí queda patente que el relleno no está a la altura.
 Un ejemplo: No entiendo el empeño de Jackson y sus guionistas por darle tanta cancha al personaje del avaro Alfrid (Ryan Gage). ¿Qué pretendía Jackson? ¿Mostrar cómo la codicia corrompe al alma humana? ¿No quedaba eso ya patente con el personaje de Thorin? Sin embargo, Thorin se redime mientras que Alfrid no sufre ninguna transformación y queda muy mal resuelto, ni siquiera recibe un castigo a su medida. Es el único que no evoluciona en toda la saga, su avaricia y su egoísmo le ciegan. Opino que es un personaje metido con calzador que no aporta nada excepto rellenar minutos. Puede que este molesto personaje (realmente odioso en sí mismo y por su tratamiento) y otras situaciones no resueltas sean ases en la manga de cara a posteriores ediciones extendidas.


 Que nadie espere nada nuevo a estas alturas. Jackson sigue fiel a su estilo visual y narrativo, cualquier variación hubiera sido un insulto a los millones de fans. No hay sorpresas. Todos conocemos a los magos, orcos, enanos, elfos y demás fauna ideada por Tolkien. Todo está más que visto. No tiene sentido esperar nada innovador. Sólo cabe disfrutar (en la medida de lo posible) con el último capítulo de la adaptación de Peter Jackson de la obra de Tolkien. Esta película cumple su misión de concluir la trilogía y enlazarla con la trilogía de El señor de los anillos, si bien lo hace de forma un tanto forzada.

 Si técnicamente el film está al nivel habitual (totalmente recomendable verla en 3D), la historia tiene además ciertos parones imperdonables. Me resultó casi imperdonable la bajada de ritmo que sufre el film pasada la primera media hora. Sinceramente, pensé que Smaug duraría bastante más en pantalla pero, una vez finiquitado éste, el film pierde bastante interés hasta que lo retoma en el excelente tramo final. Jackson nos presenta una vez más una gran batalla repleta de efectos especiales. Si bien esta vez toman protagonismo los enfrentamientos cara a cara entre parejas de buenos y malos. La gran batalla se resuelve de forma un tanto abrupta (gracias a la intervención de ciertos personajes que ya es habitual en esta saga que acudan al rescate en el último momento) pero las luchas cuerpo a cuerpo son realmente espectaculares.

 Por suerte, Jackson da el do de pecho y nos ofrece un final épico a la altura de la gesta que narra. Un final emocionante y vibrante que cierra esta segunda trilogía de forma más que digna. Un gran espectáculo lleno de emoción que nos hace olvidar las flaquezas del resto del film. Quizás sólo cabe objetar el hecho de que con Legolas (una vez más) se abusa de los efectos digitales y las fantasmadas (en un momento el film me recordó al vídeo juego Super Mario Bros). La verdad es que el tratamiento de Legolas en esta trilogía deja bastante que desear, poco tiene que ver con el personaje mostrado en la trilogía original.
 Como era de esperar, estamos ante un film más oscuro que sus dos predecesoras.  Estamos ante la entrega más irregular y endeble de las 6 sobre la tierra media pero incluso así es un entretenimiento más que digno.

 Yo pasé un buen rato a pesar de ciertos parones de ritmo y de algún personaje realmente odioso e innecesario. Todo ello palidece y se olvida ante un final tan épico.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Big hero 6


 Big hero 6 es un film Disney que adapta un cómic Marvel de la mano de John Lasseter (alma mater y creador de Pixar junto a Steve Jobs). Big hero 6 une el mundo de los cómics Marvel y la técnica de Pixar. Es un híbrido de lo mejor de las mejores empresas de entretenimiento y se nota.

 En el año 2006 Disney compró todas las acciones de Pixar por 7.400 millones de dólares, en 2009 compró Marvel por 4.000 millones y en 2012 compró Lucasfilm por 4.050 millones. Disney es ahora el gran imperio de la industria del entretenimiento que ejerce su hegemonía haciendo suyos los logros de las compañías que ha adquirido. Disney ha comprado a los mejores y ahora se dedica a rentabilizarlos (como ha empezado a hacer también con Star wars de Lucasfilm). Todo ello con una factura impecable y huyendo de ciertos cánones ya caducos de las películas Disney para adentrarse en el mundo de los videojuegos y el manga. La influencia japonesa es más que evidente en todo el film (desde la fusión de las ciudades de Tokyo y San Francisco en San Fran Sokyo a la pasión por los muñecos). Una acertada actualización que sigue por la senda ya iniciada por Rompe Ralph!. Big hero 6 gustará a los fans de Los vengadores,  Iron man o Thor más que a los de Frozen. Es un film más para niños que para niñas, para entendernos.


 Los directores Chris Williams (Bolt) y Don Hall (Winnie the Pooh) ofrecen un gran espectáculo para toda la familia. No es que tengan una personalidad propia, no estamos ante un cine de autor, pero cumplen sobradamente con el objetivo de evadirte durante un rato. Es más, por algunos momentos el film fascina por su excelente técnica las escenas de persecuciones y vuelos son realmente asombrosas. Pero también tiene historia, a veces un tanto sensiblera pero no cae en la ñoñería tan habitual en los productos Disney.
Me gustó que se tome su tiempo en presentar a los personajes principales y ciertos giros argumentales un tanto trágicos. Estamos ante la típica historia de superación unida a la exaltación de la familia y la amistad pero esta vez viene con una agradable carga de dramatismo que la hace más digerible para los adultos. Me encantó el personaje de Baymax, un robot tan entrañable como Wall-e sobretodo en la primera parte del film cuando es una historia más infantil y familiar. Cuando la trama se convierte en una peli de superhéroes se dejan algo de lado los sentimientos para centrarse en la espectacularidad.
 Hay los habituales guiños y homenajes (impagable el de Stan Lee, no os perdáis la escena tras los créditos finales) que hacen el film muy disfrutable para pequeños y mayores. Disney se aleja esta vez princesitas y canciones a porrillo y se centra en el cine de acción y aventuras con resultados más que satisfactorios.

La película de animación de estas Navidades.

6'5

Magia a la luz de la luna (Magic in the Moonlight)


Fiel a su cita anual, Woody Allen regresa a la cartelera con Magia a la luz de la luna.

 El maestro Allen nos propone esta vez una ligera comedia que plasma la lucha entre lo racional y lo irracional. En un tono desenfadado Allen nos propone una comedia romántica ambientada en los felices años 20. Su historia gira en torno a  un prestigioso mago profesional que tiene como afición desenmascarar a videntes y estafadores varios. Sin embargo, el encuentro con una médium a la que intentará desenmascarar (Emma Stone) hace que entre en juego algo tan irracional e incontrolable como el amor. Ésa será la variable que hará que todo el racional mundo de nuestro protagonista se tambalee.

El protagonista encarnado por Colin Firth tiene bastantes similitudes con el gran Houdini e incluso el que fue considerado su sucesor: James Randi. Para Allen está claro que este mundo es un lugar terrible que, analizado únicamente con la razón, nos aboca irremediablemente a la desesperación. Allen parece abogar por la creencia de que el hombre moderno acaba deprimido y necesitado de ayuda psicológica. Su eterno personaje de escritor judío no practicante asiduo al psicoanalista es un ejemplo de ello. Cuando el hombre rechaza la creencia en lo sobrenatural y abraza como única guía la razón está condenado a la depresión. Es por ello que la tanto religión como la superstición sirven a las mentes más débiles para ser felices. Son meros engaños que cumplen su propósito de hacer la existencia más llevadera. El tema no es nuevo en la filmografía de Allen pero aquí lo muestra de forma más obvia que nunca. Un tema serio y controvertido que Allen trata en forma de comedia ligera y amable, sin provocar grandes risas pero sin perder nunca el tono desenfadado. Una hábil manera de quitarle hierro a un asunto tan delicado como el de las creencias.

 Allen sigue tan en forma como viene siendo habitual en estos últimos años, ya nadie espera de él grandes obras maestras pero mantiene el tipo muy dignamente e incluso a veces sorprende gratamente. Sus diálogos siguen rebosando vida y su película fluye sin hacerse nunca pesada. El maestro neoyorkino sigue cáustico y corrosivo aunque en apariencia estemos ante una amable comedia. Se permite incluso un chiste sobre la pedofilia nada más empezar el film, clara alusión a las recientes acusaciones de una de las hijas de Mia Farrow. Así es Allen.

 Ni que decir que la dirección de actores es simplemente sublime, todos están francamente bien. Colin Firth da una lección de interpretación que recuerda a los galanes las comedias clásicas  tipo Cary Grant. Por su parte, Emma Stone me sorprendió gratamente. Ambos forman una pareja bastante convincente.

No estamos ante una de sus mejores obras pero sí ante un film más que digno. Magia a la luz de la luna tiene escasas ambiciones pero ofrece un agradable visionado y algún destello de genialidad. Aun con todo es muy superior a la mayoría de películas que se estrenan en nuestras carteleras.

6,5

jueves, 18 de diciembre de 2014

Steve’n’Seagulls: Thunderstruck

 Vamos a celebrar la próxima visita de AC/DC a nuestro país el mes de Mayo con esta curiosa versión de uno de sus mejores temas (al menos fue una variación en su eterno estilo) a cargo de esta curiosa banda de finlandeses llamados Steve'n'Seagulls.
 
Por cierto, hablando de versiones de AC/DC, a varios amigos míos les gusta mucho esta otra versión a cargo de una tal Jess Greenberg, no sé qué le ven. Parece que a la chica le van los viejos clásicos, hasta se atreve con Dylan en una apretada versión de All along the watchtower. La verdad es que la moza no lo hace nada mal, pero algo me dice que muy poca gente presta atención a su música.

martes, 16 de diciembre de 2014

Predestination


Los hermanos Spiering fueron los responsables de Daybreakers, aquel engendro que podía haber sido una buena película sobre vampiros pero que se quedó en nada. Con Predestination lo intentan con el subgénero de los viajes en el tiempo.

 Basada en un breve relato de Robert A. Heinlein (autor también de Starship troopers) Predestination arranca francamente bien con un prólogo que nos recuerda a la ciencia ficción más clásica. Luego asistimos al relato de un cliente en un bar  que nos atrapa de forma irremediable. Tanto la fotografía como la música del film me parecieron excelentes y contribuyen a crear una fascinante atmósfera que te deja clavado al sillón. Buen inicio para un género en el que ya hemos visto casi de todo. La cosa continúa por cauces más que estimables, uniendo ciencia ficción y drama mientras se nos cuenta la historia de Jane. Una historia que tiene no pocos puntos de conexión con la obra del genial Philip K. Dick (cuya obra inspiró Blade Runner o Minority report) en cuanto a que los personajes nunca saben donde empieza la realidad ni su propia personalidad. Con Minority report tiene en común, además, el hecho de una brigada que castiga los crímenes antes de que ocurran, por lo que los detenidos son inocentes ya que nunca llegan a cometer sus crímenes. Una de las paradojas que tanto le gustaban a Dick y que siguen vigentes hoy en día: en nombre de la seguridad el Estado recorta libertades a los ciudadanos llegando al extremos de detener a posibles criminales que aún no han cometido ningún delito. Una premisa que no fue suficientemente explotada en el film de Spielberg.

Sin embargo, volviendo a Predestination, cuando los viajes en el tiempo entran en escena es cuando el film deja de hacer pie y se hunde sin remedio en un sinfín de paradojas temporales que no hay por donde cogerlas. Yo entiendo la ciencia ficción como un género de pura evasión, sin olvidar que todo relato siempre ha de procurar ser verosímil a ojos del espectador por muy fantasioso que sea. Si la trama no es creíble el espectador no entrará en la historia y el film será un rotundo fracaso.

 Me viene a la mente Regreso al futuro, quizás el film definitivo sobre viajes en el tiempo. Recientemente hemos visto otras películas sobre viajes temporales como Primer (en breve hago una reseña), Looper o  Cronocrímenes. Propuestas todas ellas bastante dignas y distintas entre sí que usaban las paradojas temporales para hacernos pasar un buen rato. Sin embargo, los Spiering han intentado rizar el rizo y llevando la premisa a sus extremos.
El problema de Predestination es que pretende dar demasiados giros y saltos mortales para sorprender al espectador que acaba por perder toda credibilidad. El eterno dilema de ¿quién fue primero, el huevo o la gallina? acaba convertido en una pretenciosa y vacua sucesión de despropósitos. Lamentablemente, en la última media hora se pierde en tantas paradojas sin sentido que acaba siendo un galimatías que echa por tierra los logros conseguidos en la estimable primera hora.
 Para entendernos, Predestination pretende ser tan enrevesada de seguir como Memento, pero Memento te dejaba un buen sabor de boca ya que habías asistido a una original forma de contar una historia que eras capaz de ordenar en tu mente. Pero con Predestination se te queda cara de idiota. Tampoco llega al nivel de complejidad y posibles interpretaciones de Enemy, todo lo contrario, Predestination no parece pretender tener ninguna explicación (lógica o no). Es sólo una serpiente que se muerde la cola, un bucle infinito sin inicio ni final. Intentar buscarle el sentido es una pérdida de tiempo.
Lo mejor del film resultó la joven Sarah Snook, su relato inicial es lo único realmente destacable del film. Por su parte, Ethan Hawke está tan inexpresivo como suele ser costumbre en él.

 Creo que los aficionados a la ciencia ficción y a los viajes en el tiempo podrán disfrutar de Predestination siempre que no le busquen demasiada coherencia a la historia.

5

jueves, 11 de diciembre de 2014

Drug War: La guerra de la droga (Du zhan)


Tras más de 30 años de carrera y medio centenar de películas de casi todos los géneros, el director Johnnie To sigue siendo casi un desconocido en occidente. En China es uno de los directores más populares pero su cine no acaba de triunfar fuera de sus fronteras como lo hizo el de el también oriundo de Hong Kong John Woo. Ambos directores comparten cierta fascinación por la violencia aunque sus planteamientos son totalmente distintos. El estilo de To es menos visual y excesivo, su violencia está menos coreografiada.


La guerra de la droga es uno de los mejores thrillers que he visto últimamente. Así de claro, en Asia se sigue haciendo buen thriller y actualmente es donde mejor cine de este género se hace. To logra clavarte al asiento con esta electrizante historia de policías y traficantes de droga. No es que aporte nada nuevo al género pero sí cumple sobradamente con lo que cabría esperar de un film así y todavía da más. Por decirlo de alguna manera, se podría definir como un cruce entre las últimas entregas de Misión imposible y French Connection.


Partamos de la base de que a To le importa un bledo contarnos la vida, obra y milagros de los personajes. Va directo a la acción y se centra en la operación antidroga. A través de las pesquisas y escuchas vamos descubriendo la personalidad de los policías y los traficantes implicados. Así es cómo nos encontramos con una de esas parejas de antagonistas que tanto les gusta a los orientales. Ambos están dispuestos a lograr su objetivo cueste lo que cueste. La determinación de ambos es tal que el espectador duda en todo momento de cual de los dos se saldrá con la suya.
 Por un lado tenemos a un duro policía al mando de la operación, un tipo inexpresivo y frío del cual desconocemos sus motivaciones pero determinación no le falta. Un policía íntegro capaz de adaptar la personalidad de un extravagante narcotraficante si la misión lo requiere. Incluso está dispuesto a jugársela más allá de lo que el deber indica, poniendo en claro riesgo su vida. Vida que será salvada por su antagonista: un traficante que lo ha perdido todo pero aún le queda una pequeña posibilidad de evitar la pena de muerte que está vigente en China por tráfico de drogas. Obligado a colaborar con la policía, debe tender una trampa a sus antiguos jefes (un peligroso clan casi invisible) pero estando siempre alerta por si surge la oportunidad de escapar. Cada segundo que pasa se le acaban las posibilidades de salir con vida. Ambos (policía y traficante) saben que en este juego de escuchas y suplantación de identidades el más mínimo fallo será mortal.
Con estos elementos To elabora un tenso y vertiginoso thriller que culmina en uno de los mejores tiroteos de los últimos años (quizás desde Heat no me lo pasaba tan bien con un tiroteo). Un tiroteo a varias bandas a la puerta de un colegio que evidencia que, una vez más, los de Hollywood aún tienen mucho que aprender de estos artesanos chinos.

Una buena y recomendable película.
7

lunes, 8 de diciembre de 2014

The zero theorem


  La buena noticia que suponía el regreso de Terry Gilliam a ese futuro distópico que tantas alegrías nos dio con Brazil y 12 monos se ha tornado en decepción una vez visionado The zero theorem.

 Seamos claros, The zero theorem es un tostón de cuidado, casi de la magnitud de Cosmopolis. Multitud de ideas poco desarrolladas que se pierden entre una falta de concreción y la estética habitual de Terry Gilliam.  El film nos ofrece un mundo controlado por la tecnología en el que las relaciones personales se han vuelto superficiales, cuando existen. Grandes corporaciones controlan la vida de los ciudadanos, que son meros consumidores sin voluntad. La premisa, sin ser novedosa, puede ser perfectamente válida. El problema viene cuando el guión es incapaz de sacarle partido.
El guión de Pat Rushin es un compendio de ideas apenas apuntadas y no elaboradas, un quiero y no puedo. Tras una prometedora presentación de personajes y de ese futuro distópico controlado por la tecnología, el guión es incapaz de captar la atención del espectador, a quien la anodina vida del protagonista y sus miserias nunca acaban de interesar. Tampoco los acontecimientos narrados consiguen atrapar nuestra atención, más bien todo lo contrario, son tan dispersos y confusos que acabamos por desconectar.
 Me gustó el hecho de la religión mayoritaria sea una cosa infantil mientras que el protagonista es casi como un monje que vive en una antigua iglesia. Toda esa metáfora sobre la religión me resultó muy inteligente, pero se desarrolla muy poco.


Sobre personas con problemas obsesionadas con el sentido de la vida yo os recomiendo Pi, fe en el caos, la película de Aranofsky es una propuesta mucho más radical pero al menos tiene algo que contar. The zero theorem es una película existencialista de ciencia ficción no tiene nada claro a dónde quiere llegar no cómo hacerlo. No creo que el problema sea del loco de Giliam, su film está bien dirigido y su estética casa perfectamente con la trama (si bien es inevitable que nos recuerde a Brazil). De hecho, lo más destacable del film es la estética que Gilliam impone a toda su obra. Hasta ahora Giliam había conseguido no caer en el error de Tim Burton de convertir a sus películas en vacíos envoltorios. Sin embargo, al dejar la escritura del guión en manos ajenas, Gilliam nos ofrece su película más endeble e inconsistente. Como la mente de su protagonista, todo el film es un completo caos que no lleva a ningún sitio. No es que cada espectador pueda sacar sus propias conclusiones, sino que no hay ninguna conclusión que sacar de esta batiburrillo de ideas inconexas.


 En cuanto a los actores, Christoph Waltz está francamente bien pero su esforzada interpretación no es suficiente para levantar este pesado ladrillo. También aparece Tilda Swinton haciendo el ridículo como empieza a ser habitual en ella últimamente. Tampoco la breve aparición de Matt Damon consigue hacer interesante el film. Entre tanta filosofada vacía sobre la existencia humana lo único estimulante del film es la presencia de Mélanie Thierry (Babylon AD), el resto  me resultó mortalmente tedioso.

 Me extraña que Terry Gilliam haya aceptado rodar un guión ajeno que desperdicie de tal manera la, a priori, atractiva premisa inicial. Totalmente prescindible.

4